Encontrar un tesoro en la basura
La revolución verde ha llegado a Zanzíbar. Un movimiento que te une con UNICEF y con Arafa, una joven de 27 años que se ha comprometido a transformar la basura de su comunidad en fertilizantes orgánicos.
En su comunidad la conocen como Mama Takataka, algo así como la “Madre de la basura”. Aunque pueda parecer un nombre un poco extraño, la joven Arafa está orgullosa de haber transformado el término takataka (basura), que suele tener una connotación negativa, en un símbolo de orgullo y fortaleza. Y no es para menos, ya que la joven está liderando la revolución verde en su región haciendo que la gente cambie su percepción sobre la basura, gracias a las herramientas aprendidas con UNICEF. Con un poco de determinación y de creatividad, los desperdicios pueden convertirse en un tesoro de lo más preciado.
¿Y cómo ha llegado Arafa hasta aquí? Siempre le había apasionado la naturaleza, pero cuando conoció al fundador del Instituto de Permacultura Práctica durante sus años de estudiante, comenzó a interesarse por la agricultura orgánica y la gestión de residuos. Después de estudiar durante un año sobre abonos orgánicos, se enteró del proyecto que UNICEF estaba llevando a cabo en el Waste X Lab y no lo dudó ni un segundo: ella también quería ser parte del cambio.
Arafa dando una charla a sus compañeras de clase en el centro Waste X Lab.
Se trata de un centro pionero establecido por UNICEF que tiene como objetivo empoderar a jóvenes emprendedoras como Arafa a través de formación avanzada en gestión de residuos y economía circular. Ya son más de 600 los estudiantes que han sido capacitados en este laboratorio, donde aprenden tanto habilidades ecológicas como empresariales. A grandes rasgos, esta iniciativa promueve la reutilización y el reciclaje de materiales para extender su vida útil, en lugar de producir recursos nuevos.
Cuando terminó sus estudios, Arafa fundó una empresa que produce fertilizantes orgánicos a partir de residuos alimenticios, estiércol de vaca, hojas y otros materiales naturales. “No ha sido un camino fácil, pero estoy decidida a contribuir a la gestión de residuos en Zanzíbar. Debemos reciclar y gestionar los desechos para proteger nuestro entorno”.
Arafa muestra productos cultivados usando su fertilizante reciclado.
Junto a ella estamos consiguiendo transformar un problema de residuos en una solución sostenible, contribuyendo al desarrollo de Zanzíbar y demostrando que la innovación ambiental puede ser una herramienta poderosa para conseguir un cambio social y económico. Su historia no solo es la de una emprendedora exitosa, sino también la de una persona de referencia en la comunidad que está inspirando a las generaciones más jóvenes, especialmente a las niñas, a desafiar los estereotipos y a encontrar valor en lo que otros desechan.
Arafa posa con varias muestras de su fertilizante ecológico.
La historia de Arafa es un claro ejemplo de cómo la innovación y la perseverancia pueden transformar desafíos aparentemente insuperables en oportunidades para cuidar del medio ambiente. La gestión de residuos se ha convertido en un problema que cada vez va a más, así que esperamos que su manera de entender la economía circular y la agricultura sostenible sirva de inspiración para otras comunidades. Desde UNICEF, y gracias a tu ayuda a través de Unidos por el cambio climático, seguiremos apoyando a los jóvenes para cambiar el mundo.