Pobreza en España: el impacto sigue siendo mayor en las familias con niños

Los indicadores de pobreza infantil de 2017 del Instituto Nacional de Estadística (INE) presentan una progresiva pero lenta mejoría. Las familias con hijos, sobre todo las monoparentales y numerosas, siguen siendo las más afectadas.

Pobreza infantil en España

22/06/2018

Gabriel González-Bueno Uribe

Gabriel González-Bueno Uribe

En 2016, un 29,7% de los niños en España estaba en riesgo de pobreza. En 2017, según los indicadores de la Encuesta de Condiciones de Vida del  INE, este porcentaje ha descendido al 28,1%, un significativo 1,8% menos. Lo cual revela una tendencia positiva de la que hay que alegrarse.

No obstante, es importante analizar en detalle las cifras para sacar algunas conclusiones. Si comparamos este porcentaje con el de otros colectivos de edad, los niños siguen siendo el sector más pobre de la población. La tasa de pobreza infantil supera por mucho la tasa de pobreza general en nuestro país, que es del 21,6%, y casi dobla la de los mayores de 65 años. 

Por otro lado, dentro de la población infantil, los niños y niñas más pobres son los menores de 16 años. La reducción de la pobreza entre los 0-16 años ha sido bastante menor que la media general, situándose en un 0,8%. Quizás porque para los niños de 17 y 18 años el empleo es cada vez más accesible.

Otro dato relevante es el porcentaje de pobreza en los hogares con niños, que asciende a un 25,3%, en contraste con el conjunto de los hogares sin niños que tiene un riesgo de pobreza del 18,1%. Este hecho es una constante en los últimos años, lo que es síntoma de la baja protección social que reciben los hogares con niños. Los datos muestran además un especial impacto de la pobreza en los hogares monoparentales (40,6%) y en las familias numerosas (47,7 %). 

Pobreza infantil en España

 

Pobreza infantil: problemas estructurales

La mejora de la tendencias económicas y de empleo no están siendo todo los eficaces que debieran en la reducción de la pobreza de los niños. El empleo es un factor importante pero no único, y la pobreza, especialmente la infantil, necesita de medidas y políticas específicas para atajarlas (prestaciones o educación 0-3 años, entre otras), y se ha avanzado poco en los últimos años.

El reciente nombramiento de un Alto Comisionado para la Pobreza Infantil ha supuesto un cambio de enfoque muy relevante en el abordaje de esta cuestión, haciendo de este tema por primera vez un asunto de estado.

Este es un enfoque que UNICEF y otras muchas organizaciones venimos reclamando desde hace años, por las implicaciones que este fenómeno tiene, no sólo para los niños y niñas que lo sufren, sino para el desarrollo del país.

Estos datos, por tanto, deben leerse con cierta alegría por la coyuntura actual, pero sin olvidar que hay problemas de fondo, estructurales, que permanecen y es necesario atajar.

Gabriel González-Bueno

Especialista en Políticas de Infancia de UNICEF España