Evitar el sarampión tras la catástrofe en Myanmar
UNICEF protege contra el sarampión a los niños y niñas del municipio de Laputta afectados por el reciente ciclón Nargis, que asoló varias regiones de Myanmar el 3 de mayo. Evitar el estallido de epidemias es crucial para asegurar la supervivencia de quienes han sobrevivido al ciclón y ahora se refugian en campamentos masificados y precarios
Tras el paso del ciclón Nargis por el municipio de Laputta, la mayor parte de las edificaciones de la localidad fueron destruidas por el diluvio que arrasó la región. Quienes habitaban en ellas aún luchan por reponerse del desastre.
UNICEF ha puesto en marcha una campaña de vacunación contra el sarampión. Esta enfermedad supone un riesgo para las vidas de miles de niños y niñas que abarrotan los campamentos temporales de desplazados. Mientras, James Holmes, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas, se ha reunido con los dirigentes del gobierno militar de Myanmar para buscar maneras de mejorar las labores de socorro y se ha anunciado que Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, visitará la región esta semana. Todas estas acciones son un esfuerzo por lograr que quienes han sobrevivido al desastre no tengan que afrontar ahora una tragedia aún mayor por la falta de ayuda de emergencia y suministros básicos.
Pese a que los supervivientes del ciclón reciben alimentos y medicamentos, las cantidades de esos suministros que llegan a sus manos no son suficientes para satisfacer las necesidades de todos los damnificados. Según las Naciones Unidas, un 70% de los damnificados por la tormenta aún no ha recibido suministros de alimentos de emergencia.
Muchas personas afectadas por el ciclón duermen al aire libre y carecen de ropa de cama u otra protección contra los elementos. Aunque se han enviado letrinas a la región, aún son insuficientes. Por otra parte, las fuentes tradicionales de agua están contaminadas debido a las inundaciones.
Niños y niñas necesitados
Según cálculos oficiales, el ciclón ha causado unas 77.400 muertes, mientras que unas 56.000 personas continúan desaparecidas. Se supone que el desastre natural ha afectado de diversas maneras a unos 2,5 millones de personas.
UNICEF calcula que un millón de niños y niñas necesitan ayuda inmediata, y existe una creciente preocupación por la posibilidad de que se produzcan brotes de enfermedades fatales.
Los campamentos donde se aglomeran los sobrevivientes están desorganizados y carecen de instalaciones sanitarias adecuadas. Esa circunstancia, agravada por la escasez de alimentos, da lugar al temor por la salud de los niños y niñas, ya que las enfermedades como el sarampión pueden causar gran número de muertes en situaciones como ésta.
De hecho, un 30% de los niños y niñas del municipio sufre diarrea o disentería.
Temor ante un posible brote de sarampión
"Mi mayor preocupación es la posibilidad de un brote de sarampión a gran escala, especialmente si ocurre en alguno de estos campamentos", manifestó el Dr. Peter Salama, Jefe de Salud de UNICEF.
En el municipio de Laputta, UNICEF ha vacunado contra el sarampión a un millar de niños y niñas de nueve meses a cinco años de edad. Los agentes sanitarios también están vacunando a las madres de esos niños contra el tétanos.
La campaña de vacunación contra el sarampión es sólo una de las 70 misiones de evaluación y socorro que recorren la región del delta del Irrawaddy, donde el ciclón Nargis se hizo sentir con particular violencia. El objetivo de esas misiones consiste en distribuir suministros esenciales y ayudar a impedir brotes de enfermedades prevenibles.