Los jóvenes reclaman al G8 que les escuche
En todo el mundo, los niños y niñas sufren especialmente el impacto de las decisiones políticas, de los conflictos, de las tensiones gubernamentales y de los errores de gestión. Sin embargo, las agendas mundiales raras veces hacen mención expresa de los problemas que afronta la infancia. Desde 2005, jóvenes de los países del G8 se reúnen en una cumbre paralela, el Junior 8 (J8) y transmiten sus conclusiones a los líderes del G8. Una oreja gigante simboliza la petición de de que las opiniones e inquietudes de la infancia sean escuchadas por los líderes mundiales
"¿Qué le dirías a los líderes mundiales si tuvieras la oportunidad de hablar con ellos cara a cara?" Esta fue la pregunta de partida con la que los chicos y chicas participantes en el J8 empezaron a trabajar hace meses para preparar esta reunión. Sobre la mesa han tenido una agenda de temas de gran impacto mundial:
- El cambio climático - Los esfuerzos para eldesarrollo en África - Los derechos de la infancia en el contexto de la crisis económica
Además, los delegados han podido elegir un cuarto tema de debate, que ha sido la educación.
Los jóvenes participantes han estado participando en talleres y debates para profundizar en estos temas globales que afectan a la infancia. Como conclusión de los días de trabajo en común,el J8 redactará una declaración que será entregada al G8 en una reunión conjunta. Una oreja gigante donde han ido dejando sus ideas y proposiciones ha sido el símbolo de su reclamación de que la voz de la infancia sea escuchada en el mundo.
Los jóvenes, comprometidos con la educación
Lejos de la idea de que los niños odian la escuela, los jóvenes participantes en el J8 han elegido la educación como un tema que consideran importante presentar ante el G8. Algunos de los participantes en la reunión proceden de entornos donde el ejercicio de un derecho básico como es el acceso a la educación es tan complicado que podría considerarse un privilegio.
La preocupación principal es la pérdida de oportunidades educativas provocada por el trabajo infantil, la discriminación de las niñas, los conflictos, o la falta de infraestructuras y de transporte. Sin embargo también ha habido cabida para debatir los problemas educativos que viven los jóvenes en los países desarrollados. Una preocupación común de todos los participantes es la calidad de la educación.
Participación infantil y juvenil
Este año el J8 cuenta con la participación de Brasil, China, Egipto, India, Mexico y Sudáfrica
Lejos de ser un evento reservado a chicos y chicas de países industrializados, cada año se unen al J8 participantes de países en desarrollo. Este año el J8 cuenta con la participación de Brasil, China, Egipto, India, Mexico y Sudáfrica. De este modo, las discusiones alcanzan una perspectiva más amplia, que queda reflejada en la declaración final.
La Convención de los Derechos del Niño reconoce en sus artículos 12 y 13 los derechos de opinión y libre expresión de todos los menores de edad. Estos derechos van ligados al derecho a recibir información adecuada, recogido en el artículo 17. Estos derechos son progresivos, de modo quelos niños y niñas tienen que ir adquiriendo mayor autonomía e independencia a medida que avanzan en la adolescencia. El ejercicio de este derecho es muy importante para el desarrollo de actitudes responsables y para madurar.
La participación infantil no es un desafío a la autoridad de los adultos, sino una oportunidad para que tanto adultos como niños y adolescentes compartan puntos de vista y colaboren en la solución de problemas que afectan a la infancia. Los jóvenes del J8 demuestran cada año que la infancia puede aportar puntos de vista interesantes sobre temas de relevancia mundial.