Semana Mundial de la Lactancia: 77 millones de vacunas perdidas
Entre todas las vacunas, hay una que destaca por encima del resto. Los bebés pueden recibirla nada más nacer, en los mismos brazos de su madre. Además, es universal y gratuita. Y su nombre seguro que te suena: se llama lactancia materna.
Aunque la leche materna no se parezca a lo que habitualmente conocemos como vacuna, realmente es la primera inmunización que puede recibir un niño. Contiene los nutrientes y los anticuerpos necesarios para protegerlos de enfermedades mortales.
Sin embargo, como recordamos desde UNICEF con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia, alrededor de 77 millones de recién nacidos en todo el mundo no reciben leche materna en su primera hora de vida, lo que reduce sus posibilidades de sobrevivir. Por lo tanto, es como si 77 millones de vacunas se hubieran perdido o no se hubieran puesto a tiempo.
Semana de la lactancia: la leche materna puede salvar 800.000 vidas al año
Además, cuando un bebé no es amamantado durante esa primera hora de vida, la producción de leche de la madre se limita, reduciendo la probabilidad de que el niño reciba lactancia materna exclusiva, es decir sin leches complementarias como la de fórmula.
Si se alimentara a todos los recién nacidos con leche de sus madres desde que nacen hasta que cumplen 6 meses, se podrían salvar más de 800.000 vidas cada año en todo el mundo. ¡800.000 vidas!
Aun así, solo el 43% de los bebés menores de 6 meses en el mundo reciben leche materna como alimento exclusivo. El resto de niños tienen 14 veces más probabilidades de morir.
Semana de la lactancia: trabajamos para fomentar la leche materna
En UNICEF trabajamos para fomentar la lactancia materna. Por ello, hemos analizado por qué esta práctica no está tan extendida como debería. Los resultados del análisis muestran que las mujeres no están recibiendo la ayuda que necesitan para iniciar la lactancia justo después del nacimiento.
Además, en muchos países es costumbre alimentar al bebé con leche en fórmula, leche de vaca o agua con azúcar en los 3 primeros días de vida. Cuanta más leche no materna reciben los niños, más complicado es continuar con la lactancia materna.
Si tenemos en cuenta que la mitad de las muertes de niños menores de 5 años son de recién nacidos, la lactancia materna desde el nacimiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Por eso vamos a seguir trabajando para que todos los niños puedan ser amamantados desde que nacen y recibir esa primera vacuna tan importante en sus vidas, a la que seguirán otras vacunas más habituales pero igual de necesarias para su supervivencia.