La vuelta al cole más esperada en Ucrania
Los centros educativos reconstruidos por UNICEF y su red de colaboradores vuelven a abrir sus puertas 19 meses después de que empezara la guerra. Descubre cómo estos niños vuelven a ser niños gracias a personas como tú.
Como en todos los conflictos, las niñas y los niños son el colectivo más vulnerable, por lo que una vez más, están teniendo que dejar atrás la infancia y se ven obligados a crecer de golpe para sobreponerse a una situación que ni siquiera son capaces de entender. Desde UNICEF estamos trabajando para que recuperen en lo posible sus vidas y derechos como el de tener una educación de calidad.
Gracias a tu colaboración con Unidos por Ucrania, más de 1,5 millones de niños ucranianos pudieron volver a clase el pasado mes de septiembre. Como puedes imaginar, los continuos ataques que a día de hoy sigue sufriendo el país destruyeron miles de escuelas y centros de aprendizaje. En estos momentos, estamos centrando nuestros esfuerzos en reconstruir los colegios y jardines de infancia más afectados a lo largo de todo el territorio. Volvemos a llenar nuestras mochilas azules de sueños y de esperanza, y nos disponemos a visitar a varios alumnos de la zona de Odesa, ¿nos acompañas?
Una de las aulas ya está lista para recibir a los alumnos en el nuevo curso.
Es hora de volver a clase en la ciudad de Prylymanske, pero este año la situación es muy diferente: más de 4.500 desplazados internos (de los cuales, 796 son niños y niñas en edad escolar) han encontrado su nuevo hogar en la región de Odesa, por lo que el número de estudiantes matriculados se ha disparado y hay diez grupos de 1º de Primaria solo en la escuela que visitamos. Ahora, además, las escuelas ofrecen más seguridad, ya que estamos garantizando que todas cuenten con un refugio antiaéreo. La protección de la infancia frente a la terrible situación que se están viviendo es nuestra mayor prioridad.
Los alumnos de Primaria vuelven con mucha esperanza a las aulas.
El primer día de clase, tuvimos la oportunidad de conocer a Aleksander, el padre de Davyd, de 7 años. Ellos eran algunos de los asistentes a las jornadas de información organizadas por la escuela, donde les explicaron el protocolo de seguridad ante un posible bombardeo. “Ahora que estoy visitando el centro y conociendo a todo el personal, siento que mi hijo está seguro en el colegio”, nos cuenta el padre. Davyd lleva preparándose para este día desde hace meses y está deseando empezar el curso y conocer a sus compañeros: “Estoy aprendiendo a leer y a escribir. Tengo un montón de ganas de empezar las clases”, nos cuenta ilusionado.
Davyd le enseña a su padre la clase con todo el material proporcionado por UNICEF.
Cuando terminamos de charlar con el pequeño Davyd, conocimos a una de sus compañeras de clase, Sofía. La pequeña ya tuvo que huir con su madre de Crimea en 2014, por lo que cuando la guerra empezó su mundo volvió a ponerse patas arriba. Tetiana, su madre, nos lo explica de primera mano: “El comienzo de la guerra fue uno de los peores momentos que hemos vivido, aún lo estamos procesando. Por eso es tan importante que los pequeños recuperen la alegría y vuelvan a ser niños”. Sofía, que nos observa mientras coge papel y pinturas de colores, nos cuenta que lo que más le gusta es pintar animales. ¡Seguro que este año saca un 10 en Plástica!
Sofía, de 7 años, nos enseña las nuevas instalaciones deportivas de su colegio.
Después de charlar un rato con los más peques del cole, pudimos hablar con los alumnos de Bachillerato, que por fin han dejado las clases online y vuelven a reencontrarse con sus compañeros y profesores. La joven Aryna nos explica que “cuando no había electricidad ni conexión a Internet, nos íbamos a uno de los refugios para poder seguir las clases desde allí. Pero ahora, gracias a UNICEF, tenemos todo lo necesario para volver a estudiar”. Como ves, tu colaboración con el programa Unidos por Ucrania está haciendo posible que estos niños, niñas y jóvenes tengan su derecho a la educación garantizado.
Aryna está feliz de poder volver a las clases presenciales con sus compañeros.
Las clases en este centro se están organizando por turnos: los alumnos de Primaria irán al colegio por la mañana y, los de Secundaria y Bachillerato, por la tarde. Natalia Shavranska, subdirectora del centro, nos cuenta las mejoras educativas que están llevando a cabo gracias a UNICEF: “Mientras la escuela estaba en fase de reconstrucción, y como no teníamos espacio para todos los alumnos, utilizábamos un formato mixto: algunos estudiantes daban clases online y otros venían al centro. Ahora por fin podemos volver al cole todos juntos y de una forma segura”. De hecho, una de las razones por las que ha habido tanto absentismo escolar es porque los padres no dejaban a sus hijos salir de casa por miedo a los bombardeos. Ahora, las escuelas, son más seguras que nunca.
Natalia Shavranska estrenando las nuevas instalaciones del centro.
El equipo de UNICEF lleva trabajando sobre el terreno desde que comenzó el conflicto, con la labor fundamental de reconstruir escuelas, refugios y centros de aprendizaje, pero también para reconstruir los derechos de la infancia. Hoy, hemos vuelto a comprobar lo gratificante que es hacer felices a los más pequeños, así que te animamos a seguir aportando tu granito de arena para que estos niños y niñas crezcan en entornos seguros y tengan la oportunidad que tanto se merecen. Trabajamos para asegurarnos de que la guerra no destruya también su futuro, y contamos contigo para conseguirlo.