Las familias huyen de la sequía en Somalia
Más de 1,4 millones de niños, casi la mitad de la población menor de 5 años del país, podría padecer desnutrición aguda.
15/06/2022
A medida que avanzamos por el camino de tierra hacia Eldeere, a unos 350 km al este de Hargeisa, la capital de Somalilandia, el paisaje se torna cada vez más seco y polvoriento y las cabras, ovejas y camellos, comúnmente avistados a lo largo de la carretera, apenas se ven.
Según los habitantes de la zona, en los últimos tres meses, el pueblo y los alrededores han sido testigos de un prolongado período de sequía que ha secado los depósitos y pozos de agua y ha acabado con los pastos para el ganado. También perciben que están llegando más familias de sitios remotos, como Gelwar, en busca de ayuda.
"No tuvimos lluvias como se esperaba en la temporada pasada... fueron insuficientes, los pozos de agua se secaron rápidamente y los pastos también. Los signos de desesperación están aumentando y están llegando nuevas familias", dice Harir Diriye, que vive en el lugar.
Grave escasez de agua y pérdida de ganado
Una reciente evaluación de la sequía revela que las familias que viven en las regiones orientales de Toghdeer, Sool y Sanag están lidiando con una grave escasez de agua y pérdida de ganado, que durante décadas ha sido el pilar fundamental de las comunidades locales.
El informe muestra, además, que los niveles de lluvia en los últimos tres años han ido disminuyendo, lo que ha dado lugar a que estas regiones se encuentren entre las más secas del Cuerno de África. Las condiciones actuales recuerdan a las de 2017, cuando una sequía devastadora provocó muertes masivas de ganado y un gran éxodo de personas de la región a las ciudades, donde permanecieron en campamentos improvisados para recibir ayuda.
Hoodo Hussein es una de las personas desplazadas. La joven de 24 años, madre de cuatro hijos, llegó de la aldea de Gelwar, a unos 80 km de Eldeere, después de haber viajado con sus hijos, su madre y su abuela. Cuenta que se vieron obligados a huir debido a la falta de alimentos y de agua.
"Nuestra aldea está gravemente afectada por la sequía y el ganado debe salir cada vez más lejos en busca de agua y pasto. Perdimos 120 cabras y nos quedamos con 5 cabras hembra que logré traer en el camión. Ahora no tenemos apoyo y dependemos de la gente local. Con suerte hacemos una comida al día", dice.
La situación de Hussein tipifica el estado de decenas de miles de familias que viven en las vastas regiones áridas de Togdheer, Sool y Sanag. Muchas acaban de llegar, obligadas por el abismo que dejan las severas condiciones, una sequía que está devastando vidas y medios de subsistencia en todo el Cuerno de África.
Volver a casa sin agua para los niños y la familia
Noor Saleeban, de Gure, parece visiblemente agotado y abatido después de que sus esfuerzos por obtener agua potable en el lecho de un río seco resultaran inútiles. Es padre de seis hijos y permanece inmóvil, mirando con tristeza los bidones de agua vacíos atados a los animales de carga.
"He caminado durante horas desde el amanecer, con la esperanza de conseguir agua para mi familia. Mis animales están débiles y no podrán andar mucho más. También necesitaba agua para ellos. He estado aquí tres horas, todos los pozos están secos. Solo hay uno en el que tres familias están tratando de recoger la poquísima agua que hay", dice.
Para Noor, el ganado es su única fuente de sustento y con la sequía ha caído su valor en el mercado. "En tiempos normales, vendíamos una cabra por 50 dólares. En este momento, tendría suerte si me dieran 10".
1,4 millones de niños necesitan ayuda urgente
Más de 1,4 millones de niños en Somalia, casi la mitad de la población menor de cinco años del país, podría padecer desnutrición aguda debido a la sequía actual. Alrededor de una cuarta parte - es decir, unos 330.000 - sufrirán desnutrición aguda grave este año.
El impacto en las comunidades de pastores es especialmente preocupante. Las familias obligadas a migrar a los centros urbanos y periurbanos en busca de agua para consumo humano y ganadero, se suman a los 2,9 millones de personas que ya estaban desplazadas por el conflicto y el cambio climático.
Hacemos un llamamiento de 6 millones de euros para adquirir 104.000 cajas de alimento terapéutico listo para usar para el tratamiento de niños y niñas con desnutrición aguda grave. Una posible interrupción en la cadena de suministro podría poner en peligro la vida de más de 100.000 niños.
A medida que la sequía empeora, desde UNICEF aumentamos nuestros esfuerzos. En colaboración con el gobierno, las autoridades locales y las ONG aliadas, estamos proporcionando agua y servicios integrales de salud y nutrición a las comunidades más vulnerables y a los desplazados internos, sobre todo a través de equipos móviles .
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