A aprender se aprende jugando…

El alumnado más joven de Guinea-Bissau nos necesita para disfrutar de proyectos educativos adaptados a su edad. Descubre cómo garantizamos su educación a través del juego y cómo formamos a sus profesores en los Centros de Recursos de UNICEF.

Niños y niñas en Guinea-Bissau

Desde UNICEF, creemos firmemente que la base del aprendizaje se construye en los primeros años de vida. Los peques que no pueden disfrutar del primer ciclo de aprendizaje no suelen alcanzar a sus compañeros, lo que perpetúa un ciclo de bajo rendimiento y altas tasas de abandono escolar que continúa desfavoreciendo a las poblaciones vulnerables, sobre todo en países en vías de desarrollo como es el caso de Guinea-Bissau.

Allí, estamos fomentando la educación infantil en las guarderías y en el Centro de Recursos RENAJI-GB, un espacio donde los profesores pueden ampliar sus conocimientos sobre la educación de los más pequeños y los niños pueden aprender a través de juegos adaptados a su edad. Un proyecto innovador que nos permite garantizar los derechos básicos de la infancia que estamos llevando a cabo gracias a tu colaboración con Unidos por la educación.

Una profesora con sus alumnos.

Una de las profesoras lee un cuento ante la atenta mirada de los alumnos de infantil.

Este Centro de Recursos apoyado por UNICEF es el primero en inaugurarse en Guinea-Bissau. Desde su creación en 2021, este centro está recibiendo libros y material escolar para estimular el desarrollo de los niños y para que los profes aprendan a involucrar a los niños en juegos y actividades que desarrollen sus habilidades cognitivas y sociales.

Como nos cuenta Carla Jauad, Especialista en Desarrollo Infantil Temprano de UNICEF, “estamos sentando las bases de la educación infantil en el país, por lo que necesitamos que los educadores comprendan qué sucede con el niño en términos de desarrollo cuando juega. Aquí nos tomamos los juegos muy en serio. En nuestra visita podemos comprobar de primera mano que una de las niñas, Henriquela, parece que simplemente está jugando con unas pinzas de la ropa, pero su profe nos explica que en realidad está desarrollando la coordinación ojo-mano y mejorando su agarre, por lo que está trabajando en su motricidad fina y pronto podrá coger un lápiz sin problemas.

Unos niños aprenden jugando.

Lo que aparentemente puede ser un juego realmente es parte del desarrollo de los niños.

En el Centro de Recursos aprenden los pequeños, pero también los mayores. Zinaida Imbana, de 28 años, está en el último año de la carrera de Educación infantil y su tesis final trata sobre el aporte de la metodología María Montessori en el proceso del desarrollo cognitivo de los niños de 4 y 5 años. Aquí encuentra libros, materiales y actividades prácticas que le ayudan en su investigación. "Vengo muchas veces al Centro de Recursos para conseguir el material que necesito para mi tesis", nos cuenta la futura profe. "Cojo cuentos prestados para leérselos a los niños y usarlos como inspiración para inventar mis propias historias".

Una mujer lee un libro.

Zinaida consulta uno de los ejemplares disponibles en la biblioteca del centro.

La falta de materiales dificulta mucho la práctica pedagógica de quienes trabajan con niños en edad preescolar, sobre todo de aquellos que son más vulnerables y viven en zonas de difícil acceso. Gracias a personas como tú, los profes del centro tienen a su disposición todo lo que necesitan para ayudar a los más pequeños a desarrollar todas sus capacidades.

Ahora mismo, la infraestructura creada por UNICEF apoya a unos 500 centros en Guinea Bissau, incluidas guarderías públicas, privadas y comunitarias, que benefician a unos 17.000 niños y niñas como Henriquela. Según nos cuenta su madre, Ezequiela, cuando se despide de la pequeña antes de entrar a clase, “le encanta venir a la guardería y está aprendiendo mucho. He visto un gran cambio desde que empezó las clases. A través de los juegos, está aprendiendo el alfabeto y ya sabe contar hasta 25, aunque lo que más le gusta es que le lean cuentos. ¡Luego nos los repite en casa!”, nos explica entre risas.

Una madre con su hija.

Ezequiela lleva cada día a la guardería a la pequeña Henriquela con una sonrisa.

Con tu importante colaboración estamos contribuyendo a crear una sociedad en la que todos los niños y niñas del planeta tengan las mismas oportunidades y crezcan con todos los recursos y herramientas que necesitan para formarse y soñar con ser lo que ellos quieran en el futuro. Y si es a través del juego, pues ¡mucho mejor!

 
© UNICEF/UNI83853/Asselin
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