Ansiedad: qué es, causas y síntomas
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La ansiedad se manifiesta de formas diferentes. Desde un ligero nerviosismo hasta un miedo paralizante, sus síntomas pueden afectar profundamente la salud mental y emocional. Reconocer los primeros signos y comprender sus causas es clave para abordarla eficazmente. Descubre cómo identificarla y cómo tomar medidas preventivas para promover un bienestar mental duradero.
Qué es la ansiedad y cómo se manifiesta
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo frente a situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Es una reacción adaptativa que prepara al organismo para enfrentar o huir de posibles peligros. Esta respuesta puede desencadenarse por diversas situaciones como una excesiva presión por los resultados académicos, problemas familiares y cambios significativos en la vida, entre otros.
Físicamente, la ansiedad puede manifestarse a través de taquicardias, sudoración, dolores de cabeza, tensión muscular, dificultades para respirar, molestias estomacales o temblores. Emocionalmente, puede producir sensación de pánico, preocupación intensa, nerviosismo, inquietud, irritabilidad y dificultades para concentrarse.
La ansiedad es diferente en cada persona. Lo más importante es entender que aunque sea una respuesta natural, puede volverse problemática cuando es excesiva, persistente o desproporcionada con respecto a la situación real. Sin duda es algo que interfiere significativamente en la vida diaria y afecta negativamente la salud mental y emocional de la persona que la padece.
Factores y causas que contribuyen a la ansiedad
La ansiedad suele desencadenarse por enfrentarse a situaciones estresantes, que pueden estar relacionadas con el trabajo, los estudios, las relaciones interpersonales o las responsabilidades familiares. Este tipo de estrés continuo puede sobrecargar los recursos emocionales y físicos de una persona, predisponiéndola a desarrollar ansiedad.
Las experiencias traumáticas como abusos, situaciones de abandono, pérdidas emocionales valiosas o fuertes cambios producidos por mudanzas forzosas o desahucios pueden dejar un fuerte impacto en la mente de una persona, lo cual aumenta el riesgo de padecer trastornos de ansiedad.
Es importante entender que estos factores no actúan de manera aislada, sino que interactúan de formas complejas. Reconocer y abordar estos desencadenantes puede ser fundamental para el tratamiento y la gestión efectiva de la ansiedad.
Cómo afecta la ansiedad a la salud mental y emocional
Desde un punto de vista mental, la ansiedad, vivir en un estado de miedo o preocupación constante, puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos, que afectan a la salud en general. Esto puede interferir significativamente en el funcionamiento diario, afectando a la concentración, el rendimiento académico y las relaciones interpersonales.
El manejo efectivo de la ansiedad implica tratar los síntomas directos y abordar las consecuencias indirectas que puede tener en la salud mental y emocional.
Ansiedad en niños: causas y manifestaciones
Las causas de la ansiedad en niños y niñas son diversas y a menudo incluyen factores relacionados con el entorno, la presión académica y los cambios familiares.
Los cambios en el entorno, como mudanzas, ya sean forzosas o deseadas, cambios de escuela o la llegada de un nuevo hermano, pueden desencadenar ansiedad en la infancia, puesto que desestabilizan su sentido de seguridad y su rutina.
La presión académica, las expectativas altas, los exámenes y la competencia en el entorno escolar pueden generar un estrés considerable en los niños y niñas. Es importante reconocer que incluso los más pequeños pueden sentir la presión de tener que cumplir con estándares académicos y sociales elevados.
Los cambios familiares, como el divorcio o separación de los progenitores, una enfermedad o la pérdida de un ser querido, también pueden ser desencadenantes de la ansiedad. Estas situaciones pueden crear un ambiente de incertidumbre y miedo en el hogar, afectando profundamente a su bienestar emocional.
Las manifestaciones de la ansiedad en niños y niñas pueden variar, incluyendo síntomas físicos como dolores de estómago, de cabeza o problemas para dormir.
En el ámbito emocional, es posible que muestren irritabilidad, tristeza, miedo excesivo o dificultad para concentrarse. Además, es común que los niños con ansiedad eviten actos sociales o actividades que antes disfrutaban.
Reconocer y abordar estas causas y manifestaciones es esencial para proporcionar el apoyo necesario para la prevención.
Tratamientos y enfoques para manejar la ansiedad
Si la ansiedad está afectando la vida diaria de tu hijo o hija, es fundamental acudir a un especialista que realice un diagnóstico y seguimiento. Sin embargo, lo más importante es tratar de prevenirla.
Las estrategias de autocuidado juegan un papel fundamental en el manejo de la ansiedad. Estas incluyen prácticas como:
- El ejercicio regular, que puede liberar endorfinas y mejorar el estado de ánimo.
- La meditación y la atención plena (mindfulness), que ayudan a reducir el estrés y mejorar la concentración.
- Mantener una rutina de sueño saludable, ya que el descanso adecuado es esencial para la salud mental.
- Llevar una dieta equilibrada y sana puede contribuir a reducir los síntomas de ansiedad.
Contar con una red social de amigos y familiares también es una parte importantísima para quienes pasan por situaciones de estrés.
Prevención de la ansiedad y promoción del bienestar mental en niños y niñas
Aquí tienes 5 consejos básicos, pero efectivos, para el control de las emociones que provocan la ansiedad en niños y niñas:
- Rutina de sueño saludable: asegúrate de que duermen lo suficiente y establece un horario regular para acostarse y levantarse.
- Ejercicio físico regular: la actividad física libera endorfinas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Es recomendable hacer al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana.
- Alimentación equilibrada: que incluya frutas, verduras, proteínas magras y cereales con alto contenido en fibra.
- Fomenta las relaciones sociales saludables: mantener el contacto con amigos y familiares, en un entorno de confianza, puede aliviar el estrés.
- Juegos y tiempo libre: los niños y niñas necesitan jugar y realizar actividades con las que disfruten y que les ayude a desconectar del resto de obligaciones.
Fuentes:
https://www.unicef.org/parenting/mental-health/what-is-anxiety
https://www.unicef.org/lac/en/mental-health-explained
Preguntas frecuentes sobre ansiedad en la infancia
Los síntomas más comunes de la ansiedad en los niños incluyen:
- Dolores de estómago.
- Cambios en el comportamiento.
- Miedos irracionales.
- Problemas para dormir o pesadillas recurrentes.
- Tensión muscular.
- Dificultades para concentrarse.
- Retraimiento social.
- Llanto frecuente
Reconocer estos síntomas es importante para proporcionar el apoyo adecuado y buscar ayuda profesional si fuera necesario.
Para ayudar a tu hijo o hija a manejar la ansiedad debes mantener una comunicación abierta, permitiéndole expresar sus sentimientos sin juzgarle; establecer rutinas diarias que proporcionen estabilidad y seguridad; y enseñarle técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación. Además, es importante apoyarlo en el desarrollo de nuevas habilidades y buscar ayuda profesional si los síntomas persisten.
Cuando los síntomas persistan durante varias semanas, interfieran en su rutina diaria, afecten su rendimiento escolar o alteren sus relaciones sociales. Lo ideal es no esperar para que no se agrave. Ante la duda, consulta con un especialista.
Puedes empezar practicando ejercicios de respiración profunda juntos, para ayudarlo a relajarse. Anímalo a practicar la visualización, imaginando lugares o situaciones que le traigan calma. Ayúdalo a identificar y desafiar pensamientos irracionales, enseñándole a reemplazarlos con afirmaciones positivas. Además, fomenta la práctica regular de actividades que disfrute y que le permitan desconectar del estrés diario.
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