Día de la Salud Mental

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La salud mental es fundamental para el bienestar de las personas, en especial para niños, niñas y adolescentes, quienes pueden sufrir problemas de salud mental y malestar emocional que a menudo pasan desapercibidos. 

La importancia de tratar estos temas es crucial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente en la meta 3.4 de la Agenda 2030, que busca reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles y promover el bienestar emocional.

La pandemia de COVID-19 ha visibilizado los problemas de salud mental en niños, niñas y adolescentes, poniendo de manifiesto que los sistemas de prevención y atención son insuficientes para abordar la creciente demanda de asistencia.

¿Qué se conmemora el Día de la Salud Mental?

En el Día Mundial de la Salud Mental queremos visibilizar los desafíos y la importancia de la salud mental en la vida de las personas. Este día se dedica a la promoción del bienestar emocional y la erradicación del estigma que rodea los problemas de salud mental.

Especialmente, busca sensibilizar a gobiernos, instituciones públicas y privadas, y a la sociedad en general sobre la necesidad de invertir en la prevención y el tratamiento de los problemas de salud mental.

¿Por qué se celebra el Día de la Salud Mental?

La celebración de este día busca concienciar sobre el impacto que los problemas de salud mental tienen en la vida de las personas y el desarrollo de las sociedades.

En el caso de los niños, niñas y adolescentes, el malestar emocional y los problemas de salud mental afectan a su capacidad de aprendizaje, al desarrollo personal y a su calidad de vida en general. 

Iniciativas como esta ayudan a combatir los estigmas asociados a la salud mental y promueven la creación de políticas públicas enfocadas en la prevención y el apoyo adecuado.

Salud mental: situación en el mundo

A nivel mundial, los problemas de salud mental son una causa importante de sufrimiento entre niños, niñas y adolescentes.

Uno de cada siete adolescentes de 10 a 19 años en todo el mundo tiene un problema de salud mental diagnosticado, según el informe Estado Mundial de la Infancia 2021 . Además, se ha observado que los niveles de estrés y malestar emocional han aumentado debido a factores como la pandemia, la pobreza, las situaciones de violencia, el uso de la tecnología o los efectos de la crisis climática.

La prevención, la atención y el tratamiento de la salud mental siguen siendo limitados en muchas regiones del mundo, lo que subraya la necesidad urgente de inversiones y políticas públicas.

Salud mental: situación en España

En España, la salud mental infantil y adolescente es una preocupación creciente, especialmente tras el impacto de la pandemia.

Según la Encuesta Nacional de Salud de 2017, el 13,2% de los niños y niñas entre 4 y 14 años estaban en riesgo de sufrir problemas de salud mental. Este porcentaje aumenta significativamente en grupos vulnerables, como niños en situaciones de pobreza o niños y niñas migrantes o solicitantes de asilo.

Las tasas de suicidio han crecido, convirtiéndose en la segunda causa de muerte (después de los accidentes de tráfico) entre los jóvenes de 15 a 19 años en la Unión Europea, lo que resalta la necesidad de reforzar los sistemas de atención y prevención de salud mental y el bienestar emocional.

La buena noticia es que los adolescentes, tal y como se desprende del Barómetro de Opinión de la infancia y Adolescencia recientemente publicado por UNICEF, han normalizado las situaciones en torno a la salud mental, lo que contribuye a acabar con el estigma. A pesar de ello, según sus opiniones, siguen necesitando mejorar en cuanto a herramientas que les ayuden a lidiar con los problemas emocionales.

Consecuencias del estigma en la salud mental infantil y adolescente

El estigma asociado a los problemas de salud mental es una barrera que impide a muchos niños, niñas y adolescentes hablar sobre su malestar emocional y buscar ayuda.

Según el mismo barómetro de la infancia, a pesar de que 1 de cada 4 adolescentes piensa que las personas con problemas de salud mental sienten vergüenza (25,8%), casi 8 de cada 10 (78,5%) asegura que mantendría amistad con alguien de su edad que esté visitando o haya visitado a un profesional de salud mental.  

A pesar de que en muchos casos el temor a ser juzgados o discriminados puede agravar el problema y retrasar la detección temprana y el tratamiento adecuado, 7 de cada 10 asegura apoyarse en sus amistades, y 6 de cada 10 no tendría inconveniente en acudir a un profesional. 

La importancia de combatir el estigma desde la educación y las campañas públicas

Desde UNICEF España enfatizamos la necesidad de poner en marcha campañas públicas que promuevan la salud mental y eliminen los prejuicios y discriminación hacia quienes sufren problemas de salud mental. 

Además, destacamos el rol clave de los centros educativos, a través de la figura del coordinador de bienestar y protección, para crear entornos inclusivos y seguros que promuevan el bienestar emocional y combatan el estigma desde una perspectiva de género e inclusión​.

El papel de UNICEF en el Día de la Salud Mental

En UNICEF tenemos un papel clave en la promoción de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes a nivel mundial. 

En España, impulsamos estudios como la edición de 2024 del Barómetro de Infancia que presenta un monográfico sobre salud mental, y trabajamos junto con otras organizaciones, gobiernos e instituciones públicas y privadas en acciones concretas para visibilizar y abordar los problemas de salud mental en la infancia y la adolescencia. 

Entre nuestras recomendaciones principales destacamos:

• Potenciar la escucha activa y la participación de niños, niñas y adolescentes en clave de salud mental en todos los espacios de decisión.
• Fortalecer los programas y servicios de prevención, detección precoz y atención de la salud mental para los niños, niñas y adolescentes.
• Apoyar a las familias y promover campañas para combatir el estigma.

Además, desde UNICEF abogamos por la implementación de unas políticas públicas que prioricen la salud mental infantil y adolescente dentro de un enfoque multisectorial, asegurando la participación de todos los actores implicados.

Este enfoque integral busca, no solo mejorar la atención directa, sino también fomentar entornos que promuevan el bienestar emocional, en el día a día de los niños, niñas y adolescentes, ya sea en los centros educativos, con sus familias o en el entorno digital.