Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible
"Los niños vivirán en el futuro que nosotros construyamos"Por Khaled Mansour, Director de Comunicación de UNICEF en Nueva York
Con más de 7.000 millones de personas en el planeta, la comunidad internacional debería preguntarse en Rio de Janeiro lo que significa el desarrollo sostenible para los 2.200 millones de niños y niñas que hay en el mundo. Después de todo, el futuro que queremos y estamos construyendo, será suyo y de sus hijos para vivirlo. Y debería ser más equitativo.
El desarrollo sostenible tiene que ver con reconocer activamente, comprender y actuar en lasinterconexiones entre laeconomía, la sociedad y elmedio ambiente. El progreso alcanzado en las últimas décadas en la reducción de la mortalidad infantil y la pobreza, en la escolarización de niños y en la mejora del acceso a agua potable no ha tenido precedentes. Aún así, estas mejoras no se han traducido en un desarrollo equitativo.
Por ejemplo, un reciente estudio de UNICEF mostró quelas disparidades entre el 20 % de la población más pobre y
más rica en 18 de 26 países estudiados no han
disminuido, a pesar de que se ha producido unsignificativo descenso en el índice demortalidad infantil. Estos promedios enmascaran
una historia de desigualdad.
No es suficiente para UNICEF simplemente debatir sobre el
hecho de que los niños deben estar en el corazón de lo que produce
el desarrollo sostenible. La enorme tarea que los líderes tienen
por delante es extender los beneficios del desarrollo y
llegar a todas las familias. Las marcadas disparidades
permanecen o se están ampliando y están poniendo a las comunidades
más pobres en muchos países sistemáticamente en clara
desventaja.
Este es un tiempo en el que el panorama del desarrollo
está cambiando, y no solo debido a la crisis económica
mundial. Los cambios fueron evidentes en el Foro del año pasado en
Busán sobre la efectividad de la ayuda y son más aparentes a medida
que se acerca la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo
Sostenible en Río de Janeiro.
Sobre este nuevo panorama, el Secretario General de Naciones
Unidas ha llamado a establecer objetivos de desarrollo
sostenible, construidos sobre la base de los actualesObjetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y “a
establecer los cimientos de un crecimiento económico dinámico,
respeto para el planeta y equidad social”.
Las discusiones en Río sobre la agenda posterior a los ODM
podrían cambiar potencialmente laforma en que la comunidad internacional
piensa sobre el desarrollo y elcrecimiento.
La necesidad de este cambio es evidente por la coincidencia de
la crisis de alimentos, financiera y económica, y
los desastres naturales de los últimos años, los
cuales contribuyen a la falta de estabilidad y seguridad en
diferentes niveles. La inversión equitativa en los
sectores sociales, como la salud y laeducación, promueve realmente laestabilidad social y política, y construyeresilencia para futuros impactos.
LOS EJEMPLOS DE BRASIL E INDONESIA
Brasil e Indonesia son ejemplos de ello.
Estos países han sido capaces de afrontar la recesión
mundial mejor que otros. Además, la mejora en la respuesta
a los desastres naturales de Bangladesh se ha atribuido en parte a
su economía más diversificada, sus programas de reducción de la
pobreza y sus esfuerzos por apoyar a las comunidades más remotas y
desfavorecidas en las zonas propensas a desastres.
Por otro lado, los resultados de invertir en infancia
son fácilmente apreciables. Un año adicional de
escolarización de las niñas puede aumentar sus futuros salarios
entre un 10% y un 20%, salarios que a su vez las mujeres, más que
los hombres, reinvierten en sus familias poniendo en marcha
un nuevo ciclo de oportunidades y de prosperidad.
El Banco Mundial estima que invertir en nutrición
puede aumentar el PIB de un país al menos entre un
2% y un 3%. Teniendo en cuenta el impacto que tiene la
nutrición sobre la salud, el bienestar y el desarrollo,UNICEF está redoblando sus esfuerzos, tanto a
nivel mundial como nacional, para reducir la
desnutrición.
EQUIDAD PARA ROMPER EL CÍRCULO DE LA POBREZA
Un desarrollo más equitativo y sostenible es
factible, moralmente correcto y sabio, a la vez que
salvaguarda los derechos de la infancia. Invertir de manera
equitativa en los niños rompe la transmisión generacional de la
pobreza, crea sociedades más estables y contribuye al
crecimiento sostenible.
Este enfoque comienza dirigiendo los escasos recursos
allí donde puedan tener mayor impacto: los niños que se
enfrentan a privaciones como consecuencia de pobreza, género,
ubicación geográfica o cualquier aspecto que suponga una barrera
discriminatoria.
Por último, el principio rector de los derechos de los niños
se puede poner en práctica a través de un enfoque
socialmente equitativo para el desarrollo sostenible. En
otras palabras, para que el desarrollo sea realmente sostenible y
beneficioso para las futuras generaciones -los niños de hoy- este
debe ser equitativo.