Guerra en Siria
Los niños y las niñas sirias están experimentando el impacto de casi 14 años de conflicto, desplazamientos continuos, una crisis económica sin precedentes y la aparición de nuevos brotes de enfermedades en el país.
16,7 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, incluidos 7,5 millones de niños y niñas.
Unas 7,2 millones de personas están desplazadas en el país, de las cuales 2 millones viven en campamentos mayoritariamente superpoblados y 5,2 millones fuera de ellos. Entre esas personas, 3,4 millones se encuentran en el noroeste.
¿Qué está pasando en Siria?
Casi 14 años de crisis en Siria han trastornado la vida de los niños, niñas y sus familias. El conflicto prolongado, el deterioro económico y de las infraestructuras del país, los brotes de enfermedades y los múltiples terremotos de principios de 2023, unidos a los desplazamientos masivos, han tenido un impacto muy significativo en el día a día de los niños y las niñas en todo el país.
Más recientemente, a finales de noviembre, la escalada militar en Alepo se extendió a las provincias del noroeste, desplazando a decenas de miles de personas. La inestabilidad de la situación ha dificultado cada vez más la prestación de ayuda humanitaria a las poblaciones afectadas, incluidos los desplazados internos y las personas que están retornando a Siria.
El 85% de los hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes, lo que aumenta su dependencia de la ayuda y de mecanismos de supervivencia negativos como el trabajo infantil y las dietas deficientes.
Casi el 40% de los hospitales y centros de salud no funcionan o funcionan solo parcialmente, mientras que las perturbaciones provocadas por el clima y las interrupciones del suministro eléctrico han intensificado la escasez de agua y la inseguridad alimentaria.
Casi 13,6 millones de personas necesitan acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene y 5,7 millones de personas, incluidos 3,7 millones de niños y niñas, necesitan asistencia nutricional.
Impacto humanitario en Siria: desplazamientos
El continuo conflicto, las necesidades en el ámbito de la salud y las alteraciones producidas por el clima han llevado a 7,2 millones de personas a desplazarse internamente en el país.
Con la escalada del conflicto en Líbano y el posterior alto el fuego de finales de noviembre, siguieron produciéndose llegadas de población a Siria, (incluidos nacionales de terceros países no libaneses).
En paralelo, la escalada de las hostilidades en Alepo, que luego se ha extendido a otras provincias del norte de Siria, ha obligado a decenas de miles de personas a huir de sus hogares. El desplazamiento generalizado de civiles ha afectado a toda la región, ya que la situación de seguridad sigue siendo inestable y muy impredecible.
A pesar de una notable reducción en el número de violaciones graves verificadas contra los niños y niñas en los últimos meses, la dura realidad es que 6,4 millones de niños y niñas necesitan urgentemente servicios de protección.
En el noreste, los niños y las mujeres se enfrentan a detenciones arbitrarias, violencia generalizada y reubicaciones forzadas. En todo el país, la inseguridad y las dificultades económicas siguen contribuyendo a las violaciones de los derechos humanos, el miedo y la angustia psicológica, lo que conduce a la violencia de género, el matrimonio infantil y el riesgo de explotación y abusos sexuales.
Además, existe una amenaza importante de contaminación por municiones sin detonar.
Historias reales: vidas afectadas en Siria
Manar, de 13 años, junto a su prima de 8, dibujando en su casa. Esta niña no conoce otra realidad más allá del conflicto, en el que también perdió a su padre cuando tenía tan solo un año. © UNICEF/UNI532749/Al-Kheder
Manar, de 13 años, no conoce otra realidad que no sea la guerra. Cuando tenía tan solo un año perdió a su padre en el conflicto y casi no tiene recuerdos suyos. Hace unos años, se tuvo que mudar con su abuela paterna al noreste de Siria, para vivir con sus tíos y primos. Pero su madre no está con ella, ha tenido que irse a casa de sus padres.
Todo esto ha hecho muy difícil la infancia de Manar, una niña solitaria a la que le costaba mucho relacionarse con otras personas. Su tío cuenta que se despertaba por la noche llamando a su padre y ellos la calmaban.
A comienzos de este año un equipo de UNICEF visitó la escuela de Manar para dar a los niños y niñas sesiones de apoyo psicosocial en las que les enseñan a expresar sus sentimientos y a gestionar sus emociones. Allí ha hecho un buen progresado y está superando su timidez a la vez que aprende a interactuar con sus amigos.
Desafíos de Siria: perspectivas futuras
UNICEF continuará cumpliendo con su misión en todo el país, dando prioridad a las poblaciones y zonas con necesidades más graves. Seguiremos liderando en las áreas de nutrición, educación, protección y agua, saneamiento e higiene.
En cada una de estas áreas mantenemos reuniones periódicas a todos los niveles para garantizar una respuesta óptima a la actual afluencia de desplazados sirios retornados y refugiados libaneses.
UNICEF seguirá desarrollando su trabajo en emergencias para llegar a las poblaciones que más lo necesitan al tiempo que integra la recuperación temprana y una perspectiva a largo plazo en todos los aspectos de su acción humanitaria, que incluirá la ampliación de la localización y la preparación para aumentar la capacidad de resistencia de las comunidades y los sistemas locales y nacionales para soportar las crisis.
Educación y alfabetización en Siria
Más de 2,45 millones de niños y niñas no asisten a la escuela y más de un millón de ellos, en particular aquellos con discapacidades, corren el riesgo de abandonar la escuela.
Representan casi la mitad de los cerca de 5,52 millones de niños y niñas en edad escolar.
Cuanto más tiempo permanezcan sin escolarizar, más difícil les resultará ponerse al día. Estos niños y niñas también tienen más probabilidades de caer presa del trabajo infantil, el matrimonio infantil, el tráfico de personas y el reclutamiento para los combates.
Actualmente, una de cada tres escuelas no puede utilizarse porque ha sido destruida, ha sufrido daños, alberga a familias desplazadas o se utiliza para otros fines.
Salud y nutrición en Siria
El 50% del sistema de atención primaria de Siria sigue sin funcionar. Muchas familias se ven obligadas a retrasar la atención médica o a realizar largos viajes si pueden permitírselo. Se calcula que sólo quedan 20.000 médicos en el país.
UNICEF ha desplegado equipos móviles de apoyo para prestar servicio a los ciudadanos sirios que retornan en circunstancias adversas y a los libaneses en los pasos fronterizos, centros de acogida y comunidades de acogida en las provincias de Tartous, Lattakia, Horns, Hama, Damasco Rural y Ar-Raqqa.
Los recursos son muy limitados en el país, así, los servicios existentes se ven desbordados a la hora de dar respuesta a la afluencia procedente del Líbano.
Protección de los derechos de los niños en Siria
Los servicios especializados de protección infantil protegen a las niñas y niños de la violencia, el abuso y la explotación en los hogares, las escuelas y las comunidades mediante apoyo en materia de salud mental, respuesta a la violencia de género, programas de crianza positiva y educación sobre los riesgos de los artefactos explosivos.
En este marco, UNICEF prioriza el apoyo a los niños, niñas y las familias mediante servicios de salud mental, apoyo psicosocial y programas de crianza.
Informes y datos relevantes sobre la situación en Siria
El 85% de los hogares sirios tiene dificultades para llegar a fin de mes y 7 de cada 10 familias sirias padecen inseguridad alimentaria.
El contexto de la República Árabe Siria está marcado por más de 13 años de crisis en los que demasiadas niñas y niños sólo han conocido el conflicto. Estos niños y niñas han crecido en medio de la violencia, los desplazamientos y las privaciones, enfrentándose a retos diarios que amenazan su bienestar y su futuro.
La misión de UNICEF es, no sólo aliviar el sufrimiento y garantizar la supervivencia de los niños, sino también liberar su potencial para prosperar. Las niñas y niños en crisis son especialmente vulnerables a la explotación, el abuso y el abandono.
Respuesta de UNICEF ante la emergencia en Siria
Una parte importante de la población, con niños y mujeres, se encuentra en zonas de difícil acceso. Allí, UNICEF proporciona suministros básicos para la supervivencia que enviamos a través de camiones.
Protegemos a las personas desplazadas, tanto en campos de desplazados como en asentamientos informales y a las comunidades que les acogen. Muchos de ellos son niños, niñas y mujeres.
Prevenimos y tratamos las enfermedades más graves, que pueden causar la muerte, como el sarampión, diarreas, malaria, etc. y distribuimos medicamentos y vacunas.
Distribuimos material escolar, trabajamos en la rehabilitación de las escuelas e instalamos escuelas temporales cuando se necesitan.
Distribuimos agua potable, rehabilitamos las infraestructuras de agua que están dañadas, entregamos tratamientos para potabilizar el agua y productos para la higiene personal.
El invierno es muy duro en Siria. Desde UNICEF proporcionamos ropa de abrigo, estufas y combustible para los hogares, hospitales y escuelas.
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