Abusos y reclutamiento en Haití: UNICEF con la infancia más vulnerable

 

Nuestro portavoz James Elder durante una visita a Haití. Desde allí nos cuenta la alarmante situación en la que se encuentran los niños y niñas, viviendo en un entorno de extrema violencia que tiene un impacto devastador en sus vidas. © UNICEF/UNI729434/Benekire

10/02/2025

En las últimas semanas venimos dando cuenta del alarmante aumento de la violencia en Haití, y el devastador impacto que está teniendo en la vida de los niños y niñas. 

Solo en términos de violencia sexual contra la infancia, James Elder, nuestro portavoz que ha visitado el país recientemente, nos explica que "sus cuerpos se han convertido en campos de batalla, con un asombroso incremento del 1.000%".

Este aumento en diez veces, registrado de 2023 a 2024, se produce mientras los grupos armados infligen horrores inimaginables a los niños y las niñas. El dolor se extiende a las familias, destroza las comunidades y deja cicatrices en la sociedad haitiana en su conjunto.

Cifras alarmantes

Elder nos deja un resumen de su visita con los datos más preocupantes:

• Los grupos armados controlan ahora el 85% de Puerto Príncipe, la capital de Haití, impacta el nivel de inseguridad en una capital.
• Solo durante el año pasado, el reclutamiento de niños y niñas en grupos armados aumentó un 70%. En este momento, la mitad de todos los miembros de grupos armados son niños y niñas, algunos de tan solo ocho años.
• Muchas niñas y niños son capturados por la fuerza. Otros son manipulados o empujados por la pobreza extrema. Es un ciclo letal: las niñas y los niños son reclutados por grupos que alimentan su propio sufrimiento.
• Unos 1,2 millones de niñas y niños viven bajo la amenaza constante de la violencia armada.
• Los servicios esenciales están colapsados. Los hospitales están desbordados. Más de la mitad de los centros de salud de Haití carecen de equipamiento y medicamentos para tratar a las niñas y niños en situaciones de emergencia.
• Los parques infantiles, las escuelas y los hogares se han convertido en campos de batalla, lo que ha obligado a muchas familias a huir. Más de 500.000 niñas y niños están desplazados. Se estima que 3 millones necesitarán ayuda humanitaria urgente este año.
• Más de 1,5 millones de niñas, niños y profesores se ven afectados por el cierre de escuelas.

Las historias de vida son estremecedoras

Deborah y su padre Jean Marie caminan de la mano. Afortunadamente, la niña participa ahora en uno de los espacios seguros para la infancia de UNICEF donde recibe la atención que necesita para sobreponerse a una experiencia tan traumática. © UNICEF/2024/Rouzier

Es asombroso que esta situación de violencia extrema que vive Haití tenga tan escasa repercusión. Nos preguntamos si los números empiezan a perder sentido entre tantas emergencias que existen en el mundo. Si es así, tal vez cuenten los propios niños y niñas que están padeciendo este horror. 

Elder nos acerca a la tremenda historia de Roseline, de 16 años. 

A finales del año pasado salió de la casa de una amiga para ir a la tienda. Por el camino, fue secuestrada por hombres armados. La metieron en una furgoneta con otras chicas jóvenes y la llevaron a un almacén. Allí la golpearon brutalmente. Luego la drogaron y, durante lo que ella cree que fue un mes, la violaron sin descanso. Cuando el grupo armado se dio cuenta de que la chica no tenía a nadie que pagara el rescate de su secuestro, la liberaron. 

Actualmente, Roseline se encuentra en un refugio apoyado por UNICEF junto a más de una decena de otras niñas, todas ellas recibiendo la atención que necesitan para superar una experiencia tan traumática.

La historia de Deborah no se queda atrás. Su vida cambió radicalmente cuando la violencia armada la obligó, junto a su familia, a abandonar su hogar en Puerto Príncipe. El trauma que dejó aquel día está intacto en su memoria. 

"Todo lo que teníamos se quemó y destruyó", recuerda su padre Jean Marie, actualmente en un campo para desplazados, sin trabajo ni posesiones y con un futuro nada claro. "Nos fuimos sin nada. Sobrevivimos gracias a la ayuda pero mis hijos merecen algo más. Merecen unas comidas decentes, agua limpia y una educación". 

La violencia de la que fue testigo esta niña le provocó pesadillas y mucho miedo. Actualmente, Deborah encuentra el apoyo que necesita en uno de los espacios amigos de la infancia que establece UNICEF. Allí cuidamos su salud mental, le brindamos apoyo psicosocial, a la vez que participa en actividades recreativas para ayudarla a recuperarse de estas experiencias tan dolorosas.  

UNICEF crea espacios seguros para evitar la violencia

Con la ayuda de nuestros aliados, proporcionamos apoyo psicosocial a niños y niñas de Puerto Príncipe muy afectados por el entorno de violencia en el que están viviendo. © UNICEF/UNI713804/Joseph

"El progreso de Haití comienza con sus niños y niñas", recuerda Elder. De ahí, nuestro firme compromiso con la infancia del país. 

Desde UNICEF, con el apoyo de nuestros aliados, estamos trabajando a destajo para prevenir y dar respuesta a este contexto de violencia tan extrema que están sufriendo los niños. 

Destacamos algunas de nuestras intervenciones en los últimos meses:

• Creamos 32 espacios seguros móviles para los niños y niñas, con el objetivo de prevenir y responder a la violencia de género.
• Desplegamos más de 380 profesionales sanitarios en 105 instituciones.
• Distribuimos dinero en efectivo a casi 30.000 familias para que puedan adquirir bienes esenciales.
• Tratamos a más de 80.000 niños y niñas que padecían desnutrición aguda grave y retraso en el crecimiento para que pudieran recuperarse.

Estos programas que UNICEF pone en marcha para satisfacer las necesidades más urgentes de los niños y las niñas, contribuyen a romper los ciclos de violencia y reducir el riesgo de que en el futuro se conviertan ellos mismos en agresores o víctimas.

Sin embargo, esto conlleva una necesidad imperiosa de educación, protección y oportunidades de desarrollo para evitar que los niños y niñas se vean arrastrados a la violencia. Sin estos esfuerzos, la violencia seguirá consumiendo a las generaciones futuras de Haití.