Aprendizaje para empezar de cero
Queremos hablarte del papel fundamental que está teniendo la escuela en la vida de Priel, una niña refugiada en Grecia que sueña con ser voluntaria en el mismo centro de acogida de UNICEF que la ha recibido a ella.
La inestabilidad social, política y económica en R.D. del Congo está generando miles de desplazados internos y provocando que familias enteras huyan del país y busquen refugio en un lugar más seguro sin mirar atrás, como la familia Itoki, que llegó a Grecia buscando una nueva oportunidad. Una mujer y dos niños pequeños que lo dejaron todo para intentar empezar de cero a casi 5.000 kilómetros de su hogar.
Kamdi, la mamá de los pequeños, se puso a trabajar nada más llegar a Tesalónica para que sus hijos tuvieran cubiertas sus necesidades y se centraran en lo más importante para cualquier niño refugiado: ir a la escuela y aprender el idioma local. A pesar de todas las dificultades a las que se enfrenta la familia, la prioridad siempre ha sido que los niños no faltaran ni un solo día al colegio, ¡y así ha sido! Los hermanos hablan tres idiomas, lingala, francés y un griego perfecto, ya que después de tres años, están totalmente integrados y tienen casi el mismo nivel que el resto de los niños de su clase.
Mochilas azules de UNICEF listas para recibir a las niñas y niños refugiados en uno de nuestros Centro de Actividades.
En su país, la pequeña Priel sólo fue al jardín de infancia durante un año, pero ya desde muy pequeña le encantaba ir a clase. En cuanto llegaron a Grecia, su madre la matriculó en la escuela, pero además, la apuntó al Centro de Actividades Creativas y Tareas ARSIS de UNICEF. Se trata de una asociación pensada para facilitar la integración de los niños refugiados y migrantes que les permite encontrar una mano amiga para todo lo que necesiten, desde clases particulares hasta un espacio seguro en el que quedarse mientras sus padres trabajan. Además, cuentan con la ayuda de una trabajadora social y de todos los voluntarios del centro.
En nuestra charla con Kamdi, nos explicó que el apoyo que recibe de todo el equipo es incalculable, y que está siendo vital para poder sacar adelante a sus hijos. “Si necesito cualquier cosa, sé que todo el equipo estará ahí para ayudarme. Además, los niños disfrutan mientras aprenden y por eso van tan bien en la escuela”.
A Priel le encanta hacer manualidades en el Centro de Actividades Creativas.
A través de la iniciativa “Todos a la educación” de UNICEF, estamos destinando recursos a centros de aprendizaje como este para que ningún niño, independientemente de su país de origen o de sus circunstancias personales, se quede atrás. Así, conseguimos que niñas como Priel tengan la motivación para seguir aprendiendo y para llegar a lo más alto, como ella misma nos cuenta: “En el centro, los profes me ayudan con los deberes. Con un poquito de ayuda, ¡soy capaz de hacer las cuentas yo sola! Todo lo que aprendo aquí por las tardes, me sirve para ir más segura a clase por las mañanas”.
Después de recorrer las instalaciones, Priel nos enseñó todos los proyectos de manualidades que había hecho y nos siguió contando su experiencia: “Aquí he aprendido a pintar, y todos dicen que debería ir a una escuela de arte, pero a mí lo que realmente me gusta son las mates, sobre todo cuando me ponen problemas difíciles”, nos dice entre risas. Con opciones tan variadas sobre la mesa, le preguntamos a la pequeña qué le gustaría ser de mayor, y esto es lo que nos respondió: “Quiero estudiar Matemáticas y volver al Centro de Tareas dentro de unos años para ser voluntaria y ayudar a los niños como hoy me ayudan a mí”.
Para Priel, el mejor momento del día es cuando va al Centro de Actividades Creativas y Tareas ARSIS.
Gracias a tu colaboración con el programa Unidos por los refugiados y migrantes de UNICEF podemos sacar adelante este tipo de programas. Pero también nos está permitiendo conseguir todos estos logros en el país heleno:
- Proporcionar material sanitario para 1.713 niñas y niños refugiados y sus familias.
- Formar a 379 maestros de primaria en el acceso a las vacunas y en el uso correcto de las medicinas.
- Ofrecer apoyo psicosocial a 1.148 niños tanto en centros educativos como en centros de acogida.
- Concienciar a 266 agentes sociales sobre la importancia de la prevención de la violencia de género, incluido el lanzamiento de la app Play Safe para los jóvenes.
- Garantizar el acceso a la educación formal para 12.136 niños y niñas.
- Hacer posible que 2.678 niños y niñas migrantes reciban apoyo educativo por primera vez en 35 centros de aprendizaje gestionados por UNICEF.
- Distribuir 5.984 unidades de material escolar, como mochilas, cuadernos, etc.
Los datos hablan por sí solos, miles de niños y niñas que han visto y sufrido demasiado para su corta edad están empezando una nueva vida lejos de la violencia y la inseguridad gracias a ti.