Es necesario que la ayuda de emergencia llegue a Myanmar
La devastación causada por el ciclón Nargis en Myanmar podría convertirse pronto en una tragedia. De acuerdo con el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, la salud de 1,5 millones de personas está en peligro. Varios aviones con suministros de emergencia de UNICEF han aterrizado ya en el aeropuerto de Yangón
“Estamos en un punto crítico”, ha declarado Ban Ki Moon. “A no ser que entre más ayuda en el país pronto, nos enfrentamos a un estallido epidémico que podría hacer que la crisis actual pareciera pequeña en comparación”.
UNICEF está trabajando estrechamente con sus aliados locales, incluida la Cruz Roja de Myanmar, para la distribución de suministros. Actualmente hay 4 equipos móviles de UNICEF en los 6 municipios del delta del Irrawaddy y otros 7 equipos en los 17 municipios del área de Yangón.
Varios vuelos con suministros de UNICEF han aterrizado ya en Yangón, con suministros esenciales y material médico. Envíos adicionales de suministros médicos y para la potabilización de agua llegarán al Puerto marítimo de Yangón tan pronto como el Gobierno lo reabra.
“Como el tsunami”
El Jefe de Salud y Nutrición y UNICEF Myanmar, el Dr.Osamu Kunii, está visitando las áreas afectadas con los equipos móviles de evaluación. “Hemos visto mucha gente sin hogar, desplazada y vagando sin acceso a agua potable, alimentos ni servicios de salud”, afirma.
“Es como el tsunami: en algunas areas la mayor parte de las fuentes de agua se han contaminado con agua salada y con agua sucia”, añade. En respuesta, UNICEF está proporcionando pastillas para la potabilización del agua y sales de rehidratación oral para tratar los casos de diarrea que han surgido por el consumo de agua en mal estado. Además está distribuyendo otros suministros esenciales como mosquiteras, materiales para construir refugios y medicinas.
Las Naciones Unidas estiman que entre 62.000 y 100.000 personas han perdido la vida. El Dr. Kunii indica que la cifra de muertos es tan alta que no se pueden enterrar los cuerpos, lo que genera un problema de salud añadido.
Amenaza de enefermedades
Cuanto más tarden en llegar a las áreas afectadas los equipos de limpieza y de ayuda humanitaria, más aumenta el riesgo de que haya más víctimas debido al hambre o la enfermedad. De acuerdo con el Dr. Kunii, ya se están dando casos de diarrea o neumonía en los refugios provisionales en escuelas y monasterios en Yangón y el delta del Irrawaddy. El cólera, el paludismo (malaria) y el dengue podrían irrumpir pronto en los campamentos si no se toman las medidas adecuadas. Escasez de alimentos
Proveer servicios de salud se está complicando aún más por la grave falta de alimentos. El ciclón inundó los campos de arroz que alimentaban a la mayor parte de la región y la llegada de la estación lluviosa sólo puede empeorar la situación.
“Algunas de las personas con las que nos hemos encontrado no han tenido comida en varios días”, afirma el Dr. Kunii.
El Secretario General de las Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional y al Gobierno de Myanmar para impulsar la ayuda. “Según las estimaciones del Programa Mundial de Alimentos, la cantidad de alimentos a los que se ha permitido la entrada en Myanmar no alcanza una décima parte de los que se necesitan. Las reservas de arroz del país está cerca de agotarse”, afirma Ban Ki Moon. “No se puede perder más tiempo en absoluto”.