Las emergencias de salud pública amenazan el bienestar de la infancia
En África oriental y meridional, 17 de los 21 países sufren uno o más brotes de enfermedades. UNICEF trabaja para mantener los servicios básicos.

Bijou Ntumba muestra la tarjeta de vacunación que pertenece a su bebé de 4 meses, Abraham, durante una sesión de inmunización rutinaria en un centro de salud apoyado por UNICEF. © UNICEF/UNI724621/Mulala
20/02/2025
Las emergencias de salud pública, incluidos los brotes de cólera, viruela y, más recientemente, las fiebres hemorrágicas víricas, están planteando importantes amenazas para la seguridad y el bienestar de millones de niños y niñas en África oriental y meridional.
El elevado número de crisis sanitarias, a menudo empeoradas por las perturbaciones climáticas, está afectando a comunidades que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad y agravando los riesgos para los niños y niñas de la región.
“La alarmante frecuencia con la que se desarrollan las emergencias de salud pública y los brotes de enfermedades en África oriental y meridional está alterando las redes de seguridad vitales para la infancia, privándoles de su derecho a un entorno seguro y adecuado”, afirma Etleva Kadilli, directora regional de UNICEF.
Es necesario y urgente fortalecer los sistemas de protección para las familias y comunidades, así como los servicios estatales, para garantizar que todos los niños y niñas puedan desarrollarse, incluso cuando se enfrentan a múltiples desafíos.
Estancamiento en la vacunación, la principal causa
En 2025, 17 países de África oriental y meridional se enfrentan a múltiples emergencias de salud pública, la mayoría de las cuales son brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación, como la poliomielitis, el sarampión y la difteria.
Años de estancamiento y descenso de las tasas de inmunización en muchos países de la región, han provocado un resurgimiento de estas enfermedades.
La zona está sufriendo importantes brotes de fiebres hemorrágicas víricas, como la enfermedad por el virus de Marburgo en Tanzania y la enfermedad del ébola causada por el virus de Sudán en Uganda. Además, la mpox o viruela del mono sigue siendo un importante problema sanitario, sobre todo en Burundi y Uganda, con riesgos de transmisión transfronteriza debido a los altos niveles de desplazamiento de población.
Actualmente, el cólera afecta a 12 países, entre ellos Angola, Burundi, Sudán del Sur, Zambia y Zimbabue, y la región registra el mayor número de muertes por cólera y diarrea acuosa aguda de todo el mundo.
Los niños y niñas son más vulnerables frente a los efectos físicos de estas enfermedades debido al desarrollo de su sistema inmunitario y a sus características fisiológicas únicas. Los riesgos son aún mayores para los que sufren desnutrición.
Mayor riesgo para mujeres y niñas
Cuando un miembro de la familia cae enfermo, las niñas y niños son más propensos a experimentar angustia psicológica y corren un mayor riesgo de sufrir abusos, violencia o incluso trabajo infantil como una estrategia de supervivencia que las familias ponen en práctica cuando se ven afectadas.
Los riesgos para los niños, especialmente para las niñas -que a menudo son responsables del cuidado de los miembros de la familia afectados- aumentan a medida que convergen múltiples crisis.
Durante las emergencias de salud pública, las mujeres y las niñas suelen correr un mayor riesgo de sufrir abusos sexuales, violencia y explotación debido a la separación familiar, la interrupción de servicios sociales como la educación y la atención sanitaria, y una mayor vulnerabilidad económica.
Estas emergencias concurrentes y a menudo cíclicas, están poniendo a prueba las capacidades de respuesta de los países, socavando importantes avances en el fortalecimiento de los servicios sociales.
UNICEF: manteniendo los servicios básicos para la infancia
Además de proporcionar suministros esenciales, trabajar con las comunidades y apoyar el acceso a la educación, la salud, la nutrición, así como al agua y al saneamiento, desde UNICEF protegemos a la infancia frente a los abusos, la explotación y la violencia en toda la región.
Nuestros principales esfuerzos consisten en:
- Proporcionar apoyo psicosocial a los niños y niñas que han perdido a un familiar.
- Facilitar cuidados alternativos a los niños y las niñas que se quedan solos cuando un familiar está en tratamiento.
- Garantizar que los niños y niñas que han estado enfermos no sufran discriminación cuando regresen a casa.
- Establecer sistemas de identificación precoz y derivación en torno a los centros de tratamiento para prevenir y responder a los casos de violencia y abusos sexuales.
También trabajamos para garantizar la continuación de los servicios esenciales para la infancia de una manera que sea segura, respetuosa y digna para las niñas y los niños de todas las edades, incluidos los que tienen discapacidad y otros grupos de elevada vulnerabilidad.
“En cualquier emergencia, los niños, las niñas y las personas de mayor vulnerabilidad son los que más sufren”, añade Kadilli. “Además de las inversiones en infraestructuras y servicios esenciales, la promoción de la inmunización rutinaria y el tratamiento de los determinantes sociales de la salud, se debe dar prioridad a la financiación sostenida de los esfuerzos de protección para apoyar el bienestar general de la infancia en la región”.
Tu compromiso con la infancia es clave para que sigamos salvando y protegiendo sus vidas.
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