4 de cada 10 adolescentes manifiestan haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental
Más de 1 de cada 3 no ha hablado con nadie sobre esos problemas y más de la mitad no ha pedido ayuda.
Alae de 16 años y José Ángel de 17 comparten sus opiniones sobre la salud mental en la infancia y la adolescencia con motivo del lanzamiento del Barómetro de Opinión de UNICEF España. © UNICEF España
08/10/2024
En nuestro país cada vez es más normal que los adolescentes hablen de salud mental o identifiquen posibles problemas. Según el último informe elaborado por UNICEF España y la Universidad de Sevilla, La salud mental es cosa de niños, niñas y adolescentes. Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024, el 41% de los adolescentes en España -4 de cada 10- manifiesta haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental en los últimos doce meses.
Sin embargo, este informe elaborado a partir de las opiniones de los jóvenes refleja que de ese 41%, más de 1 de cada 3 adolescentes no ha hablado con nadie sobre esos problemas y más de la mitad no ha pedido ayuda. Todavía persiste un cierto estigma en torno al tema.
Por ello, en palabras de nuestro director ejecutivo, José María Vera, “es fundamental promover desde todos los ámbitos -instituciones públicas y privadas, medios de comunicación, familias, educativo, etc.- acciones, campañas, iniciativas o formación que contribuyan a erradicar el estigma y los prejuicios, y al mismo tiempo a mejorar el bienestar mental de nuestros niños, niñas y adolescentes”.
Factores que determinan la salud mental en la adolescencia
Entre los factores internos más importantes para favorecer la salud mental identificados por los propios adolescentes se encuentran:
- Los hábitos de sueño (74,9%).
- El ejercicio físico (62,3%).
- Llevar una dieta equilibrada (50,6%).
Entre los factores externos más beneficiosos destacan:
- Una buena relación con sus progenitores (82,6%).
- El apoyo de personas cercanas (82%).
- Hacer las cosas que les gustan y hacen sentir bien (78,6%).
Por el contrario, los factores internos que, según los propios adolescentes, perjudican su salud mental:
- La baja autoestima.
- El consumo de alcohol y otras drogas.
- Tener problemas de salud física.
- Tener dificultades económicas.
Los determinantes externos que más perjudican la salud mental son:
- Ser víctima de bullying o ciberbullying.
- Tener problemas familiares.
Redes sociales: vida perfecta aunque no sea cierto
Según este Barómetro de Opinión sobre salud mental, merece especial atención el uso generalizado que hacen los adolescentes de las redes sociales: el 98,5% afirma haberlas utilizado alguna vez.
Aquí cabe distinguir entre distintas situaciones que manifiestan los adolescentes:
- El 73,5% asegura no haber sentido agobio o estrés por la cantidad de información recibida sobre salud mental.
- El 70% ha utilizado las redes para expresarse acerca de la salud mental.
- El 32% manifiesta haber sentido la necesidad de mostrar en el mundo online una vida perfecta y sin problemas, aunque no sea cierto.
En este sentido, más del doble de chicas (34,3%) que de chicos (13,3%) se comparan con personas que muestran vidas perfectas y una buena salud mental en redes sociales. Además, ellas sienten más presión por tener un físico determinado: el 73,5% cree que esto les afecta mucho o muchísimo, frente al 50,8% de los chicos.
En cuanto a las actitudes y prejuicios frente a los problemas de salud mental, las creencias negativas están poco extendidas entre los adolescentes: si bien 1 de cada 4 piensa que las personas con problemas de salud mental sienten vergüenza, casi 8 de cada 10 asegura que mantendría amistad con alguien de su edad que esté visitando a un profesional de salud mental y solo un 16,2% cree que las personas con problemas de salud mental no se comportan tan bien como el resto de la clase.
José Ángel: "por parecer el mejor"
José Ángel, un chico de 17 años que forma parte de nuestro Grupo Asesor en UNICEF España, cuenta que en la adolescencia "los estereotipos y prejuicios que tenemos entre nosotros mismos nos hacen sentirnos inseguros e intentamos mostrar, como indica el barómetro, un estilo de vida y de personalidad totalmente distinto al nuestro solo por ‘parecer el mejor’ ante las amistades”.
También refiere a la presión social real que ejercen las redes sociales, pudiendo afectar la salud mental de los adolescentes "de manera indiscreta y poco a poco". Aunque considera que aún estamos a tiempo "de evitar un gran nivel de intoxicación digital. Los prejuicios siempre van a existir, pero pueden ser mucho menos de lo que ahora son. La salud mental no debe parecernos algo de lo que no hablar y debemos saber cómo tomar la ayuda que necesitamos o incluso, de la forma contraria, buscar la forma de ayudar a nuestros más allegados”.
Alae tiene 16 años y también es miembro del Grupo Asesor de UNICEF España. Ella afirma que los “problemas de salud mental como la ansiedad social y la depresión nos hacen darnos cuenta de lo importante que es tratar la salud mental. Me parece importante que la salud mental sea abordada tanto por niños y niñas como por adultos y otras entidades principalmente porque al abordar la salud mental de forma abierta, se reducen los prejuicios y estigmas asociados, esto incrementa la comodidad de cualquiera que padezca cualquier problema y necesite ayuda".
Además, Alae defiende la idea de que abordar la salud mental desde una edad temprana y normalizar este tema previene problemas futuros más graves. "La salud mental es una parte integral para el bienestar, así que hay que cuidar de ella”, añade.
Recomendaciones de UNICEF España en temas de salud mental
Para garantizar el bienestar mental de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, desde UNICEF hacemos una serie de recomendaciones:
- Reforzar los programas y servicios de detección, prevención precoz y atención de la salud mental de la infancia y la adolescencia en la Atención Primaria y sistemas sanitarios autonómicos.
- Mejorar el conocimiento y comprensión, a través de datos fiables, del estado de la salud mental de la infancia y la adolescencia.
- Promover iniciativas en los centros escolares, entendidos como entornos protectores, para fomentar el bienestar del alumnado y el aprendizaje emocional, mediante concienciación o formación para poder detectar problemas y saber cómo abordarlos.
- Apoyar a las familias y cuidadores mediante formaciones, recursos específicos, recomendaciones y redes de apoyo para familias.
- Potenciar la escucha activa y participación de los propios niños, niñas y adolescentes.
- Concienciar a través de los medios de comunicación para contribuir a erradicar el estigma.
- Fomentar un espacio digital en clave de bienestar emocional.
¿Te gustaría hacer algo extraordinario hoy?
Hazte socio. Elige ahora tu aportación mensual.