COP27: millones de niños en alto riesgo por inundaciones

 La mayoría se encuentra entre los más vulnerables y podría sufrir muerte por ahogamiento, brotes de enfermedades, falta de agua potable, desnutrición, interrupción de la educación y violencia.

Inundaciones en Chad.

La peor temporada de lluvias de los últimos 30 años en Chad. © UNICEF/UN0724655/Banyo

08/11/2022

En lo que va de 2022, al menos 27,7 millones de niños y niñas en 27 países de todo el mundo han sufrido los efectos de inundaciones devastadoras. Una gran mayoría de ellos se encuentra entre entre los más vulnerables y corren un alto riesgo de sufrir una multitud de amenazas como la muerte por ahogamiento, brotes de enfermedades, falta de agua potable, desnutrición, interrupción de la educación y violencia.

Estas son algunas de las cifras más preocupantes que UNICEF quiere dar a conocer hoy mientras se desarrolla la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto.

Consecuencias de las inundaciones para los niños y niñas

“Estamos viendo niveles de inundaciones sin precedentes en todo el mundo este año y, con ello, una explosión de amenazas para los niños”, señala Paloma Escudero, desde la delegación de UNICEF para la COP27.

La crisis climática está aquí. En muchos lugares, las inundaciones son las peores que han ocurrido en una generación, o en varias. Nuestros hijos e hijas ya están sufriendo las consecuencias a una escala que sus padres y madres nunca experimentaron”, añade.

Las secuelas de las inundaciones suelen ser más mortales para los niños y niñas que los fenómenos meteorológicos extremos que las provocaron.

Aumentan las causas de mortalidad infantil

En 2022, las inundaciones han contribuido a aumentar la propagación de las principales causas de mortalidad infantil, como la desnutrición, malaria, cólera y diarrea:

  • En Pakistán, se ha descubierto que más de 1 de cada 9 niños y niñas menores de cinco años ingresados en centros de salud, en las áreas afectadas por las recientes inundaciones de Sindh y Baluchistán, sufrían desnutrición aguda grave.
  • En Chad, se han destruido 465.030 hectáreas de tierras de cultivo, lo que ha empeorado la ya grave situación de inseguridad alimentaria en el país.
  • En Malawi, las lluvias torrenciales y las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Ana en enero de 2022 causaron grandes daños a los sistemas de agua y saneamiento, lo que creó las condiciones perfectas para un brote de cólera. Dicho brote se ha cobrado la vida de 203 personas, de las cuales 28 son niños y niñas. Hasta la fecha, 1.631 niños han resultado infectados con cólera.
  • Junto a otras amenazas climáticas y conflictos, las inundaciones han provocado que el número de niños y niñas en Sudán del Sur que afronte altos niveles de inseguridad alimentaria supere las tasas observadas durante el conflicto en 2013 y 2016. Además, Naciones Unidas advirtió recientemente de que algunas comunidades podrían enfrentarse al hambre si la ayuda humanitaria no se mantiene y las medidas de adaptación climática no se amplían.

Interrupción de servicios esenciales y mayores desplazamientos

Además de amenazar la vida de millones de niños y niñas, las inundaciones han interrumpido servicios esenciales y provocado el desplazamiento de innumerables familias:

  • Las recientes inundaciones en Pakistán dañaron o destruyeron cerca de 27.000 edificios escolares, obligando a 2 millones de niños y niñas a faltar a clase.
  • En Sudán del Sur, 95 centros de nutrición apoyados por UNICEF se han visto afectados por las inundaciones, lo que ha dificultado la prestación de servicios de prevención de la desnutrición que salvan vidas a 92.000 niños y niñas.
  • Unos 840.000 niños y niñas han quedado desplazados por las inundaciones en Nigeria durante los últimos meses.
  • Las fuertes lluvias e inundaciones en Yemen dañaron seriamente los refugios en los campamentos de desplazados. Hasta 73.854 hogares quedaron afectados y unos 24.000 tuvieron que desplazarse.

Desde UNICEF pedimos medidas urgentes

“La COP27 brinda la oportunidad de trazar una hoja de ruta creíble con hitos claros para la financiación de la adaptación climática y soluciones para pérdidas y daños (…) Los jóvenes de los lugares más afectados de la Tierra se están ahogando en la inacción climática. Ya basta. Hay vidas en juego: los niños y niñas necesitan acción ahora”, reclamó Paloma Escudero.
 
Además de presionar a los gobiernos y las grandes empresas para que reduzcan rápidamente las emisiones, UNICEF insta a los líderes a tomar medidas inmediatas para proteger a los niños y niñas de la devastación climática mediante la adaptación de los servicios sociales críticos de los que dependen. Dichas medidas de adaptación, como la creación de sistemas de agua, salud y educación que resistan a las inundaciones y sequías, salvarán numerosas vidas.
 
El año pasado, los países desarrollados acordaron duplicar el apoyo para la adaptación hasta los 40.000 millones de dólares (una cifra similar en euros) al año para 2025. En la COP27 deben presentar una hoja de ruta creíble con hitos claros sobre cómo se irá ejecutando dicha ayuda, como un paso para inyectar al menos 300.000 millones de dólares al año para adaptación de aquí a 2030. Al menos la mitad de toda la financiación climática debería encaminarse hacia la adaptación.
 
UNICEF también insta a las partes a encontrar soluciones para apoyar a quienes se enfrentarán a pérdidas y daños climáticos más allá de los límites a los que las comunidades pueden adaptarse.

Estamos pidiendo a los gobiernos que cierren la brecha financiera para abordar estos cambios irreversibles para los niños y niñas.

En la COP27, UNICEF llama a todas las partes a:

  1. PREVENIR. Revisar sus planes climáticos nacionales para reducir las emisiones de manera drástica y urgente para evitar una catástrofe climática.
  2. PROTEGER. Garantizar una acción clara sobre la adaptación que proteja a todos los niños y niñas de los impactos acelerados del cambio climático a través del Balance Global y el Objetivo Global de Adaptación.
  3. PREPARAR. Promover la educación sobre cambio climático y la participación significativa para preparar a los niños y jóvenes a través del Plan de Acción para el Empoderamiento Climático (ACE).
  4. PRIORIZAR a los niños y jóvenes acelerando la inversión de financiación climática en servicios sociales resilientes al clima que benefician a los niños y niñas en mayor riesgo y desbloquean los avances en pérdidas y daños.
  5. COMPROMETERSE con la acción climática sensible a los niños y niñas, alineándose y poniendo en práctica la Declaración sobre los niños, niñas, jóvenes y la Acción Climática.

La respuesta humanitaria inmediata de UNICEF a los países afectados por las inundaciones abarca todos los sectores: salud, nutrición, agua, saneamiento e higiene, protección infantil y educación. Sin embargo, la falta de financiación ha obstaculizado la respuesta en muchos países. Por ejemplo, el déficit de financiación para la respuesta humanitaria en Pakistán actualmente es del 85%.
 
UNICEF está trabajando para fortalecer la resiliencia de las comunidades y la infraestructura sanitaria con el objetivo de resistir a los peligros relacionados con los desastres, y vinculando cada vez más su trabajo en la respuesta humanitaria y la adaptación climática a largo plazo.

 

 
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