La llegada de la COVID-19 supuso una enorme presión en los sistemas sanitarios, cuya capacidad de respuesta se convirtió en un factor clave para hacer frente a un virus que podía descontrolarse. En Belice, esto visibilizó la insuficiente capacidad de sus laboratorios para realizar análisis, la escasez de suministros de protección para el personal sanitario y la falta de equipos de cuidados críticos para los enfermos.
Para atender esta situación, desde UNICEF impulsamos mejoras en la estrategia de gestión de la pandemia, formando al personal sanitario y de laboratorio, y dando acceso a pruebas diagnósticas a los habitantes de zonas más remotas.
A pesar del estado de emergencia declarado en todo el país, a finales de 2020 Belice reportaba casi 11.000 casos de COVID-19 confirmados, la incidencia era de 26 cada 1.000 habitantes. La tasa de mortalidad superaba el 2%, una cifra comparativamente elevada.
Pruebas y resultados: la diferencia entre la vida o la muerte
Cuando Juvencio Chan llegó al Ministerio de Salud en 2001 no se imaginó que protagonizaría este momento crucial en la historia médica de su país. Veinte años después cuenta cómo se encontró liderando un equipo de técnicos de laboratorio en medio de la pandemia de este siglo.
Era cuestión de tiempo... no me sorprendió el primer caso positivo sino lo que implicaba ese resultado, nos teníamos que preparar para lo que se venía
-Juvencio Chan, director del Laboratorio Médico Central en Belice
La posibilidad de hacer pruebas y obtener resultados rápidos se convirtió en una cuestión de vida o muerte. La ayuda que UNICEF proporcionó al Ministerio de Salud fue esencial para dotar de mayor capacidad al sistema sanitario y hacer frente a la pandemia.
El Laboratorio Médico Central pudo obtener información en tiempo real sobre la expansión del virus en las comunidades, y así monitorizar la situación en el terreno y desarrollar una estrategia de respuesta a nivel nacional para recudir el número de personas expuestas al virus.
UNICEF en acción
En UNICEF trabajamos para mejorar la capacidad de respuesta y las habilidades de diagnóstico de la COVID-19 y otras enfermedades:
- Dando acceso a nuevos servicios de laboratorio en comunidades rurales remotas, en las zonas más vulnerables de Belice.
- Fortaleciendo la estrategia de gestión de la COVID-19 y otras enfermedades mediante el incremento de la vigilancia rutinaria en las comunidades.
- Formando a los técnicos de laboratorio y demás personal sanitario para fortalecer la capacidad de los laboratorios y otras instalaciones sanitarias.
En 2020 conseguimos grandes resultados
Más de 10.000 personas
de zonas rurales y urbanas con acceso a pruebas de diagnóstico.
883 trabajadores sanitarios
(médicos, enfermeros, técnicos de laboratorio, trabajadores comunitarios) formados en el diagnóstico, gestión y vigilancia de la COVID-19.
4.000 test de diagnóstico y 200 mascarillas
comprados y distribuidos.
Laboratorio Médico Central y otros 13 laboratorios
con una cobertura eficiente y amplia en la recogida y envasado de muestras.