Nuevo curso escolar en Afganistán: 2,2 millones de niñas sin educación secundaria
Desde UNICEF desarrollamos programas de aprendizaje en las comunidades, a través de los cuales miles de niñas están avanzando en su formación con la ilusión de alcanzar un futuro mejor.

© UNICEF/UNI647556/Khan
24/03/2025
Un nuevo curso escolar da comienzo en Afganistán y el futuro de millones de niñas en el país sigue en vilo: cerca de 400.000 no pueden iniciar la educación secundaria este año, lo que suma ya 2,2 millones de niñas fuera de las aulas en los tres años que llevamos de prohibición.
Si esta decisión se mantiene hasta 2030, más de cuatro millones de niñas no habrán podido ejercer su derecho a la educación al finalizar la escuela primaria.
"Llevamos más de tres años asistiendo a la violación de los derechos de las niñas afganas. Es necesario que todas las niñas puedan volver a la escuela de inmediato. Las consecuencias de seguir privando de educación a unas jóvenes inteligentes y llenas de capacidades causarán estragos durante generaciones. Afganistán no puede dejar atrás a la mitad de su población", afirma Catherine Russell, directora de UNICEF.
Consecuencias devastadoras para todo el país
Las consecuencias son devastadoras tanto para las niñas como para Afganistán.
La prohibición afecta negativamente al sistema de salud, la economía y el futuro de la nación. Al reducirse el acceso a la educación de estas adolescentes, aumenta el riesgo de que contraigan matrimonio siendo aún niñas, lo que perjudica enormemente su bienestar y su salud.
Además, el país deberá afrontar una escasez de trabajadoras sanitarias cualificadas y esa situación pondrá en peligro muchas vidas. Si hay menos doctoras y matronas, las niñas y las mujeres no recibirán la atención médica y el apoyo que necesitan. Según nuestras estimaciones, esto provocará 1.600 muertes maternas y más de 3.500 muertes infantiles adicionales. Unas cifras que no son meros números, representan pérdidas de vidas y muchas familias destruidas.
Seguimos trabajando por las niñas de Afganistán
En UNICEF continuamos nuestra inquebrantable labor a favor de todos los niños de Afganistán, especialmente las niñas que se están quedando sin oportunidades de estudiar.
Pese a la prohibición, nuestros programas de aprendizaje en las comunidades han permitido que 445.000 niños y niñas (un 64% de ellos, niñas) hayan podido acceder a la educación.
Asimismo, estamos trabajando para empoderar a las maestras y ofrecer a las niñas modelos de conducta positivos.
"Seguiremos defendiendo el derecho a la educación de todas las niñas afganas, e instamos a las autoridades de facto a levantar inmediatamente la prohibición. La educación no es solamente un derecho fundamental: es también el camino que conduce a una sociedad más saludable, más estable y próspera", concluye Russell.
En este sentido, te contamos la historia de Maryam, una joven que desde muy pequeña tuvo que hacer frente a enormes barreras para avanzar en su educación.
© UNICEF/UNI647552/Khan
Maryam: "una tienda de campaña llena de sueños"
Maryam es una de esas millones de niñas que llevan tres años sin asistir a la escuela secundaria, negándoles su derecho a continuar sus estudios y alcanzar su máximo potencial.
Ahora, gracias al trabajo de UNICEF, puede asistir a un centro en una comunidad rural, para ayudarle a recuperar el aprendizaje que ha perdido.
“Cuando empiezan las clases, dejo lo que esté haciendo y voy”, comenta ilusionada.
Tras un viaje de dos horas en coche por un camino complicado, Maryam llega a su clase en una tienda de campaña. Con sus otras 34 compañeras, Maryam se sienta en una de las siete filas ordenadas, rodeadas por paredes de tiendas adornadas con coloridos carteles educativos. Escucha absorta a su maestra al comenzar la clase.
Allí se ofrece algo más que lecciones: es una tienda de campaña llena de esperanza para conseguir un futuro mejor para Maryam y las otras niñas. Es donde sus sueños se protegen de los desafíos que las han alejado de la escuela durante tanto tiempo.
“Quiero ser médica algún día”, cuenta mientras toma notas de lo que escribe su maestra en la pizarra.
UNICEF trabaja en casi 200 Centros de Aprendizaje Acelerado en la comunidad de Maryam y alrededores, educando a 6.000 niños y niñas que, de otro modo, quedarían excluidos del sistema formal.
En todo Afganistán apoyamos 3.500 de estos centros, brindando educación a 107.000 niños, de los cuales 85.000 son niñas (el 79%).
También financiamos los salarios y la formación continua del profesorado y proporcionamos materiales escolares a los alumnos: mochilas, cuadernos, bolígrafos, lápices y otros suministros para que los alumnos puedan estudiar.