Un futuro sostenible para todos los niños y niñas del planeta
Tu ayuda está llegando a los países más afectados por la emergencia climática. Hoy queremos darte el ejemplo de algunos de nuestros proyectos más sostenibles en Somalia, Mongolia y Yemen.
Ya te lo hemos contado, las niñas y los niños son los que menos responsabilidad tienen en el cambio climático, pero los que más sufren las consecuencias: son más vulnerables al aire que respiran, al agua que beben y a la comida que consumen. Y, por desgracia, también tiene un gravísimo impacto en la psicología de los más pequeños.
Todos los niños se merecen crecer en un ambiente seguro, limpio y saludable y, por ello, queremos compartir contigo tres de las iniciativas que estamos llevando a cabo con el apoyo de nuestro programa Unidos por el cambio climático. En zonas remotas de Somalia, Mongolia y Yemen, los más pequeños ahora son más resilientes y están mejor preparados para el futuro. Y todo, gracias a ti y al apoyo de muchas más personas como tú.
Entre todos, podemos construir un futuro más verde para nuestra infancia.
SOMALIA: un oasis en medio de la sequía extrema
En este país, uno de los más áridos y secos del planeta, 3,5 millones de personas se enfrentan cada día a la grave escasez de agua. Familias como la de Abdirizak, un granjero de la Somalia más rural, que dependen del agua para poder alimentar a sus animales y regar sus tierras. Debido a la sequía, se vieron obligadas a abandonar su hogar, sus escuelas y su comunidad en busca constante de tierras fértiles.
Desde UNICEF actuamos para ayudarles de manera urgente y construir pozos de 400 metros de profundidad en las zonas más afectadas. Se trata de infraestructuras sostenibles que mejoran la capacidad de las personas y los sistemas para anticipar, adaptarse y recuperarse de los efectos negativos del cambio climático. “Ahora que hay agua, podemos quedarnos en nuestro hogar y cuidar de nuestros hijos”, nos cuenta Abdirizak.
Los pozos de agua potable están devolviendo la esperanza a los niños de Somalia.
MONGOLIA: los niños vuelven a respirar aire puro y limpio
Los gases de efecto invernadero están provocando tasas de contaminación en las zonas urbanas de Mongolia que son 24 veces superiores a los estándares aceptables en todo el mundo. Esto se debe en gran medida a que, en la mayor parte del país, las familias viven en yurtas (cabañas de madera o plástico) en las que instalan chimeneas de carbón para cocinar y calentarse. A pesar de su utilidad, este método conlleva riesgos para la salud, ya que produce mucha contaminación y puede provocar neumonía, tanto en niños pequeños como en mujeres embarazadas.
Gracias a la colaboración con científicos de todo el mundo, en UNICEF estamos desarrollando una solución para proteger a la población más vulnerable, que solo durante 2023 llegó a 1.676 viviendas y 11 jardines de infancia: los paquetes CHIP (calefacción, productos para cocinar y aislantes térmicos). Así, podemos reemplazar las estufas por calentadores eléctricos, instalar sistemas de ventilación y aislar la vivienda contra el viento y el agua.
El aire limpio en los hogares es vital para que los niños puedan crecer sanos y felices.
YEMEN: energía solar que contribuye a salvar vidas
En medio de una de las peores crisis humanitarias del mundo, Yemen es también uno de los países con mayor escasez de agua. Dado que una gran parte de la población vive en la pobreza, las familias no tienen dinero para pagar el combustible necesario para transportar agua potable, lo que sitúa a los niños en un mayor riesgo de desnutrición, cólera y todo tipo de enfermedades.
Por suerte, contamos con tu apoyo y con los mejores profesionales para revertir esta situación: estamos instalando parques solares para que los sistemas de bombeo de agua existentes produzcan suficiente energía para generar agua potable y limpia para comunidades enteras. A través de esta medida, 137.000 personas en todo el país ya están disfrutando de este derecho básico.
Los paneles solares están siendo esenciales para llevar agua a zonas remotas de Yemen.
El tiempo se agota y la necesidad de actuar ante las terribles consecuencias de la emergencia climática es más urgente que nunca. Los niños no solo están heredando nuestra falta de acción: ya están sufriendo las consecuencias. Por eso solo podemos agradecer tu ayuda para que los más pequeños miren al futuro teniendo los recursos que necesitan garantizados.