Elecciones 28-A: los niños no votan pero deben estar en el debate electoral

Se acerca la campaña electoral y las elecciones generales acaparan ya toda la atención. Los niños y niñas no pueden votar, pero no podemos olvidar que sus derechos y bienestar también están en juego.

Elecciones 28-A: los niños no votan pero deben estar en el debate electoral

25/03/2019

Cristina Junquera Abaitua

Cristina Junquera Abaitua

Las elecciones generales del 28 de abril acaparan gran parte de las conversaciones y contenidos en los medios de comunicación y las redes sociales, aún no habiendo empezado todavía la campaña electoral.

Me doy cuenta de que los niños, niñas y jóvenes están cada vez más involucrados en estas conversaciones. Para mí es muy reconfortante porque tener información, poder opinar y participar es un derecho de todos los niños y niñas; y que les demos la opción de hacerlo es nuestra obligación.

Ellos no participan en las elecciones de manera directa, pero sí deben estar en el debate electoral. ¿Por qué? Porque lo que se decide en las elecciones está directamente ligado a sus derechos y a su bienestar. Derechos que están recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y que quedan también reflejados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La misión de UNICEF es defender los derechos de la infancia en todo el mundo, sin fronteras. Por eso, cada vez que nos encontramos en un período electoral, pedimos a los responsables políticos que la infancia se refleje en sus programas como una prioridad.

Los niños son un bien social y los países que han invertido en su infancia han logrado modelos económicos y sociales más justos y exitosos. Porque los asuntos que afectan a los niños y adolescentes representan desafíos para toda la sociedad presente y futura. Conectar con los asuntos de la infancia es conectar con las preocupaciones de la ciudadanía.

28-A: los desafíos de la infancia en España

Pero… ¿conocemos los desafíos que afrontan los niños en España? Por desgracia son los mismos que hace varios años. Porque las cifras no cambian, incluso aumentan en algunas situaciones, lo que nos preocupa y nos hace preguntarnos si determinadas situaciones se están cronificando.

No olvidemos que 2,6 millones de niños se encuentran en riesgo de pobreza en nuestro país; que 13.012 niños migrantes no acompañados ingresaron en el sistema de protección en 2018; que el 18% de los niños y niñas abandonan tempranamente el sistema educativo y, que, año tras año, se registran más casos de violencia. En el año 2016 hubo cerca de 4.650 denuncias por delitos de maltrato en el ámbito familiar, mientras que en 2017 ascendió a 4.875. Los niños que sufren actos violentos son más proclives a crecer inseguros, con falta de confianza y baja autoestima.

Apostar por afrontar estos desafíos puede proporcionar una nueva y esperanzadora definición de nuestras aspiraciones y deseos colectivos como sociedad. Confío en la responsabilidad de los líderes políticos y en que hablen directamente a los niños y niñas. Porque, aunque no voten, estarán muy presentes en los colegios electorales el día de los comicios.

28-A: nuestras propuestas a los programas electorales

En nuestras propuestas a los programas electorales explicamos una serie de medidas viables y eficaces para hacer frente a los problemas:

  • Mantener una figura de referencia al más alto nivel político para defender los derechos de la infancia, con capacidad de decisión y coordinación.
  • Incrementar el gasto público en protección social de la infancia hasta un 2% del PIB, acercándonos a la inversión realizada por nuestros socios europeos.
  • Aumentar la prestación por hijo a cargo, puesto que es una de las medidas más oportunas para reducir la pobreza infantil.
  • Modificar el actual sistema de protección para superar la gran cantidad de situaciones de riesgo que se están viviendo en los centros. Hay que homogeneizar criterios e intervenciones en las comunidades autónomas, fortalecer la coordinación y adoptar un Plan Nacional para una protección integral de los niños y niñas migrantes no acompañados.
  • Aprobar por consenso una Ley Integral para poner fin a la violencia contra la infancia, como primer acuerdo político del nuevo Gobierno.
  • Reformular la legislación educativa básica con el mayor consenso, establecer más becas y ayudas, y avanzar en el acceso universal a la educación de 0 a 3 años.
  • Apoyar a las familias y favorecer la conciliación. Proponemos aprobar una ley de permisos paternales y maternales iguales y obligatorios; extender los permisos de maternidad a un mínimo de 6 meses; y promover la flexibilidad y seguridad laboral con incentivos fiscales para las empresas.
  • Avanzar en la implementación de la Agenda 2030 con la definición de una Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible, así como un sistema de indicadores.
  • Reivindicar que nuestro país sea responsable con la infancia más allá de nuestras fronteras, garantizando que sea una de las prioridades de la Cooperación Española y Acción Humanitaria, y asegurar una cooperación decidida en materia de cambio climático. Además, debemos promover un rol activo de España en la protección de la infancia migrante y refugiada.

La figura de un Pacto de Estado por la Infancia se hace necesaria para garantizar la protección de los niños y garantizar sus derechos, desde un consenso político y social, que por encima de las ideologías, apueste por proteger a este grupo social, lográndose beneficios múltiples para toda la sociedad.

Los niños y niñas son un asunto de las familias, pero también de todos nosotros, y una apuesta política y social por ellos es posible y es necesaria. ¡No los podemos fallar!

Cristina Junquera

Responsable de Incidencia Política y Estudios de UNICEF España