10 respuestas a las preguntas que siempre te has hecho sobre salud mental
La coach especializada en la etapa adolescente, Carmina Benamunt, comparte valiosos consejos para ayudarnos a afrontar las emociones que pueden afectarnos y nos anima a cuidar nuestra salud mental desde jóvenes.
26/05/2021
1. A ratos tengo un "subidón" de alegría, y a ratos estoy de "bajón"... ¿Por qué me siento así?
La adolescencia es como un segundo nacimiento, solo que dejas de ser niño o niña para pasar a ser adolescente. Tu cerebro se está construyendo y todavía no ha madurado lo suficiente como para contener la parte más emocional. La corteza prefrontal, que es justo lo que tienes debajo de la frente, es la encargada de anticiparse al futuro, la encargada de hacer buenos juicios, también se encarga de discernir entre lo que está bien de lo que está mal.
Lo mejor para afrontar esta etapa es estar bien acompañado por un coach o terapeuta que te sirva de inspiración y te ayude a sacar lo mejor de ti. Criticarte no te ayudará a estar mejor, quiérete mucho y háblate cómo si estuvieras hablando con la persona más importante de tu vida.
2. A veces siento que no estoy bien en ninguna parte...
Somos lo que pensamos, pero quizás nadie nos ha enseñado a elegir bien nuestros pensamientos. Tenemos unos 60.000 pensamientos diarios, y con cada pensamiento condicionamos nuestra realidad. Tu mundo exterior es el reflejo de tu mundo interior, por eso, es muy importante conocerse a uno mismo, pero de poco sirve conocerse de forma intelectual y luego no llevar a cabo ninguna acción hacia la transformación para encontrarnos mejor. Para que haya cambios fuera, debe haber cambios dentro, en tu interior.
Mi consejo es que busques un profesional especialista en la etapa que estás pasando que te apoyará para que puedas conocerte a ti mismo, te ayudará y te acompañará a ser tu mejor versión. Eso sí, tiene que haber una parte de trabajo proactivo, y tendrás que salir de tu zona de confort y pasar por la zona de incertidumbre, para conseguir, al fin, llegar a la zona mágica o de éxito. Todos los cambios se dan al otro lado del miedo.
3. ¿Por qué parece que nadie me entiende?
Sentir que nadie te entiende puede indicar que necesitas mejorar tu autoestima. Estas son las 3 razones principales por las que debes hacerlo: para tener una vida mejor, para tener más estabilidad emocional, mejores relaciones con los demás y conseguir los logros que deseas, y sobre todo, para ser feliz.
Es normal que, a veces, te sientas solo o perdido en esta etapa de tu vida. Vivimos en un mundo donde hay prisa para todo, incluso para crecer. La persona adolescente está entre dos aguas, ni es pequeño, ni es mayor, y necesita mucho apoyo pero con la libertad y confianza suficiente para poder desplegar sus alas. Es importante tener un buen guía que te acompañe a madurar lo mejor posible. Rodéate de personas que sí comprendan tu sentir y puedan acompañarte a sacar tu mejor versión.
4. No sé si ir a terapia, ¿me ayudará acudir a un profesional?
Pedir ayuda es de valientes. Como hemos visto antes, en la etapa adolescente lo más normal es sentir que nadie te entiende, que los adultos de tu vida están en tu contra, o que solo vales si sacas buenas notas y si cumples con tus “deberes”, pero tienes que saber que, si te sientes solo o sola, puedes pedir ayuda.
Hay personas especializadas en la etapa adolescente que pueden acompañarte a comprenderte y a ayudarte con tus estudios y tu vida en general. No siempre nos han enseñado a querernos y valorarnos tal y como somos, es más, gracias a la inteligencia emocional, puedes conseguir aumentar tu autoestima y tener una relación contigo y con los demás lo más sincera y saludable posible.
5. ¿Qué me puedo encontrar cuando vaya a terapia por primera vez?
Solo puede salir lo que hay dentro de ti. Cuando un adolescente acude a terapia, como coach especializada en adolescencia con más de 9 años de experiencia, lo primero que hago es mirarle a los ojos. La segunda cosa es quererle tal y como es. Las personas adolescentes con las que trabajo encuentran aquí un lugar seguro donde pueden hablar de todo y donde jamás serán juzgadas por ser como son. Es esencial que haya feeling porque de esta forma el éxito está asegurado.
6 ¿Cómo le digo a mis padres que quiero ir a terapia? ¿Y cómo se lo cuento a mis amigos?
El dolor de crecer es inevitable, sufrir es opcional. La adolescencia y la primera juventud son etapas de la vida donde hay una ruptura con lo anterior. Como hemos dicho antes, ya no eres la niña o el niño que un día fuiste ni tampoco eres adulto aún y esto es normal que cree mucha confusión.
Existe una creencia muy arraigada de crítica hacia las personas que entran en un proceso de desarrollo personal o van a terapia, pero piensa que, aunque problemas tenemos todos, no todos queremos resolverlos. Lo valiente es hacer algo para cambiar las situaciones que no nos gustan o nos hacen sentir mal. Recrearnos en cierto victimismo o quejarnos, pero no hacer nada para cambiar no nos va a aportar nada. Una persona que va a terapia quien quiere resolver lo que no le hace sentir bien consigo mismo, quiere mejorar y romper con los patrones de repetición que le llevan siempre al mismo lugar de insatisfacción.
Mi recomendación es que, cuando decidas ir a terapia, expliques lo importante que es para ti a tus amigos y a tus padres, y compartas todo lo que necesites. Piensa que es tomar la responsabilidad de tu vida, es mostrar tu vulnerabilidad, y precisamente mostrarte así te dará fuerza. Necesitamos personas que quieran superarse a sí mismas. El mundo es para los valientes.
7. ¿Cómo es una sesión con un terapeuta?
Hay una frase de Tony Robins que dice: "Son tus decisiones, no tus condiciones, las que determinan tu destino”. Y en las personas adolescentes y jóvenes lo podemos ver claramente. Las personas adolescentes necesitan sentirse seguras porque están pasando por uno de los momentos más reveladores de su vida, y es necesario que el o la terapeuta a la que acudan cree un campo de seguridad para poder llegar a su corazón.
Las sesiones serán de tú a tú, el o la profesional te escuchará y tendrá una mirada profunda de quién eres, pero nunca te juzgará. El o la terapeuta mediante una serie de preguntas irá entrando en tu parte emocional para poder acompañarte a la reflexión y al cambio.
Cuando haya seguridad, se dará la conexión emocional, y si hay conexión el cambio es inevitable.
8. ¿Me entenderá mi psicóloga, coach o terapeuta?
Los profesionales que nos dedicamos a la ayuda y estamos al servicio de las personas para acompañarlas hemos hecho un proceso personal profundo y estamos preparados para entender a las personas con las que trabajamos. No se trata de dar respuesta a lo que le ocurre al otro como si de un manual se tratara, sino que trataremos de ser una guía, alguien que te hace de espejo para que puedas darte cuenta de quién eres y en quién te puedes convertir. Todos somos seres con un potencial inagotable, pero, en ocasiones, necesitamos que alguien nos guíe para conseguir llegar a nuestra excelencia.
9. ¿Ir al psicólogo significa años de terapia?
Todos entendemos que para mejorar en pádel necesitamos un buen coach de pádel, de esta forma nos aseguramos que sacará lo mejor de nosotros mismos. Pero no todos comprendemos que en el campo de nuestras emociones y de nuestra forma de pensar o de ver el mundo, es necesario ir acompañado de los mejores coaches y terapeutas.
No es necesario llegar a la crisis de los 30 o los 40 para hacer un proceso personal... de adolescente o en tu primera juventud puedes necesitarlo y acudir a terapia te dará los recursos y las herramientas para conocerte a ti mismo, y así comprender por qué piensas como piensas, qué sientes y cómo actuar para ir hacia tus sueños y tu bienestar.
Cada proceso tiene sus tiempos, lo importante es ver los resultados en tu vida diaria y que se materialicen los cambios en tu vida.
Tu vida es un espejo de tu interior, para cambiar tu entorno, primero hace falta cambiar tu interior.
10. ¿Me ayudará, entonces, para mi futuro acudir a terapia?
Por supuesto. Además de todo lo que hemos visto, nadie sabe lo que las personas adolescentes van a necesitar en un futuro, por lo tanto, lo esencial es que os preparéis para lo desconocido, que trabajéis vuestras capacidades. Lo más importante es la actitud ante la vida, y la actitud se entrena con el aprendizaje y la educación emocional. El acompañamiento de un coach o un terapeuta puede ser clave para lograrlo.
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