Minas: conocerlas salva vidas
Miles de niños y niñas corren peligro cada día por las minas que permanecen ocultas en los lugares donde juegan o en el camino a su escuela. Afortunadamente, cada vez más niños participan en programas en los que aprenden a identificar las minas y las municiones sin explotar y a evitar el peligro que supone acercarse a ellas. Además, muchos de ellos participan activamente en sesiones de información a otros chicos y chicas de su edad. Estos niños forman parte de un futuro libre del peligro de las minas antipersona
Las minas y la munición sin explotar no se avienen a los tratados de paz ni distinguen entre combatientes y civiles. Años después de la finalización de un conflicto, cientos de miles de personas siguen amenazadas por la existencia de minas y material explosivo en caminos, zonas agrícolas, campos de juego, ríos y otros lugares de paso frecuente. Las personas afectadas quedan gravemente heridas y quizásincapacitadas para el trabajo que suponía el sustento de su familia. Un gran porcentaje de los heridos son niños y niñas, que si sobreviven a las heridas, se enfrentan a un futuro donde sus posibilidades de desarrollo se encuentran muy limitadas. Además, comunidades enteras pierden la oportunidad de cultivar sus campos o de cuidar a sus animales, con lo que son más vulnerables a la pobreza.
UNICEF trabaja en 35 países del mundo en proyectos para librar a la infancia de las consecuencias de las minas y la munición sin explotar. Además de la rehabilitación y apoyo para los niños y niñas heridos por estos artefactos, un elemento clave es la educación, que permite a niños y adultos prevenir el contacto con las minas.
Divertirse aprendiendo sobre minas en Líbano
Aunque habla con timidez frente a otros niños y niñas, Hassan, de 9 años, es capaz de explicarles a la perfección el aspecto que tienen las minas y otras municiones peligrosas para ellos. “Las bombas de racimo pueden tener muchas formas y tamaños. A veces son del tamaño de una pelota de tenis, y pueden ser negras o grises. Algunas vienen con un lazo”, dice durante una sesión educativa apoyada por UNICEF en una escuela libanesa.
Estas sesiones se basan en la idea de que las cosas se aprenden mejor si se aprenden de una forma divertida. “La respuesta de los niños es siempre positiva, y cada día te vas sintiendo que no sólo han aprendido sobre la amenaza de la munición sin detonar, sino que además han pasado un buen rato”, afirma uno de los educadores que participan en el proyecto. "Muchas veces, los niños saben más que los adultos sobre los riesgos que hay”, dice Lina, de 15 años. “Un chico de mi barrio avisó a su padre para que se alejara de un artefacto cuando vio que no estaba asustado”.
Advirtiendo a otros niños en Sri Lanka
En Sri Lanka, años de conflicto han dejado una peligrosa herencia de minas en gran parte del país. Losmonzones, e incluso desastres naturales como eltsunami de 2004, han desplazado muchas de estas minas, que ahora no pueden ser localizadas. Muchas permanecen semienterradas y pueden ser confundidas conjuguetes o con aparatos abandonados.
Thinesh, de 14 años, evitó ser herido por una mina mientras jugaba, porque la reconoció y supo evitarla. Ahora participa en un proyecto para enseñar a otros niños y niñas cómo conocer las minas. “Me alegra poder enseñar a otros niños algo sobre lo que no saben nada, pero sobre lo que realmente deben estar alerta”.
Construyendo un futuro mejor en Angola En Angola, los miembros de una comunidad donde hay 43 familias afectadas por las minas antipersonales, han participado con UNICEF en la construcción de una escuela. Algunos de quienes la han construido fueron víctimas de las minas y algunos niños y niñas que estudiarán en ella, también.
UNICEF está ayudando a educar a la comunidad, y especialmente a los niños, sobre los riesgos de las minas y las medidas de seguridad que hay que tomar cuando encuentren una. “Las escuelas a menudo ofrecen la mejor oportunidad para distribuir información sobre los peligros de las minas”, afirma el oficial de planificación de UNICEF en Angola.
Millones de minas continúan ocultas en terrenos sin señalar en Angola, amenazando la seguridad de más de 2 millones de personas, el 60% son niños.