El cólera amenaza a la infancia en Zimbabue
El agua, tan necesaria para la vida y la supervivencia, está causando enfermedad y muerte en Zimbabue. El cólera se extiende entre la población que ve indefensa cómo esta terrible enfermedad se sirve de la pobreza del país para hacer más daño. El progresivo hundimiento del sistema de salud y del suministro de agua en los últimos años está dando vía libre a un brote que, con medios adecuados podría contenerse
Sarah Masarakufa aún está de duelo. Su hija de dos años, Shumirai, sucumbió al cólera hace dos meses.
“Era mi única hija y era preciosa”, dice Sarah mientras muestra fotos de Shumirai. “Sé que hice todo lo que podía para intentar salvar su vida, pero murió”.
Aguas mortales
Sarah vio como Shumirai soportó una semana de dolor y sufrimiento. Las medicinas no resultaban eficaces y lo único que podía hacer era ver como su hija se debilitaba por momentos.“Fui a la clínica, a un doctor privado y ella murió en el hospital”, dice Sarah.
Desde agosto, más de 780 personas de todo Zimbabue han muerto de cólera. Budiriro, donde vive Sarah, acumula el mayor número de casos.
El cólera tiene tratamiento, pero en Zimbabue se está expandiendo rápidamente a causa del deterioro del sistema de salud, la falta de fuentes de agua potable y un sistema precario de alcantarillado y de infraestructuras relacionadas con la gestión de aguas residuales. Sarah explica como en su caso se vio obligada a sacar agua de un pozo al fallar el suministro de agua corriente. Desgraciadamente para ella, el pozo estaba demasiado cerca de una fosa de aguas residuales y el agua hizo enfermar a su hija.
Esfuerzos tanto para curar como para prevenir
UNICEF Zimbabue se ha puesto rápidamente en marcha paraminimizar las muertes causadas por el cólera. Está distribuyendo agua en camiones cisterna, así comomedicinas y sales de rehidratación oral. También está estableciendo centros de tratamiento para el cólera. UNICEF también trabaja en los esfuerzos para librarse a la capital del país de los residuos que se han ido acumulando allí. “El tratamiento por sí solo no es suficiente si la gente regresa a sus casas y estas están rodeadas de residuos relacionados con la epidemia”, indica el Representante de UNICEF en Zimbabue, Roeland Monasch. “Sabemos que estos contenedores de residuos son un nido perfecto para el cólera y es necesario librarse de ellos”.