MILES DE NIÑOS Y NIÑAS SON CABEZA DE FAMILIA EN 42.000 HOGARES DE RUANDA
Diez años después del genocidio, miles de niños y niñas continúan viviendo los efectos del brutal conflicto
El 7 de abril de 2004 es el día internacional de reflexión sobre el genocidio de Ruanda, una ocasión para recordar a las víctimas de la terrible masacre ocurrida hace 10 años.
Mientras tanto los niños y niñas de Ruanda continúan viviendo los devastadores efectos de este brutal conflicto. Cuando el genocidio terminó en 1994, 800.000 personas habían sido asesinadas, 300.000 de las cuales eran niños y niñas menores de 18 años. Además, 95.000 niños quedaron huérfanos.
Prácticamente se puede decir que todos los niños y niñas del país fueron testigos de un horror inexplicable. Miles de ellos fueron victimas directas de la brutalidad y las violaciones y otros miles -algunos menores de 7 años- fueron obligados a participar en operaciones militares y a cometer actos de violencia contra su voluntad. Muchos de estos niños y niñas fueron encarcelados después del genocidio y otros tantos sufren un trauma emocional a causa de estas experiencias.
“El impacto de la tragedia simplemente no pudo ser peor. Los niños y niñas de Ruanda fueron testigos de una violencia inexplicable. Decenas de miles de ellos perdieron a sus padres y a sus madres. Miles fueron víctimas de una brutalidad horrible y de violaciones”, comenta la Directora Ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy.
Recordando el pasado, mejorando el futuro
En estos momentos hay en Ruanda 42.000 hogares que están siendo dirigidos por aproximadamente 101.000 niños y niñas. Se trata de menores que perdieron a sus padres por varias razones. Muchos de ellos fueron asesinados durante el genocidio, algunos han muerto a causa del sida y otros están en prisión por crímenes relacionados con el genocidio.
UNICEF y sus aliados están trabajando para que toda esta generación de niños y niñas recuperen sus vidas. Nuestro trabajo se centra especialmente en las áreas de salud, asesoramiento y educación:
- Ofreciendo apoyoa las familias que están dirigidas por niños y niñas, aportando material escolar, asesoramiento, formación profesional y otras actividades que puedan generar ingresos.
- Previniendo la propagación delVIH/SIDA a través de la educación y el asesoramiento.
- Facilitandoinmunización contra enfermedades prevenibles.
- Suministrando apoyo alsistema escolar y ayudando a los niños y niñas que están fuera del sistema escolar.