Día Universal del Niño: esta mochila no

Cuando era pequeña, me encantaba preparar la mochila para ir al colegio. Cada noche, metía los libros, el estuche, la agenda y alguna cosa más sin la cual no era capaz de salir de casa, como mi colección de pegatinas o mis "tazos".

Mi mochila podría ser similar a la mochila de cualquier niña de 10 años hoy. Sin embargo, millones de niños en el mundo cargan sobre sus espaldas una mochila muy diferente a la que yo preparaba cada noche antes de irme a dormir. Porque millones de niños en el mundo viven atrapados en guerras y desastres naturales. 

Día Universal del Niño: derechos vulnerados

En el Día Universal del Niño, en UNICEF queremos recordar la mochila de todos estos niños. En su interior solo encontramos una continua vulneración de derechos que les impiden llevar una infancia feliz, como la que muchos de nosotros hemos tenido. Estas son algunos de las cosas que contienen sus mochilas:

• Falta de salud. En conflictos y desastres naturales, la supervivencia de los niños es la primera que está en riesgo. En este tipo de situaciones, la falta de servicios sanitarios y la propagación de enfermedades suponen una gran amenaza para sus vidas.
• Falta de agua. El agua potable, sin lo que nadie puede vivir más de unos pocos días, es lo primero que se corta en una emergencia.
• Falta de juego. La violencia está robando a millones de niños su infancia y puede dejar terribles secuelas físicas y psicológicas.
• Pérdida de amigos y familiares. Una de las principales consecuencias de conflictos y desastres naturales es la pérdida de familiares cercanos. Las emergencias separan a muchas familias durante una emergencia, a veces para siempre. 

Día Universal del Niño: no podemos permitirlo

Hay 28 millones de niños que han tenido que huir de sus casas por la violencia y la guerra, buscando un lugar seguro donde vivir. En su huida apenas han podido coger ropa o alimentos.

Pero aún hay otra cifra más aterradora: 250 millones de niños y niñas viven en países afectados por conflictos armados. Muchos de ellos, acorralados en zonas sitiadas por la guerra, viven con miedo a que sus colegios, hospitales y casas sean los próximos en ser atacados.

Por no hablar de los 98 millones de personas que, solo el año pasado, sufrieron las consecuencias de desastres naturales. O los 300 millones de niños que viven en zonas con una contaminación extrema.

Desde 1989, se celebra en todo el mundo el Día Universal del Niño para recordar la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño. Este tratado internacional dice que todos los niños y niñas tienen los mismos derechos, independientemente del país donde hayan nacido, de si su país se tambalea o se rompe en pedazos, o de si se encuentran sin patria. Pero sabemos que esto no se está cumpliendo.

No podemos permitirlo. No podemos dejar que haya más mochilas llenas de enfermedades, miedos y dolorosos recuerdos. El Día Universal del Niño es un buen momento para recordarlo, pero no debería ser el único.

Ayúdanos a ayudar a los niños en emergencias. Ayúdanos a llenar sus mochilas de cosas bonitas.