¿Cuáles son las diferencias entre malnutrición y desnutrición?
A menudo se habla de la situación nutricional en un determinado país o contexto y se usan los términos “malnutrición” y “desnutrición” pudiendo crear confusión en su significado.
La malnutrición engloba toda situación en la que hay un exceso o bien deficiencias o desequilibrios nutricionales en la alimentación, y tiene como consecuencia problemas graves de salud.
Dentro de este concepto se enmarca tanto la cantidad como la calidad de la alimentación. Así que la malnutrición incluye la desnutrición, que se produce cuando existen deficiencias nutricionales, pero también el sobrepeso y la obesidad.
¿Es lo mismo malnutrición que desnutrición?
No es lo mismo malnutrición que desnutrición, aunque los dos términos se parezcan mucho.
Malnutrición es un concepto más amplio, que se refiere al efecto en las personas de una alimentación nutricionalmente inadecuada, en la que faltan o sobran ciertos nutrientes provocando efectos negativos en la salud y el desarrollo.
El término desnutrición describe parte de las formas de malnutrición.
¿Qué es la desnutrición?
La desnutrición se produce por deficiencias de nutrientes y/o micronutrientes, y afecta gravemente a la supervivencia y desarrollo infantil.
La carencia o escasez de alimentos suficientes y adecuados, por supuesto, es una de las causas. De hecho, y como se muestra en este informe sobre nutrición infantil, la mala calidad de la alimentación infantil está frenando actualmente la supervivencia, el crecimiento, el desarrollo y el aprendizaje de niños y niñas en todo el mundo.
Pero la desnutrición infantil está motivada además por otras causas, como la falta de agua y atención sanitaria, el bajo nivel educativo de las madres y padres y, en último término, la pobreza.
La escasez o mala calidad del agua puede hacer que niños y niñas padezcan habitualmente diarreas u otras enfermedades, perdiendo nutrientes y calorías. También una alta incidencia de otras enfermedades, como malaria o neumonía, lleva a los pequeños a no asimilar los nutrientes y caer en desnutrición.
Una nutrición inadecuada de la madre durante el embarazo influye a su vez en bebés que nacen con bajo peso y alta probabilidad de estar desnutridos. Por eso, disponer de agua potable y contar con atención sanitaria de calidad y cerca del hogar, son factores muy determinantes para que un niño esté sano o padezca desnutrición.
A su vez, casi la mitad de las muertes de niños entre 0 y 5 años están relacionadas con la desnutrición, que, entre otros efectos, debilita el sistema inmunitario, haciendo que los niños y niñas tengan menos defensas ante otras infecciones potencialmente mortales como la neumonía, la diarrea o la malaria.
¿Qué tipos de malnutrición existen?
Los principales tipos de malnutrición que afectan a niños y niñas son:
- 1. Desnutrición crónica o retraso en el crecimiento: Se produce cuando, en especial en los primeros 1000 días de vida (durante el embarazo y hasta los 2 años) hay una ingesta insuficiente de nutrientes, o existen infecciones y enfermedades que impiden asimilar esos nutrientes. En estos casos la estatura del niño es demasiado reducida para su edad, y tanto el desarrollo físico como el cognitivo se ven mermados, con consecuencias para toda la vida. Un niño o niña que padece desnutrición crónica nunca será tan fuerte, sano e inteligente como hubiera podido. Es un tipo de desnutrición para el que no existe tratamiento, por lo que prevenirlo es fundamental.
- 2. Desnutrición aguda o emaciación: Se identifica por un bajo peso respecto a la altura, y se produce cuando los niños o niñas pierden demasiado peso o no ganan suficiente, por una ingesta insuficiente de alimentos en un periodo de tiempo reciente o como consecuencia de alguna enfermedad.
Se puede diagnosticar con la medida del perímetro del brazo, mediante la llamada cinta MUAC (imagen abajo): la zona amarilla indica desnutrición aguda moderada y la zona roja desnutrición aguda severa, la forma más grave de desnutrición. En ambos casos es importante que los niños y niñas reciban tratamiento y es especialmente urgente si se diagnostica desnutrición aguda severa, que supone un alto riesgo de muerte.
Este tipo de desnutrición se dispara habitualmente en situaciones de emergencia con sequías prolongadas, crisis alimentarias y conflictos, pero se da también de forma muy preocupante en países y situaciones más estables y ha aumentado con la pandemia de COVID-19 y el cambio climático.
- 3. Carencias de micronutrientes o deficiencia nutricional: Se producen cuando los niños carecen de las cantidades de vitaminas y minerales esenciales – conocidos como micronutrientes– que su cuerpo necesita para crecer y desarrollarse plenamente. Se relaciona con dietas poco variadas, donde se come siempre el mismo tipo de alimentos. Un tipo de deficiencia de micronutrientes muy conocido es la anemia, que indica falta de hierro y que afecta particularmente a mujeres embarazadas.
- 4. Sobrepeso y obesidad: Los niños con sobrepeso u obesidad pesan demasiado para su estatura. Se produce cuando la ingesta calórica de los niños a través de los alimentos y las bebidas supera sus necesidades energéticas. Es una forma de malnutrición que está aumentando, y que incrementa la probabilidad de sufrir enfermedades como diabetes, o cardiovasculares. Es un motivo de preocupación entre los y las adolescentes, además de para los niños más pequeños.
Para prevenirlo es necesario que las familias puedan tener alimentos sanos a un precio asequible, así como promover hábitos más saludables, tanto en cuanto a la alimentación, como a fomentar más actividad física y mejores hábitos del sueño.
¿Qué es la malnutrición?
Como se ha indicado anteriormente, la malnutrición es el resultado de una alimentación o dieta inadecuada en cuanto a consumo de nutrientes, ya sea por un defecto de nutrientes o de calorías o por un exceso.
La malnutrición afecta a uno de cada tres niños en el mundo en sus formas más visibles: desnutrición crónica, emaciación y obesidad, y a menudo se encuentran estas tres formas co-existiendo en un mismo contexto.
Niños
Adultos
¿Dónde hay más desnutrición o malnutrición en el mundo?
La mayoría de los niños y niñas que padecen malnutrición, en sus diferentes formas, viven en África y Asia, incluyendo los niños con obesidad y sobrepeso.
¿Cómo tratar la desnutrición infantil?
Prevención, detección y tratamiento son los tres enfoques fundamentales para tratar la desnutrición.
PREVENIR todas las formas de malnutrición es indispensable para asegurar que los niños y niñas puedan crecer sanos y felices. Para ello se necesita:
- Mejorar el acceso de niños, niñas y mujeres a dietas nutritivas, seguras, asequibles y sostenibles, y promover prácticas óptimas de alimentación y cuidado.
- Asegurar que los niños y familias cuentan con agua suficiente y de calidad.
- Reforzar los sistemas de salud materno-infantil.
- Contar con servicios de protección social que, para las familias más vulnerables, tengan programas que aseguren que los niños y niñas están bien alimentados. Los desayunos o comidas escolares gratuitos son un ejemplo de estos programas.
En paralelo a la prevención, hay que desarrollar campañas de DETECCIÓN y VIGILANCIA del estado nutricional de los niños y niñas; una detección precoz puede evitar que el niño llegue a un estado crítico.
Aquí tiene un papel fundamental el sistema de salud, con los controles rutinarios durante el embarazo y de seguimiento del crecimiento de los niños y niñas y, cada vez más, los programas de detección familiar y comunitaria. Esta vigilancia cobra especial relevancia en contextos de emergencia, sea por desastres naturales o conflictos cuando el acceso a agua, alimentos y atención médica, se ven amenazados.
Y, por último, en el caso de la desnutrición aguda, es importante que los niños afectados reciban TRATAMIENTO lo antes posible.
El tratamiento implica la provisión de alimentos o de suplementos alimenticios o bien de tratamientos nutricionales desarrollados específicamente para tratar a los niños y niñas con desnutrición, y que permiten tratamiento ambulatorio (sin necesidad de ingreso hospitalario).
En cambio, para los bebés más pequeños y los casos más graves o con complicaciones suele ser necesaria la hospitalización. El tratamiento adecuado puede llevar a tasas de recuperación de hasta un 95%, y sin embargo no hay recursos suficientes para llevarlo a todos los niños que lo necesitan.
Todos los niños y niñas tienen derecho a una nutrición adecuada y a desarrollarse sin que la malnutrición amenace su salud y sus vidas. Poner todos los medios y recursos necesarios para prevenir, detectar y tratar todas las formas de malnutrición deber ser una prioridad en la agenda internacional.
Sin embargo, y pese a importantes mejoras desde 2020, la pandemia de COVID-19, la crisis climática y los conflictos han hecho aumentar los niveles de hambre y desnutrición en el mundo. Esta situación exige respuestas urgentes para salvar millones de vidas de niños y niñas, sobre todo en África y Asia.
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Para saber más sobre malnutrición y desnutrición puedes ver estos vídeos:
- Alimentación adecuada – tipos de desnutrición.
- Desnutrición crónica en Ecuador. Desnutrición crónica en Ecuador 2.
- Desnutrición aguda. Desnutrición aguda (inglés).
- Detección y prevención en familia – Niger.
- Conflicto, sequía, dificultad encontrar tratamiento – Mali.
Fuentes:
- UNICEF Nutrition Strategy 2020-2030.
- UNICEF-WHO-The World Bank: Joint child malnutrition estimates – levels and trends – 2021 edition
- 2021 Global Nutrition Report | The state of global nutrition
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