Casi una década de crisis humanitaria y hostilidades ha tenido un profundo impacto en la situación de los niños en Siria. En 2020, más de 11 millones de personas, entre ellas 4,8 millones de niños y niñas, seguían necesitando ayuda humanitaria. El impacto de la pandemia ha sumado consecuencias devastadoras a una población que ya vivía en situación de extrema vulnerabilidad.
En UNICEF hemos apoyado desde el inicio del conflicto al pueblo sirio y a los países vecinos que acogen esta población. Ampliamos nuestras operaciones para cubrir las necesidades de los niños y niñas afectados por la violencia, el desplazamiento y la falta de acceso a servicios esenciales, como salud, agua, saneamiento e higiene.
La escala y complejidad de las necesidades humanitarias aumentaron con la recesión económica, el aumento del coste de los productos básicos y la devaluación de la moneda local, todo ello agravado por el impacto socioeconómico de la COVID-19 y las hostilidades en curso.
En las zonas más vulnerables del país y en los campos de desplazados y retornados, en el noroeste y noreste de Siria, distribuimos kits de agua e higiene, suministros básicos para los centros de salud, equipamiento médico e higiénico para la protección del personal sanitario y suministros para la desinfección de escuelas, centros de salud y otras instalaciones básicas.
La higiene, fundamental también en los campamentos
Ahmad y Saad, de 7 y 5 años, han recibido esta nueva caja con suministros de higiene y ayudan a su madre a trasladarla hacia su precaria tienda de campaña, en un campamento en el norte de Alepo. UNICEF proporciona elementos como el detergente o jabón para fomentar el lavado de manos y otras buenas prácticas de higiene que ayudan a prevenir los contagios derivados del coronavirus.
-Ahmad y Saad, en un campamento del norte de Alepo
UNICEF en acción
En 2020 nos hemos centrado en la respuesta a las necesidades humanitarias en materia de salud, agua, saneamiento e higiene, principalmente derivadas de la llegada de la pandemia.
Así mismo, hemos fortalecido progresivamente nuestro enfoque a largo plazo, con más intervenciones para fomentar la capacidad de recuperación.
En 2020 conseguimos grandes resultados
11.816 trabajadores de la salud
con equipos de protección frente a la COVID-19.
Más de 1.000 kits de higiene
distribuidos a unas 5.000 personas.
21 puntos para lavado de manos
instalados y 4.000 pastillas de jabón distribuidas.
3,5 millones de personas
informadas, con mensajes sobre los riesgos de la COVID-19.