Cómo hablar a los niños y niñas sobre desastres, emergencias y catástrofes

Recomendaciones para educadores y familias
Cómo hablar a los niños sobre catástrofes | Foto: © UNICEF/UNI47081/Pirozzi

 

Las imágenes que nos llegan del sufrimiento y la devastación producida por catástrofes como terremotos, ciclones o conflictos nos muestran el horror físico y psicológico que afrontan las víctimas. Además, estas imágenes tienen un impacto sobre nosotros y son especialmente duras para los más pequeños. El Dr.Christopher Bellonci, Director Médico de The Walker Home and School, resume algunas claves para ayudar a niños y niñas a comprender y asimilar la existencia de catástrofes.

Las recomendaciones son útiles tanto para educadores como para las familias:

Presta atención a las emociones
  • Cualquier catástrofe, natural o provocada por el ser humano, es espantosa tanto para niños como para adultos.
  • Es importante que los adultos tomemos conciencia de que pueden surgir miedos, aunque no se manifiesten, y es importante que hablemos con los niños, niñas y adolescentes cuando sospechemos que un desastre les ha causado impacto.
  • Minimizar el peligro falsamente no proporciona tranquilidad. Sin embargo, tener un comportamiento realista, pero tranquilo y sin dramatizar, dará sentido de seguridad.
     
Busca tiempo y espacio para compartir
  • Padres y madres pueden apoyar a sus hijos dejándoles expresar sus sentimientos sobre el desastre y diciéndoles que es normal sentirse preocupados o tristes. Hay que asegurarles que son queridos y que serán protegidos si algo malo ocurre alguna vez.
  • Es necesario estar disponible para ellos y darles tiempo y atención adicional en los días después de un desastre, no sólo para hablar del desastre, sino también para otras conversaciones, o sólo para pasar el tiempo.
     
No todos respondemos igual aunque sintamos lo mismo
  • Padres y madres deben saber que la edad de su hijo o hija influye en su manera de responder al desastre.  Por ejemplo, a los cuatro años mostrará su preocupación queriendo dormir en la cama de sus padres, con ocho años intentará no ir al colegio (quizás diciendo que se encuentra mal), y en la adolescencia discutirá más de lo normal con sus padres.
  • Recrear el desastre con juegos es una manera en la que los niños más pequeños pueden desarrollar un sentido de control y minimizar su ansiedad sobre un acontecimiento potencialmente traumático, del mismo modo en que un adulto charla y comparte su experiencia con otros.
     
Hay noticias que no son aptas para niños
  • Padres y madres deben tener cuidado con la exposición de sus hijos a las noticias sobre el desastre en los medios de comunicación. Escuchar o ver noticias impactantes puede causar trauma adicional, y/o insensibilizar a un niño o niña sobre cuestiones violentas y sus consecuencias.
  • Es importante también ayudar a niños, niñas y adolescentes a procesar las noticias que reciben de un desastre. Pueden creer que “ese tipo de cosas nunca les podrán ocurrir a ellos”.  Es necesario hablar sobre esto y conseguir que comprendan que ciertos tipos de desastres nos pueden pasar a cualquiera de nosotros.  O por el contrario, puede que se sientan excesivamente vulnerables al enterarse de un desastre muy lejano.  Los adultos debemos ayudarles a expresar sus miedos y luego recordarles que la mayoría de la gente que experimenta un desastre sobrevive, incidiendo en que en ese momento está seguro.
  • La sociedad entera reacciona ante los desastres.  Es importante prestar atención a la alarma social que puede llegar a impactar mucho tanto a niños y niñas como a adultos.  Hay que animar a los jóvenes a participar y mostrar interés por las respuestas de la comunidad (por ejemplo, acciones de apoyo y solidaridad, ceremonias, etc.)
Si el desastre es muy cercano: apoyo especial
  • Cuando el desastre ha sido cercano o a afectado directamente a una familia, las reacciones pueden durar mucho tiempo después del hecho, incluso pueden continuar años después.  Un asesoramiento psicológico para un niño, niña o adolescente inmediatamente después de un desastre puede reducir los efectos negativos a largo plazo.