Navegando hacia el futuro
El programa Unidos por la educación, del que formas parte, está haciendo posible que miles de jóvenes puedan continuar sus estudios a pesar de no poder volver a sus escuelas tras las graves inundaciones de la pasada primavera.
Niños de Malawi cruzando un lago para recibir clase
A muchos niños y niñas les cuesta levantarse para ir al cole. No es el caso de estos niños de Malawi que, además deben cruzar un lago para recibir clase. Las severas inundaciones producidas por las fuertes lluvias de principios de año han cambiado la rutina diaria de 92.000 personas en la zona, de las cuales más de la mitad son niños.
El agua arrasó con todo, dejando las carreteras deterioradas, los cultivos arrasados y las viviendas prácticamente inhabitables. Además, las familias que viven en la zona de Chauma están totalmente aisladas y ahora viven en una especie de isla, por lo que dependen de pequeñas barcas para moverse. Ante esta situación, las escuelas se han convertido en refugios de emergencia, lo que ha dejado sin colegio a casi 19.000 niños.
Vista aérea del centro de aprendizaje temporal construido por UNICEF en Chauma.
En nuestra visita a la zona, pudimos conocer a una de las niñas afectadas. Maureen, de 14 años, nos contó su experiencia durante la tormenta: “El agua arrasó nuestra casa, y no pudimos ir a la escuela durante varias semanas. Ahora, para poder llegar al colegio, mis compañeros y yo tenemos que usar una canoa y remar hasta el otro lado del río. No hay ningún adulto que nos pueda ayudar, así que la mayoría de los días llegamos tarde a clase”. A pesar de las adversidades, estos jóvenes no quieren perderse ni un día de colegio, así que lo menos que podíamos hacer es ayudarles a tener su derecho a la educación garantizado. Gracias a tu apoyo, lo estamos haciendo posible.
Una de las canoas con las que podemos hacerles llegar la ayuda humanitaria.
Para limitar el impacto de las inundaciones en la educación de los niños, la respuesta de emergencia de UNICEF proporcionó rápidamente educación esencial y suministros de agua, saneamiento e higiene para restablecer el aprendizaje de los niños en las 22 escuelas afectadas.
Además, desde UNICEF estamos colaborando con el Ministerio de Sanidad para reforzar la atención primaria de las personas desplazadas y para que los más pequeños estén cuidados y protegidos, ya que estamos observando un aumento de las enfermedades contagiosas por el agua.
Los niños ahora pueden asistir a clase en las carpas instaladas por UNICEF.
Aunque todavía queda mucho por hacer para reconstruir todas las zonas afectadas, los niños y niñas de Malawi saben que no están solos y que pueden contar con nosotros para seguir estudiando a pesar de todo. 19.000 gracias por impulsar la infancia a nuestro lado.