Memoria 2019
Gracias a ti cambiamos la vida de millones de niños y niñas
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Dos grandes ciclones asolaron Mozambique el 14 de marzo y el 25 de abril de 2019. El primer ciclón, Idai, provocó graves inundaciones en la ciudad de Beira y en las provincias de Manica y Sofala, dejando miles de muertos y afectando a más de 1 millón de niños.
La inmunización infantil es una de las formas más seguras para controlar y eliminar enfermedades prevenibles en los niños, niñas y adolescentes, y salvar vidas. En Cuba, el 95% de la población (infantil y adulta) está vacunada contra 13 enfermedades, gracias al Programa Nacional de Inmunización.
En Filipinas, los traumatismos causados por accidentes de tráfico ocupan el noveno lugar entre las principales causas de mortalidad en niños y adolescentes de 5 a 14 años.
En España promovemos y defendemos los derechos de los niños, niñas y adolescentes que viven en nuestro país y en otras partes del mundo, fomentando políticas públicas que mejoren su bienestar y que se escuche su voz.
Los niños y niñas en Bolivia se enfrentan aún a numerosos retos que afectan a sus posibilidades de sobrevivir y desarrollarse en la primera infancia (0 a 6 años). Desde UNICEF estamos implementando un modelo de desarrollo integral de la primera infancia en dos municipios del país (El Alto e Independencia).
Las escuelas de Guinea-Bissau se enfrentan a numerosos retos, la mayoría de los cuales se ven agravados por la falta de infraestructuras y de suministros adecuados.
El 94% de los niños y niñas de entre 1 y 14 años en Ghana ha sufrido algún tipo de castigo o disciplina violenta. Algunas de estas agresiones suceden en los entornos donde los niños deberían sentirse más seguros, como el escolar.
La crisis humanitaria que asola República Centroafricana desde 2003 es la tercera más grande del mundo según la proporción de población que necesita ayuda humanitaria, más de la mitad. No obstante, todos los habitantes del país, unos 4,8 millones de personas –la mitad niños y niñas- se han visto afectados de una forma o de otra por el conflicto.
La guerra en Siria lleva activa ya nueve años y en 2019 continuó impactando gravemente en la vida de la infancia y la de sus familias y comunidades.
Los niños y niñas rohingya continúan sufriendo altas tasas de desnutrición aguda y el efecto tanto de enfermedades transmisibles por el agua como prevenibles a través de una vacuna.
Desde el cierre en 2017 de las rutas migratorias de población hacia Europa Occidental a través de los Balcanes, Bosnia y Herzegovina ha tenido que afrontar una afluencia cada vez mayor de migrantes, solicitantes de asilo y refugiados.
12.328 niños y niñas en consejos de participación infantil y adolescente en España“Me llamo David Oriel, soy de Puerto del Rosario (Fuerteventura), tengo 15 años y llevo desde los 11 en el consejo de participación infantil y adolescente. En el grupo me siento como uno más y se me respeta. Creo que ayudo y aporto mucho. Puedo dar mi opinión y ofrecer experiencias para mejorar la vida de los niños, niñas y adolescentes de mi municipio. Gracias a este consejo he cambiado, a mejor, mi manera de interactuar con las personas; tengo la oportunidad de hablar con los políticos y las políticas sin temor a sentir vergüenza.
Animaría a que todos los niños, niñas y adolescentes participen en proyectos de participación, porque pueden aportar sugerencias, ayudar a su municipio y además entretenerse. Una de las acciones que hemos hecho y que ha ayudado a personas que como yo son invidentes o tienen una visión reducida, ha sido instalar dispositivos sonoros en los semáforos”.
51 millones de niños y niñas con ayuda económica para salir de la pobrezaArina, de 13 años, sostiene en brazos a su hermano pequeño, Daniil. Junto a su madre, su padrastro y sus dos hermanas, comparten un pequeño apartamento de dos habitaciones en Nursultán, capital de Kazajstán. Durante la última década, Kazajstán ha avanzado notablemente en la reducción de la pobreza. No obstante, aún existen muchas familias en situación vulnerable que no están recibiendo atención.
En 2019, iniciamos un modelo basado en “más dinero en efectivo”, en colaboración con el Ministerio de Trabajo y Protección Social de Kazajstán, para optimizar los beneficios de dichas transferencias en la pobreza infantil y otros resultados positivos en la infancia. A nivel mundial, nuestros programas de transferencias en efectivo en 2019 alcanzaron a 51 millones de niños y niñas, de los que 8,5 millones se encontraban en situaciones de emergencia.
14.400 ex niños y niñas soldado reintegrados en la sociedadLos niños y niñas continúan sufriendo violaciones de sus derechos en sus hogares, en sus escuelas, en sus comunidades y en Internet. De hecho, 2019 supuso el cierre de una década mortífera en la que se verificaron más de 170.000 violaciones graves contra niños en situaciones de conflicto. Con el fin de protegerlos frente a la violencia y la explotación, trabajamos en más de 150 países.
Niños como Matthew, de 17 años, que fue raptado en su casa en Sudán del Sur por un grupo armado y mantenido en cautiverio durante dos años. Fue liberado formalmente con nuestra ayuda, le proporcionamos formación profesional en agricultura y le acompañamos en su proceso de reintegración en su comunidad, asignándole un asistente social que le prestó ayuda psicosocial y orientación. En 2019, en un total de 19 países, prestamos atención y servicios a más de 14.400 niños y niñas que habían abandonado fuerzas o grupos armados durante los últimos años.
5,7 millones de matrimonios infantiles evitadosLa sonrisa ancha y el miedo en un cajón. Así es Rima Bera, de 17 años, una joven activista comprometida con la prevención del matrimonio infantil en su comunidad en Namgarh (Bengala Occidental, este de India). Ya ha impedido varios matrimonios prematuros en su entorno y quiere seguir trabajando sin descanso para cambiar muchas normas sociales que atentan contra los derechos humanos.
El matrimonio infantil es una grave violación de los derechos de las niñas y niños, y se trata de la forma más generalizada de abuso sexual y explotación en menores de 18 años. A lo largo de 2019 llevamos a cabo intervenciones de prevención y atención para evitar el matrimonio infantil de más de 5,7 millones de niñas, niños y adolescentes.
39,1 millones de niños y sus familias con agua potableAhora, en medio de la pandemia por COVID-19, todos y todas somos muy conscientes de la importancia del lavado de manos, con agua y jabón, para impedir la transmisión de enfermedades. Este alumno de la escuela primaria Kanungu, en República Democrática del Congo (RDC), ya lo sabía en 2019 y por eso hace una demostración a sus compañeros y compañeras.
En 2019 proporcionamos acceso a agua potable a 39,1 millones de personas en medio de crisis humanitarias en 64 países. También garantizamos la disponibilidad de instalaciones básicas de agua, saneamiento y lavado de manos en más de 8.000 escuelas, beneficiando a 2,4 millones de niños y niñas.
17 millones de niños y niñas con educaciónFeliz, orgullosa y satisfecha. Así se siente Asma’a, de 6 años, en el centro de la imagen, mientras juega y aprende en la escuela infantil del campamento para refugiados sirios de Zaatari, en Jordania. Es una de las 54 aulas que estamos construyendo y equipando en este campamento y el de Azraq para que cerca de 4.000 niños y niñas reciban una educación equitativa y de calidad.
En 2019, la guerra, los desastres naturales, las enfermedades y los efectos del cambio climático —junto a situaciones de vulnerabilidad como la pobreza, la desigualdad de género y la discapacidad— obstaculizaron el derecho a la educación de millones de niños y niñas en el mundo. Por eso, el año pasado proporcionamos acceso a la educación preescolar, primaria y secundaria a más de 17 millones de niños y niñas sin escolarizar. También suministramos materiales educativos a más de 12 millones de niños.
4,1 millones de niños y niñas salvados de una muerte segura por desnutriciónViendo esta poderosa sonrisa, nadie pensaría que el pequeño Ali Abubakar estaba al borde de la muerte hace apenas unas semanas. Ahora, con nuestro tratamiento contra la desnutrición aguda grave en el centro de estabilización del hospital de Ad-Damazin, capital del estado de Nilo Azul (Sudán del Sur), Ali se está recuperando. Parece un milagro, pero no lo es; es el resultado del trabajo del personal sanitario, de tantos y tantos profesionales entregados.
En 2019 tratamos a 4,1 millones de niños y niñas con desnutrición aguda grave como Ali en situaciones de emergencia. La mayoría, 9 de cada 10, se salvan y consiguen salir adelante. También ofrecimos servicios para evitar que 307 millones de niños menores de cinco años cayeran en la desnutrición y suministramos suplementos de vitamina A a más de 249 millones de niños y niñas en países clave.
1 de cada 2 niños del mundo vacunadosRose Tupemuni posa sentada con sus hijos frente a la casa familiar en la provincia de Kasai (República Democrática del Congo, RDC) el pasado noviembre. Unos meses antes, los combates obligaron a la familia a huir de su hogar en una localidad remota del país. Rose no pudo vacunar a su hija de tres años contra el sarampión y, desgraciadamente, la niña falleció víctima de la enfermedad.
Ahora que se han instalado en la zona sanitaria de Tshikapa, las vacunas se han convertido en una prioridad para Rose. “Ahora todos mis hijos están protegidos. Todos están vacunados contra el sarampión”, nos cuenta sonriente.
En 2019 suministramos vacunas contra enfermedades mortales para inmunizar a casi la mitad de los niños menores de 5 años del mundo, con el apoyo de numerosos aliados como la Fundación Bill & Melinda Gates. Concretamente, inmunizamos contra el sarampión a 43,1 millones de bebés, niños y adolescentes en situaciones de emergencia como la que vive la RDC.
Gracias a ti
Presidente de UNICEF España
2019 fue el último año “normal” de nuestras vidas. El 31 de diciembre, la Comisión Municipal de Salud de una ciudad china llamada Wuhan notificaba una serie de casos de neumonía entre la población. La COVID-19 aparecía en escena. El resto de la historia ya la conocemos. O al menos una parte, porque el desenlace mantiene en vilo a toda la humanidad.
Es imposible mirar al 2019 sin pensar en estos meses de cuarentena, miedo, aislamiento y temor. Hoy el mundo es otro. Somos otros. Al menos de momento. Y será así hasta que frenemos esta pandemia con un efectivo tratamiento o una vacuna, que seguro llegará.
En UNICEF llevamos más de 70 años enfrentando emergencias y catástrofes de todo tipo; sabemos de lo que hablamos. Hemos sido actores principales en aliviar el sufrimiento de millones de niños y niñas en guerras, terremotos, hambrunas, epidemias de todo tipo.
Si hablamos de vacunas: en 2019 vacunamos contra enfermedades mortales a casi ¡la mitad de los niños del mundo! Si se trata de lavarse las manos: el año pasado proporcionamos acceso a agua potable a casi 40 millones de personas en medio de crisis humanitarias de toda índole en 64 países. Si el objetivo es salvar vidas: evitamos que 307 millones de niños menores de cinco años cayeran en la desnutrición. Resultados que hemos logrado gracias a una idea fija: defender los derechos de los niños y las niñas en todo el mundo y ayudarles a alcanzar su máximo potencial. Y nunca nos rendimos.
Mientras escribo estas líneas mirando a ese pasado reciente, que hoy parece tan lejano, nuestra organización se afana en todo el mundo en su lucha contra la COVID-19 sin desatender los necesarios e ingentes esfuerzos en supervivencia, salud, educación y protección que nos permiten ofrecer hoy estos resultados. Esa lucha contra la pandemia es un microcosmos del trabajo que realiza UNICEF para proteger a los niños más vulnerables y desfavorecidos, y para invertir en el fortalecimiento de los sistemas y servicios a largo plazo.
Y esa lucha no sería posible sin todos y cada uno de los que formáis parte de la familia de UNICEF. Gracias por los millones de éxitos que suponen cada niño vacunado, cada niña en la escuela, cada joven protegido contra la violencia. Los logros de 2019 deben servirnos de acicate para evitar los millones de fracasos que los acontecimientos de 2020 pueden depararnos si no damos la respuesta que los niños y niñas esperan de nosotros.
