Cambio climático en España: 5 grados más para los niños de 2050
Aunque suene lejano, el cambio climático en España ya está teniendo consecuencias sobre nuestros niños. Si no lo paramos pronto, los efectos podrían ser irreversibles.
Sevilla, 5 de septiembre de 2016, el termómetro marcaba 44,1 grados centígrados. Esta fue la temperatura máxima registrada en la capital andaluza el año pasado.
Insoportable calor para cualquiera, ¿verdad? Imaginemos a un niño expuesto a estas temperaturas. Y ahora, imaginemos que en vez de 44,1 grados el termómetro marca 49,1.
No estamos tan lejos de este tipo de cifras. Nuestro país podría llegar a sufrir aumentos de temperatura de 5 grados para el año 2050 si seguimos emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual. Así lo contamos en nuestro último informe, El impacto del cambio climático en la infancia en España.
Cambio climático en España: sus consecuencias
Ya hemos empezado a sentir las consecuencias del cambio climático. Sin embargo, estos efectos podrían multiplicarse en los próximos años si no hacemos nada para detener la destrucción de nuestro planeta.
- Las temperaturas serán cada vez más extremas. Habrás más olas de calor y frío, lo que incrementará la mortalidad y las enfermedades.
- Aumentará el nivel del mar, lo que reducirá el territorio disponible para los niños que viven en nuestras costas.
- Tendremos menos agua. Se calcula que en 2020 habremos perdido alrededor del 20% de los recursos hídricos de los que disponíamos en 1990.
- Nuestra economía se verá resentida, debido a los efectos en los sectores agrícola y turístico, que representan más del 12% del PIB del país.
- El aire estará más contaminado, lo que aumentará la incidencia de alergias y otras enfermedades respiratorias.
Los niños, los más vulnerables al cambio climático
Los niños son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. El impacto de las olas de calor es inmediato en los más pequeños y aumenta el riesgo de partos prematuros en un 20%; el porcentaje de agua en el cuerpo de los niños es mayor que en los adultos, por lo que la falta de agua es fatal para ellos; y la contaminación del aire empeora los síntomas de los niños con asma y alergia.
Por supuesto, las malas noticias no se reducen a España. El cambio climático tendrá cada vez más consecuencias sobre la vida de todos los niños del mundo, especialmente en las zonas más pobres. Se calcula que en la próxima década el cambio climático afectará a 175 millones de niños al año.
Todavía estamos a tiempo
España debe abordar el cumplimiento del Acuerdo de París y promover una nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética sin dejar de pensar ni un minuto en los niños.
Necesitamos nuevos modelos de energía. Necesitamos escuelas y ciudades que protejan a los niños de la contaminación y las temperaturas extremas. Y necesitamos escuchar su voz, la de los niños, porque ellos tienen mucho que decir del futuro del lugar en el que van a vivir.
No podemos seguir estropeando el planeta. Es posible que seamos la última generación que todavía tenga posibilidades de salvarlo. Hagamos todo lo que esté en nuestra mano para conseguir que la temperatura no suba ni un grado más.