Jane vuelve a la escuela
A pesar de haber sufrido abusos sexuales a los 14 años, retoma su educación convertida en defensora de los derechos de las niñas.
© UNICEF Uganda/2022/Abdul
29/09/2022
Frente a las aulas de séptimo, en la Escuela Primaria Nabitende, del distrito de Iganga, Uganda, Jane (nombre ficticio) echa un vistazo a su examen de matemáticas recién hecho mientras la rodean sus compañeros de clase. A pesar de que empezó más tarde la escuela, obtuvo un 85%.
Justo un año antes, cuando tenía 14 años, su vida dio un importante giro. Volvía de una fiesta en el barrio y sufrió abusos sexuales. En su comunidad, nadie podía imaginarla nuevamente en una clase.
Cuando llegó a casa, Jane no le contó a nadie lo ocurrido por miedo al castigo, y durante los siguientes dos meses mantuvo su secreto, hasta que desarrolló síntomas similares a los de la malaria: debilidad corporal, vómitos y náuseas.
Su mundo se vino abajo cuando visitó la Clínica de Mamá Umar, un centro de salud privado cercano. Allí la enfermera le dio la noticia de que lo suyo no era malaria, sino un embarazo de tres meses.
A continuación, informó a la madre de Jane, Fatuma. Su padre, Iddi, se enteraría mucho más tarde por los rumores que corrían en el pueblo, ya que tanto Jane como su madre no se atrevían a darle la noticia.
“Cuando nos enteramos de que nuestra hija había sido violada, no fuimos a la policía porque ya era demasiado tarde. Todas las pruebas que respaldaban nuestro caso ya se habían perdido. Fui a la casa del perpetrador y hablé con sus padres. Aceptaron cuidar del bebé”, confirmaba Fatuma.
Jane participó en un programa sobre vida saludable y alimentación, lo que la ayudó a dar a luz un bebé sano.
Bebé Sorpresa
Alrededor de las 9 de la mañana, Jane sintió un fuerte dolor en la parte inferior del abdomen. en ese momento su madre estaba en el mercado.
“Grité para que me oyera mi abuela que estaba cuidando el jardín detrás de la cocina. Intentamos llamar a un boda-boda (mototaxi) pero ya era demasiado tarde. Di a luz en casa a una niña y la envolvimos con mi manta para mantenerla caliente. La llamé Sorpresa”, cuenta.
© UNICEF Uganda/2022/Abdul
La escuela “llama”
Samuel Edaru, el director de la Escuela Primaria Nabitende, se había enterado del parto de Jane a través del trabajador social de la aldea, Abel Igumba.
Este profesional había apoyado a Jane para poner una tienda de alimentación, además de aconsejarla y presentarla a un programa de entrevistas de radio en Eye F.M, en la ciudad de Iganga, donde habló sobre su experiencia.
Durante la campaña Vuelta a la Escuela apoyada por UNICEF, Edaru visitó la casa de Jane llevando regalos y buenas noticias.
“Al principio, quería esconderse cuando me vio. Le dije que había venido a felicitarla por su bebé y la informé de que era bienvenida otra vez en la escuela para continuar con sus estudios”, dice Edaru.
La respuesta de UNICEF
Con el apoyo de UNICEF, a través del Ministerio de Género, Trabajo y Desarrollo Social, se dio formación a los maestros y maestras para generar un entorno escolar propicio para las niñas que han sufrido abusos y que, como resultado, han abandonado la escuela.
Según un informe de UNICEF Uganda de septiembre de 2021, la matrícula de estudiantes en los distritos en los que tiene lugar el proyecto - Kaabong, Kamuli e Iganga - aumentó debido a esta intervención financiada por la Diputación Foral de Guipúzcoa y el Gobierno de la Región de Murcia.
Jane se encuentra entre las 820 alumnas que habrían abandonado anteriormente la escuela debido a embarazos de adolescentes, matrimonios infantiles y dificultades económicas, pero pudo volver a la escuela cuando el Gobierno de Uganda levantó las restricciones debido a la COVID-19, el 10 de enero de este año.
Con el apoyo psicosocial proporcionado por la Oficina de Libertad Condicional y Bienestar Social del Distrito de Iganga y la ayuda de UNICEF, Jane es ahora una defensora de los derechos de las niñas, que lucha contra la violencia y los embarazos de adolescentes.
En Iganga, más de 30 trabajadores sociales recibieron formación y están trabajando gracias a UNICEF y los aliados españoles.
Jane sueña con ser profesora como Edaru, que le dio una segunda oportunidad en su educación. No solo le permitió volver a la escuela sin uniforme, sino que también le pagó las tasas escolares ese trimestre.
Gracias a este entorno protector, tanto en casa como en la escuela, Jane ha mejorado su rendimiento en el colegio y ahora tiene mayor esperanza en el futuro.
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