Y tú ¿por qué haces voluntariado en UNICEF?
Nerea, voluntaria en el departamento de comunicación de UNICEF, nos cuenta las razones que le motivan para luchar por los derechos de los niños.
"¿Y por qué te animaste a hacer voluntariado en UNICEF?" Creo que esta es una de las preguntas que más me hacen cuando hablo de mi experiencia como voluntaria en esta organización. Siempre respondo que han pasado unos cuantos años desde la primera vez que pensé que me gustaría dedicar parte de mi tiempo a personas que me necesitaran (sí, así de general era mi planteamiento), hasta que aterricé en UNICEF.
Fue en 2004, concretamente, cuando llegué a Madrid desde San Sebastián, cuando sentí esa necesidad. Recuerdo que me impactó mucho la cantidad de personas sin hogar que se veían en el centro de la ciudad. Años después, y en pleno apogeo de la crisis, fui viendo que no solo ocurría en los barrios céntricos de Madrid y que cada vez había más personas viviendo en la calle por toda la ciudad.
Supongo que en aquel momento pensé que estaba muy ocupada para dedicar mi tiempo a acciones sociales y elegí hacer aportaciones económicas a un par de ONG que me gustaban. Pero, en el fondo, sabía que necesitaba hacer algo más que eso.
Mis primeros pasos como voluntaria
Muchos años más tarde, en 2016, acabó una importante etapa de mi vida profesional y fue entonces cuando me decidí a retomar la idea de hacer voluntariado. Supe, a través de una plataforma de voluntariado, que Proyecto Hombre buscaba una cocinera para uno de los centros que gestionan en la Comunidad de Madrid y que da de comer a un grupo de unas 60 personas que vive en la Cañada Real. No soy cocinera profesional, pero siempre me ha gustado la cocina, así que me animé y estuve con ellos durante los cinco meses que me necesitaron.
Mi vivencia en Proyecto Hombre me llenó tanto que decidí que quería seguir por ese camino y se lo comenté a mi amiga Sandra, especialista en políticas de infancia de UNICEF. Sandra me dijo que sería genial que aprovechara mi experiencia profesional en los campos del marketing y la comunicación para echar una mano en algún proyecto cuya misión y valores respetara y compartiera. En ese momento se nos encendió la bombilla y ambas pensamos "¿y por qué no UNICEF?"
¿Por qué UNICEF?
Fue así como me animé a contactar con Lara, compañera de Sandra y parte del departamento de comunicación de UNICEF. Estuvimos charlando en la sede de Madrid y vimos que sí, que mi experiencia podría serles de ayuda, así que decidimos que un par de tardes por semana les echaría una mano traduciendo contenidos para el blog, tratando fotografías para la web y apoyándolos en aquellas labores para las que me pudieran necesitar.
Reconozco que hasta que llegué a UNICEF, si bien era consciente de la gran labor que hacen por los derechos de la infancia, el de los niños no era un colectivo con el que estuviera especialmente comprometida. Mi experiencia como voluntaria, sin embargo, ha dado un vuelco a esta realidad ya que me ha permitido conocer de primera mano las historias de Mona, Mohamed, Nabil, Nazaama… niños y sus familiares iraquíes, indios, sirios, a los que he puesto nombres y cuyas historias de superación han marcado para mí un antes y un después.
Lo que hacer voluntariado supone para mí
Durante este tiempo he conocido las acciones que UNICEF lleva a cabo para mejorar la vida de todas estas personas —iniciativas para luchar contra la hambruna, ayuda psicosocial, programas de vacunación, reparto de ropa y un largo etcétera—y lo cierto es que, ayudar a que estas historias de vida se conozcan y a que la importante labor de UNICEF se difunda, supone una gran satisfacción para mí. Además, pensar que puedo estar ayudando a que otras personas se animen a unirse a este proyecto vital, me anima un montón.
Como suele ocurrir con las experiencias de voluntariado, estoy convencida de que UNICEF me aporta a mí mucho más de lo que les aporto yo a ellos.
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