Por una educación inclusiva y de calidad
Contigo, UNICEF está ayudando a los niños y niñas con necesidades especiales de Uganda a tener una oportunidad y a seguir el ejemplo de sus profesores.
Los menores con discapacidad se siguen enfrentando a numerosas dificultades para poder acceder a una educación inclusiva. Esto puede deberse a varias causas, como la falta de información con la que cuentan los padres, la falta de recursos para implementar políticas de accesibilidad o, simplemente, la falta de referentes y ejemplos a seguir que les ayuden a abordar este tema con normalidad.
Cuando en UNICEF analizamos el caso de Uganda y nos paramos a pensar de qué manera podríamos ayudar a los niños y niñas de la zona, nos preguntamos: “¿Qué mejor ejemplo para animar a estos alumnos y a sus familias a ir a clase que contar con profesores que tengan algún tipo de discapacidad?”
Tres alumnos con problemas de visión utilizan en clase uno de los dispositivos proporcionados por UNICEF.
En el centro educativo Spire Road, que es uno de los 20 colegios que participan en esta iniciativa, cientos de niños y niñas disfrutan cada día de dispositivos de asistencia que les ayudan a seguir el ritmo del aula sin ningún tipo de dificultad. De esta manera, aquellos jóvenes que tengan problemas de visión, de audición o en el habla, podrán utilizar estos aparatos para participar en clase y comunicarse con sus profesores, que también presentan algún tipo de discapacidad. Este es el caso de Catherine Anyango, la profe de mates con la que pudimos charlar en nuestra visita a la escuela.
Acaba de tocar el timbre y varios estudiantes salen corriendo por el pasillo, pero Catherine no tiene ninguna prisa, porque está ayudando a una de sus alumnas a resolver un problema de matemáticas en braille. El hecho de que ella también tenga un cierto grado de discapacidad visual le hace conectar con los niños de clase y sacar lo mejor de ellos. De hecho, ¡dos de ellos ganaron hace dos años una competición de matemáticas a nivel regional! Como ella misma reconoce, los dispositivos de asistencia les han cambiado la vida: “Cuando yo estudiaba no teníamos este tipo de tecnología, y a mí se me hizo muy difícil estudiar. Me encanta que los niños no tengan que pasar por esas dificultades. Esto les ayuda a recordar que son igual de capaces que el resto”, nos explica.
La profe ayuda a la joven Habiba Sabiba, de 14 años, a utilizar el lector de braille.
Otro de los dispositivos aportados por UNICEF no solo facilita la labor de los profesores en clase, sino que son un método clave en el aprendizaje de los alumnos. Permite a los maestros grabar las lecciones para que los estudiantes las escuchen cuando quieran, repasen en casa y puedan hacer los deberes sin ayuda.
Además, Catherine también nos habla de la plataforma educativa Kolibri, desarrollada por UNICEF, en la que los estudiantes pueden ver vídeos en lenguaje de signos, leer libros electrónicos adaptados a personas con visibilidad reducida y utilizar audiolibros: “Cada vez que necesito acceder a materiales online, abro el portátil y preparo las clases con Kolibri. Los niños prefieren ver vídeos y escuchar audiolibros antes que oírme a mí todo el rato”, nos cuenta entre risas.
La profesora Anyango lleva desde 2011 enseñando a niños con discapacidad.
Les decimos “hasta pronto” a los niños y niñas del Spire Road y ahora le toca el turno a otro de los colegios que participan en este proyecto, la Escuela Primaria St. Bernadette, en el municipio de Hoima. Allí, conocemos a Samuel Atuhairwe, Director de la Unidad de Necesidades Especiales del centro y profesor con discapacidad visual. Para Samuel, ante la actitud de la sociedad frente a la discapacidad dice: “Tengo una familia, un trabajo y una carrera, como cualquier persona sin discapacidad. Además de enseñar, estoy desmitificando los estereotipos sobre las personas con discapacidad y ayudando a los niños que aún están escondidos en sus casas a ir a la escuela”.
Samuel Atuhairwe enseña a sus alumnos a utilizar los dispositivos de asistencia.
Gracias a tu colaboración podremos seguir trabajando en el desarrollo de una educación inclusiva para todos los niños y niñas. Trabajando juntos, conseguiremos que ningún niño o niña del planeta se quede atrás y que estos jóvenes con tantas ganas de aprender tengan las mismas oportunidades que el resto.