Hacia la igualdad de género en el acceso al agua y al saneamiento

A pesar de los avances que estamos consiguiendo, aún hay millones de niñas y mujeres en todo el mundo que no disponen de acceso a agua potable y de unas medidas básicas de higiene, una situación que hace que sean más vulnerables. Descubre cómo estás ayudando a UNICEF a revertir esta situación.

Dos niñas cargan bidones de agua

¿Sabías que, en siete de cada 10 hogares en todo el mundo, la responsabilidad de ir a buscar agua recae sobre las mujeres y las niñas? Tal y como demuestra el nuevo informe que hemos realizado en UNICEF junto con la Organización Mundial de la Salud, la mayor parte de las mujeres mayores de 15 años son las que se encargan de llevar agua a sus hogares, en comparación con el 30% de los chicos responsables de esta tarea.

No podemos olvidar que, a menudo, el punto de acceso de agua más cercano está a varios kilómetros de distancia, en lugares recónditos o de difícil acceso, lo que provoca, por un lado, que las niñas pierdan un tiempo muy valioso que podrían estar invirtiendo en ir a la escuela, que las mujeres jóvenes no puedan acceder a un trabajo estable, que se expongan a peligros en el trayecto o que, directamente, todas ellas no tengan ni un minuto libre para dedicárselo a ellas mismas.

Una niña se lava las manos

Así lo expone Cecilia Sharp, directora del programa WASH y de la división de Clima, Energía, Medioambiente y Reducción del Riesgo de Desastres de UNICEF, “cada paso que da una niña para recolectar agua es un paso que la aleja del aprendizaje, el ocio y la seguridad. Además, el agua insalubre y la falta de baños en los hogares privan a las niñas de su potencial, comprometen su bienestar y perpetúan los ciclos de pobreza”.

Una mujer recoge agua

Estas son algunas de las razones por las que en UNICEF demos tanta importancia a gestión de agua y saneamiento desde un punto de vista de género. Gracias a personas como tú, en estos últimos años hemos conseguido importantes avances. De 2015 a 2022:

  • El acceso a agua potable de manera segura de los hogares aumentó del 69% al 73%.
  • Los sistemas de saneamiento en las comunidades más desfavorables pasaron del 49% al 57%.
  • Los servicios básicos de higiene aumentaron del 67% al 75%.
Dos niñas frente a una toma de agua

Los puntos de saneamiento, baños y fuentes son también un elemento crucial a la hora de lograr que las niñas no abandonen los estudios. Muchas de ellas, cuando tienen el periodo, dejan de acudir a la escuela por no tener espacios adecuados y por el tabú con que se trata el tema en muchas sociedades.

Por eso desde UNICEF una de nuestras principales tareas es llevar fuentes y sistemas de canalización a todas las comunidades desde un punto de vista de género, asegurando puntos de acceso a agua segura cercanos. También todos los proyectos educativos incluyen la creación de baños y espacios de saneamiento donde niñas y jóvenes puedan acudir seguras, tanto donde residen como en las escuelas. Los logros conseguidos son asombrosos.

Estos resultados se construyen día a día, con proyectos como el que queremos mostrarte hoy en una escuela de Nigeria para que las niñas tengan dignidad menstrual. Gracias a tu colaboración con el programa Unidos por los derechos de las niñas de UNICEF. ¡Sigue leyendo!

Niñas sonriendo

Con el apoyo de UNICEF, las niñas de la escuela primaria All Saints Obrike-Itoin en Nigeria, están disfrutando de instalaciones de agua, saneamiento e higiene. Allí pudimos hablar con Ikwe Racheal, de 12 años y alumna de 6º de primaria: “Las niñas queremos ir al colegio todos los días, sin perder clase cuando tenemos la regla, y ahora por fin podemos hacerlo. Las nuevas instalaciones de UNICEF están siempre limpias y así puedo estar cómoda durante todo el día”, nos cuenta.

Imagen de Ikwe

La joven Ikwe junto a sus compañeros de estudio.

Además, la joven está ayudando a otras niñas que todavía tienen dudas sobre si deben ir a clase o no. En ciertos países, tener algo tan normal como es la menstruación sigue siendo motivo de vergüenza, pero gracias a jóvenes como Ikwe estamos derribando barreras para las niñas de Nigeria. La desigualdad de género, las normas sociales discriminatorias, los tabúes culturales, la pobreza y la falta de servicios básicos como retretes y productos sanitarios pueden hacer que estas chicas no tengan cubiertas sus necesidades de higiene y salud menstrual.

Para evitar que esto afecte a su acceso a la educación, a su participación en la vida comunitaria y a su desarrollo personal y profesional, “UNICEF apoya principalmente a los gobiernos en la creación de estrategias nacionales en todos los sectores, tanto agua y saneamiento como educación y salud, por lo que nuestros programas refuerzan la igualdad de género”, nos explica Doutimiye, Kiakubu, especialista del programa WASH de UNICEF Nigeria.

Imagen de unas manos unidas

El simple hecho de ser niña multiplica los retos a los que se tienen que enfrentar en los países en desarrollo. Todas nuestras intervenciones las tienen presentes ya que millones de niñas nos necesitan para poder crecer en un entorno feliz, saludable y seguro. Gracias a personas como tú, podemos dar pasos gigantes a la hora de conquistar derechos esenciales como la salud y la educación.

Solo el año pasado, UNICEF proporcionó educación a cerca de 38 millones de niños sin escolarizar. Casi la mitad eran niñas, y en una gran medida es gracias a proyectos con perspectiva de género.

También en 2022, gracias a UNICEF, 120 millones de personas obtuvieron acceso a agua potable y servicios básicos de saneamiento e higiene.

Te esperamos en el próximo boletín para que descubras más iniciativas que estamos llevando a cabo gracias a tu colaboración.

 
© UNICEF/UN0342250/Keïta
 
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Unidos por... los derechos de las niñas

Nacer niño o niña condiciona su vida.

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