Cuerno de África: el hambre amenaza a millones de niños
La situación es grave y desesperada, la vida de millones de niños y niñas pende de un hilo. 20 millones de personas van a necesitar ayuda humanitaria en los próximos meses.
04/07/2022
"La situación de los niños y las familias en el Cuerno de África es grave. Están desesperados. Millones de vidas penden de un hilo", alerta el director regional de UNICEF para África Oriental y Meridional, Mohamed M. Fall.
En UNICEF prevemos que unas 20 millones de personas en Eritrea, Etiopía, Kenia y Somalia necesitarán agua y asistencia alimentaria en los próximos meses. ¡Esto es casi la misma cantidad de personas que las poblaciones de Grecia y Suecia juntas! Muchos de ellos son niños y niñas, que corren un riesgo aún mayor en una de las peores emergencias inducidas por el clima de los últimos 40 años.
El número de niños que se enfrentan a severas condiciones de sequía en el Cuerno de África se ha incrementado en más de un 40%. 10 millones de niños y niñas afrontan las consecuencias de las sequías: hambre extrema, desnutrición y sed.
“Si no actuamos ahora, veremos una avalancha de muertes infantiles en cuestión de semanas”, asegura Fall. “La hambruna está a la vuelta de la esquina”. Una catástrofe con efectos devastadores para una región que convive con la pandemia de COVID-19, los conflictos y el cambio climático.
Una grave sequía que se traduce en más casos de desnutrición aguda
En la región acumulan ya cuatro estaciones secas consecutivas. La consecuencia más inmediata de la sequía es la grave escasez de agua, lo que acaba matando el ganado y perjudicando los cultivos, desplazando poblaciones, aumentando el riesgo de enfermedades y provocando la aparición de más casos de desnutrición aguda.
Como siempre en las emergencias, los niños son los más vulnerables y, en el Cuerno de África, sin duda, están pagando el precio más alto por una crisis que no han creado. Privados de tener un hogar, una comida, la posibilidad de ir a la escuela y hasta del acceso a los servicios de atención a la salud, esenciales para salvar vidas.
En este momento, en Etiopía, Kenia y Somalia más de 1,7 millones de niños necesitan tratamiento urgente para la desnutrición aguda grave. En UNICEF tememos que este número aumente si las lluvias no llegan en los próximos meses, como sugieren los pronósticos.
Solo en Somalia, se estima que 1,3 millones de niños menores de 5 años están en riesgo de desnutrición, incluidos alrededor de 386.000 casos graves, superando ya los 340.000 niños que requirieron tratamiento en el momento de la hambruna de 2011.
Las familias están tomando medidas extremas para sobrevivir y, en muchos casos, abandonando sus hogares, lo que pone a los niños particularmente en riesgo.
En Etiopía, Nimo recibe tratamiento en una clínica móvil de UNICEF
En la aldea de Higlolay, en Etiopía, trabajamos con equipos móviles que atienden el estado de salud y nutrición de la población. Allí, Nimo Abdi Dhuh, de dos años, recibe tratamiento para la desnutrición aguda.
Ha sufrido diarrea y vómitos, y su madre, Shamis Dhire, está preocupada. "Nos hemos visto afectados por la sequía. No tenemos leche para dar a los niños. Mi hijo está enfermo por falta de leche y comida por culpa de la sequía... Oramos a Allah por la lluvia".
La pérdida de ganado por parte de las familias, priva a los niños de su principal fuente de proteínas, lo que ayuda al aumento de los casos de desnutrición.
Desde UNICEF ya estamos trabajando
UNICEF trabaja en toda la región para proporcionar ayuda vital, como tratamiento contra la desnutrición severa, acceso a agua limpia y atención de la salud. Además, ayudamos a las familias con transferencias en efectivo, que contribuyen a mantener a los niños y niñas en la escuela, lo que les protege frente al abuso y la explotación.
En Etiopía, desplegamos clínicas móviles en los pueblos más remotos y en los asentamientos temporales para examinar y tratar a niños como Nimo. También tenemos preparados los suministros terapéuticos necesarios para garantizar la continuidad de la atención y minimizar las posibilidades de desabastecimiento.
A su vez, para mejorar el suministro de agua, estamos rehabilitando y ampliando los sistemas en las zonas más afectadas. También proporcionamos generadores para hacer funcionar las bombas, para que el transporte de agua no se vea interrumpido.
La crisis climática requiere de una respuesta colectiva, que garantice el acceso a agua potable, nutrición y espacios seguros para los niños. Es una crisis de los derechos de los niños y para hacerle frente es necesario:
• Una mayor inversión en adaptación al clima y resiliencia.
• Reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero.
• Un mundo que escuche mejor a los jóvenes y actúe de forma contundente.
"Desde UNICEF ya trabajamos en el pasado para evitar situaciones de hambruna en la región. Ahora debemos hacerlo otra vez y de manera inmediata. De lo contrario, muchos niños morirán o sufrirán daños físicos y cognitivos que les durarán toda la vida y que podríamos evitar", advierte nuestro director regional.
También estamos proporcionando asistencia vital al resto de países, en coordinación con los gobiernos, las comunidades y nuestros aliados en el terreno.
Pero no es suficiente. Las necesidades son masivas y urgentes y nos enfrentamos al reto de darles respuesta con unos fondos que se están agotando rápidamente. ¡No podemos dejarlos solos!
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