Día Mundial de las Habilidades de la Juventud
15 de julio
15/07/2024
Hoy más que nunca es importante que los y las jóvenes cuenten con las habilidades necesarias para su futuro laboral y personal.
Sin embargo, solo alrededor de 1 de cada 4 jóvenes en todo el mundo está en vías de adquirir las habilidades que necesita para el empleo. Con demasiada frecuencia, esto no solo afecta sus oportunidades laborales, sino que los empuja a tener condiciones de vida complicadas, perpetuando ciclos de vulnerabilidad.
A pesar de estos desafíos, existen historias inspiradoras de jóvenes que, con la formación y el acompañamiento adecuados, han logrado superar circunstancias complicadas y desarrollar su talento.
En el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, conoce a jóvenes que han apostado por su desarrollo profesional y personal, y que al mismo tiempo están haciendo una diferencia significativa en sus comunidades.
“Este trabajo me ha devuelto la confianza en mí mismo”
Daniel (vídeo) se encontraba en una situación de desempleo y sin formación específica. En lugar de rendirse, decidió participar en un programa de formación en electricidad y energía fotovoltaica, implementada por la Fundación Tomillo, junto a APIEM e Iberdrola, en el marco de Generation Unlimited España, una alianza impulsada por UNICEF España para apoyar la inclusión sociolaboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad en nuestro país. Gracias a este programa, realizó prácticas en una empresa que, impresionada por su talento, lo contrató.
El propio Daniel relata de primera mano cómo es su día a día en su nuevo empleo de electricista: "Este trabajo me ha devuelto la confianza en mí mismo, ya que puedo desarrollarme como profesional y tener autonomía", afirma Daniel.
Historias como la de Daniel resaltan la importancia de que los jóvenes cuenten con una formación que se ajuste a las necesidades del mercado laboral, especialmente cuando se estima que en los próximos 15 años se necesitarán crear 600 millones de puestos de trabajo para satisfacer las necesidades de empleo de los jóvenes a nivel mundial.
Luz para los niños de Zimbabue
Desde niño, Aluwaine hacía sus deberes a la luz de las velas debido a la falta de electricidad. Hoy, está cambiando el futuro de su comunidad al transformar 2.000 botellas de plástico recicladas y 12.000 chips desechados en luces LED.
Aluwaine se ha asociado con escuelas en su Zimbabue natal, organizando sesiones de formación sobre electrónica, gestión de residuos y energías renovables. Gracias a su proyecto no solo se iluminan las aulas, sino que también se abren nuevas oportunidades para muchos estudiantes.
En el sur global, 1.100 millones de jóvenes están preparados para ingresar al mercado laboral durante la próxima década, y se espera que solo se generen 325 millones de puestos de trabajo. La educación y formación en habilidades prácticas, como la digitalización y las ligadas a la economía verde, serán clave para enfrentar este déficit.
Aluwaine está cambiando las cosas para la próxima generación en Zimbabue, convirtiendo botellas de plástico y chips en luces LED. © UNICEF
Velando por la salud mental de jóvenes en Bangladesh
Jahnnobi, estaba preocupada por los efectos de la pandemia en la salud mental de muchos jóvenes de su país, Bangladesh. Para apoyarles, ha creado una aplicación que ayuda a jóvenes que sufren de estrés o depresión.
Un proyecto con el que está apoyando a su comunidad, pero con el que, además, Jahnnobi ha adquirido habilidades esenciales en el mundo empresarial como la toma de decisiones y la comunicación efectiva. Ahora, en el proyecto trabajan 15 personas y ha organizado más de 100 sesiones con jóvenes sobre salud mental.
La joven Jahnnobi ha creado un Bangladesh un proyecto para apoyar la salud mental de chicos y chicas. © Relaxy
La población joven crecerá en más de 78 millones para 2030, con los países de bajos ingresos representando casi la mitad de este aumento. Es urgente que los sistemas de educación se adapten para abordar el desarrollo de habilidades prácticas para enfrentar este reto monumental.
Y es especialmente necesario invertir en la educación y formación de los y las jóvenes que lo tienen más complicado o que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Al hacerlo, no solo aseguramos un futuro mejor para ellos y ellas, sino también para nuestras sociedades en su conjunto.
Las historias de Daniel, Aluwaine y Jahnnobi nos inspiran y nos recuerdan que, con las oportunidades adecuadas, los jóvenes pueden superar las adversidades y construir un futuro brillante.
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