LA ACCIÓN HUMANITARIA EN EMERGENCIAS DE UNICEF EN SIERRA LEONA
Es, sin ninguna duda, motivo de esperanza y de grandes expectativas. Sierra Leona está poco a poco saliendo de una larga pesadilla. Este pequeño país africano, martirizado por una guerra tras otra, se había convertido en un tablero de ajedrez manchado por la sangre de conflictos regionales e interregionales. Ha llegado la hora de dejar atrás el ciclo de horrores y matanzas, y mirar al futuro con confianza
La acción humanitaria de UNICEF en Sierra Leona se despliega en todas las esferas de la reconstrucción del país. Esta reconstrucción pasa en primer lugar por la recuperación de las personas, sin la cual las raíces de lapaz y de la justicia no logran consolidarse. No obstante, una de las características más llamativas de la situación en Sierra Leona es que la tragedia de estos años de conflicto no se limitó únicamente a los adultos, sino que convirtió también a los niños en los protagonistas de las atrocidades de la guerra. Los transformó a la vez en victimas y verdugos, despojándolos de su naturaleza humana y de su juventud, y proyectándolos en un vórtice aparentemente sin fin de matanzas, violaciones y mutilaciones.
Recuperación psicosocial
No se puede restituir la integridad física de innumerables niños y niñas del país, despedazada por años de brutalidad. Las prótesis serán sus acompañantes durante toda la vida. Sin embargo, el trabajo de UNICEF se concentra en organizar de nuevo los fundamentos para un mejor futuro, ayudando a la población a reconstruir su sociedad y sus vidas. Por lo tanto, la acción de UNICEF se emprende no solamente desde una perspectiva de asistencia urgente y puntual, sino también, y sobre todo, con una visión a largo plazo.
Una parte de esta acción pasa por la reconciliación de los niños ex-soldados con su contexto familiar y de su reintegración en la sociedad. Consiste también en proporcionarles apoyo psicológico a ellos y a sus victimas, para aportar un modo de reconciliar los niños con su entorno social y con sí mismos.
La importancia de la educación
Con este fin, la educación constituye la columna vertebral para la creación de nuevas expectativas para una sociedad que lucha contra sus propios fantasmas. Dar la posibilidad de una educación en Sierra Leona significa ofrecer a miles de niños y de niñas una salida de los horrores que han vivido en los últimos años. La educación contribuye también a atenuar los sufrimientos interiores que perduran más allá de lo visible. Cicatriza las heridas inalcanzables y restituye la dignidad humana a los que han sido despojados.
No obstante, estas heridas nunca se cicatrizan sin el concurso del tiempo y de la paz – la educación ayuda a cimentar estas dos cosas. Se ha podido dar un apoyo decisivo durante 2005 al programa educativo en Sierra Leona a través de UNICEF-Comité Español gracias a la aportación de la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades deCastilla-La Mancha.
Consecuentemente, la rehabilitación rápida de escuelas ha sido uno de los objetivos más importantes de UNICEF en el país. La posibilidad para un niño de acudir a la escuela después, por ejemplo, de su desmovilización, significa conocer y aprender la dignidad y los derechos que pertenecen a todos los niños. En muchos casos, significa disfrutar por primera vez de algo parecido a una infancia. Reaprender a ser niños será un paso fundamental en su aprendizaje a ser los adultos de mañana.
Por lo tanto, el papel de la educación en Sierra Leona tiene la doble dimensión de reintegración social y de formación protectora de la misma sociedad. Los materiales escolares suministrados por UNICEF a decenas de millares de niños, sobre todo en la forma de “escuelas en una maleta”, constituyen una contribución elemental en la rápida escolarización de los niños de Sierra Leona.
Una esperanza de futuro
El país está en marcha hacia un futuro distinto, y la reintegración y educación de los niños será necesariamente una de las claves del lento proceso de la reconstrucción. Sin embargo, es solo el comienzo de un trabajo a muy largo plazo. Por ejemplo, a pesar de una revitalización de los sistemas primarios de atención de la salud, y un incremento de programas de vacunación de los niños, la situación sanitaria de la población sigue siendo dramática. El paludismo, la diarrea y la desnutrición constituyen una amenaza permanente, y las tasas de mortalidad infantil y materna no parecen bajar de niveles tristemente alarmantes.
No obstante, el hecho que el país haya podido cambiar de rumbo después de los sucesos de los años de guerra es ya un logro de inmensa importancia. Las huellas de las atrocidades perpetradas quedaran por mucho tiempo, pero el trabajo de reconciliación y de reconstrucción social y humana constituye una contribución necesaria para que los mismos horrores no vuelvan a ocurrir.