Afganistán: 10 millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria

En las últimas semanas, la situación de muchos niños y niñas se ha vuelto aún más desesperada que antes. En UNICEF no tenemos intención ni de dejarlos solos ni de marcharnos del país.

14/09/2021

Incluso ante la escalada de la crisis, el trabajo que hacemos en UNICEF para los niños y las familias de todo Afganistán continúa. Estamos presentes en todas las regiones del país. 

Llevamos más de 70 años en Afganistán para hacer nuestro trabajo: defender a niñas y niños. Y pensamos seguir haciéndolo.

Si los combates se vuelven demasiado intensos y nuestros equipos están en peligro, podemos reubicarlos temporalmente, pero eso no nos impedirá seguir prestando un apoyo fundamental a las mujeres y los niños de Afganistán, porque es más importante que nunca.

"Prevemos que las necesidades humanitarias de los niños y mujeres aumentarán durante los próximos meses, en medio de una grave sequía y la consiguiente escasez de agua, de las devastadoras consecuencias socioeconómicas de la pandemia de COVID-19 y del comienzo del invierno", dice Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF, en una reciente declaración. "Nuestro compromiso con los niños y niñas de Afganistán es incondicional y nuestro objetivo es ver cómo los derechos de cada uno de ellos se cumplen y protegen”.

En los primeros meses de este año hemos prestado ayuda humanitaria a 1,7 millones de personas, pero no es suficiente. 

¿Cuál es la situación de los niños en Afganistán?

Afganistán siempre ha sido uno de los lugares más peligrosos para ser niño. Pero en las últimas semanas, la guerra ha entrado en una nueva fase más mortífera y destructiva.

Desde UNICEF estamos extremadamente preocupados por la rápida escalada de graves violaciones contra los niños y profundamente sobrecogidos por los informes que apuntan que los niños están siendo reclutados en el conflicto por grupos armados.

Además, nuestros compañeros en el país, reportan que muchos otros niños están traumatizados tras ser testigos de atrocidades cometidas contra sus seres queridos.

La prolongada crisis humanitaria se ha convertido en una triple crisis: el conflicto, una tercera ola de COVID-19 y la sequía.

Cada día que pasa, el enardecido conflicto en Afganistán se cobra un precio mayor en las mujeres y los niños y niñas del país. De hecho, desde principios de año, más de 550 niños y niñas han muerto y 1400 han resultado heridos. 

La mitad de la población, más de 18 millones de personas, incluidos casi 10 millones de niños y niñas, necesita ayuda humanitaria.

Cerca de 600.000 personas, de las que más de la mitad son niños, han resultado desplazadas por el conflicto este año.

El impacto combinado de la inseguridad, los desplazamientos internos, la pobreza, el COVID-19 y la escasez de agua lo sufren los más vulnerables: los niños, incluidos los niños con discapacidad, las mujeres, incluidas las embarazadas, y las personas ancianas.

Prevemos que cerca de 2 millones de niños necesitarán apoyo humanitario en materia de agua, saneamiento e higiene y más de un millón de niños menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda grave - lo que supone un aumento de 220.000 casos con respecto a los actuales.

Es prioritario proteger los avances que hemos conseguido con tantos años de trabajo: en los últimos 20 años la escolarización se ha multiplicado por diez y 4 millones de niñas ya van a la escuela, un logro muy importante para impulsar los derechos de las niñas. Sin embargo, más de 4,2 millones de niños y niñas siguen sin ir a la escuela. Y según nuestros últimos datos, casi el 50% de las niñas en Afganistán ni siquiera han empezado la educación primaria. 

Los niños no deben pagar con su infancia este conflicto que se agrava. Los niños y niñas de Afganistán necesitan la paz.

¿Dónde está presente UNICEF en Afganistán?

Donde hay niños y niñas que nos necesitan, allí estamos. Durante más de 70 años en Afganistán, en UNICEF hemos apoyado a niños y familias, hemos creado confianza con las comunidades; hemos negociado con todas las partes en conflicto para lograr acceso humanitario; y nos hemos convertido en especialistas en la entrega de suministros que salvan vidas en circunstancias difíciles.

Tenemos 11 oficinas que operan en todo país, con las que somos capaces de llegar a todos los niños. 

¿Qué está haciendo UNICEF por los niños en Afganistán?

Aunque a medida que se intensifican los combates, el espacio operativo para los trabajadores humanitarios se reduce, estamos ampliando urgentemente nuestra respuesta humanitaria en preparación de un escenario peor. 

Para llegar a los niños más difíciles de alcanzar, abogamos ante todas las partes en conflicto por un acceso seguro y sin obstáculos, en línea con los Compromisos Básicos para la Infancia en Situaciones de Emergencia y los principios humanitarios.

Instamos a los talibanes y a las demás partes a garantizar que UNICEF y nuestros aliados humanitarios tengan acceso seguro, a tiempo y sin restricciones para llegar a los niños que lo necesitan, estén donde estén. Además, todos los actores humanitarios deben tener espacio para operar, según los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia.

Nuestros planes de trabajo para las próximas semanas incluyen:

• Agua y saneamiento: proporcionar servicios de emergencia de agua y saneamiento, también a las familias desplazadas.
• Nutrición: preposicionar suministros de alimentos terapéuticos listos para usar y ampliar la capacidad de los almacenes.
• Educación: mantener el aprendizaje apoyando la apertura de escuelas móviles; posicionar suministros para responder a emergencias, especialmente para los desplazados internos.
• Salud: prestar servicios sanitarios esenciales a través de equipos sanitarios móviles y apoyar la vacunación contra la COVID-19 en todo el país, incluso en las zonas controladas por los elementos antigubernamentales.
• Protección de la infancia: prestar servicios inmediatos y vitales a los niños, incluyendo asistencia humanitaria en efectivo, transporte y remisión a centros de salud.
• Poliomielitis: facilitar el acceso a los niños no vacunados en zonas que antes no eran accesibles. 
• Adolescentes/jóvenes: abrir espacios seguros para mujeres y niñas y desarrollar asociaciones con organizaciones de la sociedad civil.
• Comunicación para el Desarrollo: elaborar y distribuir entre las familias desplazadas 10.000 folletos con información sobre cómo protegerse en la emergencia y prácticas para salvar vidas.
• Protección social: llegar a 40.000 personas en más de 6.000 hogares con ayuda humanitaria en efectivo, especialmente a las familias desplazadas.

Ya estamos viendo algunos resultados. Durante las últimas dos semanas, hemos proporcionado agua potable a 170.000 personas afectadas por la sequía y desplegamos equipos sanitarios móviles en 14 provincias para seguir ofreciendo servicios básicos de salud a niños, niñas y mujeres. En la última semana de agosto, UNICEF proporcionó tratamiento que le salvó la vida a 4.000 niños menores de cinco años con desnutrición grave.

Nunca ha habido un momento más urgente para apoyar a los niños y niñas de Afganistán, sin nuestro apoyo los servicios esenciales se detendrán por completo y el riesgo para la infancia será aún mayor. ¡No podemos dejarlos solos!