Polio en Afganistán: llegando a la meta para erradicarla
¡Ya casi hemos llegado! ¡Ya podemos ver la línea de meta! El objetivo que hemos estado persiguiendo durante tanto tiempo: un mundo sin polio. En las últimas tres décadas los casos se han reducido en un 99,9% en todo el mundo.
Una niña afgana muestra su dedo, manchado de tinta, marca que confirma que ha recibido la vacuna contra la polio en una de nuestras campañas de vacunación en Mazar, Afganistán.
12/02/2019
Y te preguntarás cómo. ¿Cómo lo hemos logrado? Pues muy sencillo: el mundo se unió por una misma causa y giró en una misma dirección, acabar con la polio.
Desde padres a gobiernos, desde líderes comunitarios hasta Naciones Unidas, todos trabajando juntos para poner fin a esta enfermedad que lo paraliza todo y que además es altamente infecciosa.
Sin embargo, a pesar de la gran inversión global, en 2019 todavía tenemos que cruzar esa línea de meta que avistamos pero no hemos cruzado para conseguir la erradicación total de la poliomielitis.
¿Pero qué falta? Sabíamos que el último kilómetro no sería fácil pero, ¿por qué tan difícil? Para responder a esta pregunta debemos mirar atrás: conocer los logros alcanzados y comprender los últimos desafíos a que nos enfrentamos.
Afganistán: 21 casos en 2018
Afganistán es uno de los tres países endémicos de polio en el mundo, junto con Pakistán y Nigeria.
En 2018 hubo 21 casos de poliovirus salvaje en Afganistán, lo que le convierte en el país con el mayor número de casos el año pasado, mientras que en Pakistán hubo otros 12 y en Nigeria ninguno.
Es importante tener en cuenta que esos casos se limitaron principalmente a áreas pequeñas en las regiones del sur y del este. De hecho, el 96% del país está libre de polio y el virus está muy restringido geográficamente: Afganistán ha experimentado un avance increíble en la última década.
Haseeba, de cinco años de edad, recibe la vacuna contra la polio en su casa de Agha Saiba, una aldea en el distrito de Karokh en Herat, Afganistán.
El compromiso político, el apoyo continuo de importantes donantes, los esfuerzos de la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Poliomielitis (IMEP), la OMS, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCPE), fundaciones... ¡y UNICEF! La lista de actores 'culpables' es larga y a todos hemos de estarles enormemente agradecidos.
"Queremos un mundo libre de polio. Trabajamos incansablemente por erradicar la polio, y por eso llevamos a cabo actividades de promoción con UNICEF y ONGs, y organizamos eventos de sensibilización en nuestras comunidades", dice el Dr. Yuji Matsumoto, coordinador de End Polio Now, de Rotary International, en Japón.
Crear conciencia, recaudar fondos, instar a los países donantes a aumentar sus esfuerzos... Toda acción es válida y suma mucho a la hora de erradicar una enfermedad como la polio.
"Algunas personas están empezando a dudar de si la erradicación de la poliomielitis está cerca de verdad. Me preguntan por qué tarda tanto".
"Hemos aumentado enormemente la cobertura de inmunización en Afganistán. Supervisamos el progreso en todo el país para garantizar la calidad de nuestras campañas. Sin embargo, en el sur y en el este, varios factores dificultan nuestras vacunaciones contra la poliomielitis en diferentes comunidades", afirma Laurence Chabirand, especialista principal en inmunización de UNICEF en Afganistán.
Haseeba recibió su vacuna contra la polio el pasado mes de septiembre en su propia casa.
Afganistán: el final, lo más duro
Hay varias razones por las que conseguir la total cobertura de vacunación y por tanto la completa erradicación de la polio es muy complicado, pero en UNICEF le ponemos soluciones:
- Las normas sociales crónicas que resultan en la negativa de los padres a vacunar, debido a que creen que las vacunas no son seguras, o que no son halal.
Respuesta UNICEF: más de 70.000 personas trabajan directamente en sus comunidades para suministrar las vacunas casa por casa, contando entre ellas con personas influyentes como líderes religiosos que movilicen y convenzan a la gente de la seguridad y conveniencia de estas. - Las familias no ven la necesidad inmediata de la inmunización, mientras que a la vez carecen de acceso a servicios básicos como agua limpia y alimentos.
Respuesta UNICEF: nos coordinamos con servicios relacionados con la salud, el agua, el saneamiento, la nutrición y la educación para así aumentar la demanda de las familias. - La inaccesibilidad debido a las prohibiciones y los conflictos activos: desde mayo de 2018 la prohibición de la inmunización en hogares en gran parte del sur, incluido Kandahar, Helmand y Uruzgan, da como resultado más niños sin vacunar. Estas campañas de activistas sociales han demostrado ser el método más eficaz para llegar a todos los niños.
Respuesta UNICEF: implementamos refuerzos en áreas donde nuestro servicio 'casa por casa', el sistema de erradicación más efectivo, no está permitido. Además, sumamos polio a las campañas de sarampión y aumentamos el número de equipos de vacunación permanentes. - Alta movilidad y difícil rastreo de las personas en la región fronteriza con Pakistán.
Respuesta UNICEF: hemos mejorado la coordinación transfronteriza con Pakistán para facilitar la vacunación de las 'poblaciones en movimiento' entre estos dos países. Rastreamos sus movimientos y establecemos puestos de vacunación extra en sitios clave. Ahora mismo hay 15 equipos transfronterizos que están inmunizando a más de 100.000 niños cada mes.
Afganistán: por el buen camino
No es un milagro que hayamos reducido los casos de polio en más del 99% desde 1988, pasando de unos 350.000 casos en más de 125 países a solo 33 en 2018.
Las estrategias funcionan y el esfuerzo se materializa. Vamos por el buen camino, sin importar lo abrupto que este sea en la conquista del último kilómetro. Pero no podemos detenernos aquí. Si no acabamos con la polio ahora, dentro de una década podría haber hasta 200.000 casos nuevos en todo el mundo. Cada año.
Habiendo llegado tan lejos, debemos cruzar la línea de meta y borrar la palabra polio de nuestros diccionarios.