Los colegios de Malí apuestan por la salud mental
El apoyo psicosocial se está convirtiendo en una pieza clave en la educación de los niños y niñas que viven en zonas de conflicto. Descubre cómo estás ayudando a UNICEF a proteger a los más pequeños y garantizar su derecho a la educación.
Los conflictos de los últimos 10 años en la zona del Sahel central están todavía hoy muy presentes para los habitantes del país, ya que ocasionó miles de muertos y millones de desplazados internos.
Las huellas que ha dejado en toda la población son marcadas, y más en los niños y las niñas de Malí que han visto y sufrido demasiado, algo que se refleja en todos los ámbitos de su vida, también en la escuela. Por eso, desde UNICEF estamos protegiendo el derecho a la educación de los más pequeños, a través de cursos de formación para los profesores en materia de salud mental y convirtiendo los colegios en espacios seguros.
Los niños y niñas de Malí encuentran en clase el apoyo psicológico que necesitan.
Uno de los centros educativos que está participando en esta iniciativa es la escuela primaria Yirimadio A, en Bamako, donde 578 alumnos de entre 6 y 15 años se están beneficiando de la formación que UNICEF impartió a los profesores del centro al inicio del curso escolar. Idrissa Lahaye, la directora del centro, nos contó cómo estos cursos son clave para mejorar el bienestar de los alumnos: “El apoyo psicosocial es un tema muy importante. Tenemos varios niños que sufren estrés y angustia, y esta formación nos ha proporcionado las habilidades necesarias para poder ayudarles”.
Además de aprender a identificar a los alumnos en situación de vulnerabilidad, los profesores descubrieron varias técnicas de apoyo psicológico, empezando por preparar clases adaptadas según las necesidades de los estudiantes y hacer preguntas de sondeo específicas para escuchar sus preocupaciones. Como sabemos que muchos de los traumas infantiles se deben a la inestabilidad que sufre el país desde hace más de 10 años, UNICEF está trabajando con el Ministerio de Educación de Malí para abordar cuestiones relacionadas con la crisis y hacer que el sistema educativo sea más resiliente. “Con la crisis de 2012, los niños presenciaron situaciones que les crearon un trauma, y esto podría afectar a su aprendizaje”, nos explica la directora.
Las mochilas azules de UNICEF llegan hasta Malí cargadas de recursos educativos.
Tras unos meses viendo los beneficios de estas medidas educativas, se decidió que los cursos de formación no iban a estar dirigidos únicamente a los docentes de las regiones en crisis y ampliamos el programa a todo el país. Viendo la increíble acogida que está teniendo, queremos que todos los estudiantes de Malí puedan sentirse a salvo en los colegios y compartir con los maestros sus experiencias vitales.
Assetou Diakité es una de las maestras de primaria que recibieron nuestra formación.
La formación consta de tres bloques: un módulo teórico que explica los conceptos básicos sobre salud mental y apoyo psicosocial, una guía para formadores y un kit de recursos educativos para profesores que contiene fichas de actividades en el aula para ayudar a los estudiantes a expresar sus emociones, desarrollar la empatía y colaborar con el resto de los alumnos.
Los profesores de primaria ahora cuentan con herramientas para tratar los casos más graves, ya que no hay que olvidar que algunos de estos niños han perdido a familiares directos y están continuamente expuestos a situaciones de violencia e inseguridad. Ahora, gracias a tu colaboración con Unidos por la educación, los niños y niñas más vulnerables cuentan con un salvavidas en su propia escuela.
La profesora Kone les enseña a los alumnos de 4º una de las fichas de ejercicios.
Además, estamos instaurando en las escuelas grupos de apoyo de profesores para los propios docentes del centro, ya que su bienestar también es imprescindible para el mejor desarrollo de los centros educativos.
Los resultados de este programa nos animan a llevarlo a otras zonas y regiones, un esfuerzo donde tu apoyo y ánimo resultan imprescindibles. Juntos podremos seguir garantizando una educación de calidad tanto en contenidos como emocional.