Mutilación Genital Femenina: desciende casi un 25% desde 2000

En los países donde trabajamos, las niñas tienen hoy un tercio menos de posibilidades de sufrir esta dañina práctica que en 1997. Más de 25 millones de personas en unas 18.000 comunidades de 15 países han rechazado la mutilación genital fememina públicamente desde 2008.

05/02/2018

En una declaración conjunta de nuestra directora ejecutiva, Henrietta H. Fore, y la directora ejecutiva de UNFPA, Natalia Kanem, a propósito del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, ambas quisieron destacar que la mutilación genital femenina "es un acto violento que causa infecciones, enfermedades, complicaciones en el parto e incluso la muerte. Una práctica cruel que inflige un daño emocional duradero y que ataca a los miembros más vulnerables de la sociedad: las niñas menores de 15 años".

"Esta práctica es una violación de los derechos humanos que refleja y perpetúa la situación de inferioridad de niñas y mujeres en demasiados lugares. Un obstáculo para el bienestar de las comunidades y las economías. Pero sin embargo, es algo con lo que podemos acabar", remarcaron las dos directoras de agencias de Naciones Unidas, quienes consideran que se está impulsando en todo el mundo la eliminación de la mutilación genital femenina: "la voluntad política y el compromiso de las comunidades están cambiando vidas".

El impulso por erradicar esta práctica es bueno para las niñas y las mujeres jóvenes, pero también para sus familias y comunidades. Las niñas que no sufren esta práctica tienden a crecer más sanas y a tener hijos más sanos, "y a menudo tienen un mayor nivel de educación, ingresos más altos y una mayor capacidad para tomar decisiones sobre sus propias vidas. Las comunidades y países que se enfrentan a esta práctica y se comprometen al cambio reciben muchos beneficios", completaron Fore y Kanem.

Mutilación genital femenina: progreso amenazado

Pero la tendencia poblacional en algunos de los países más pobres del mundo, donde la mutilación genital femenina persiste, amenaza con frenar esta dinámica, ya que en 2030, más de un 1/3 de todos los nacimientos en el mundo tendrán lugar en los 30 países donde se produce esta práctica. Si no se aceleran los progresos para proteger al creciente número de niñas en riesgo de sufrirla en esos países, millones de ellas la habrán sufrido en 2030.

Es inadmisible que estas niñas puedan unirse a los 200 millones de mujeres y niñas que ya han sufrido la mutilación genital femenina, quienes soportan cicatrices, complicaciones relacionadas o reviven duros recuerdos de dolor y traición, víctimas de una sociedad desigual donde la violencia contra las niñas es aceptada.

"Sabemos cómo cambiar esto. Hemos visto que las tasas de mutilación genital femenina pueden bajar rápidamente en lugares donde los gobiernos, las comunidades y las familias abordan la situación de manera incondicional: donde se hace frente a las normas, donde los profesionales médicos se unen para oponerse a la práctica y negarse a hacerla, donde las leyes se promulgan para convertirla en un crimen, donde esas leyes se hacen cumplir, donde el mayor acceso a salud, educación y servicios legales garantiza un cambio sostenible, y donde las niñas y mujeres son protegidas y empoderadas para que sus voces sean escuchadas", declaran las directoras de UNICEF y UNFPA.

Mutilación genital femenina: erradicada en 2030

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible reconocen que la mutilación genital femenina socava el progreso hacia un mundo más equitativo, justo y próspero. Estos objetivos establecen la ambiciosa meta de eliminar estas prácticas dañinas contra las niñas y mujeres para 2030.

"Dado el creciente número de niñas en riesgo, esta es una carrera contra las tendencias. Pero si aumentamos la inversión y redoblamos el compromiso político, con un mayor compromiso de las comunidades y unas mujeres y niñas más empoderadas, podemos ganar esa carrera. Y por eso debemos hacerlo. Es el momento de eliminar la mutilación genital femenina de la faz de la tierra para siempre. Es tarea de todos nosotros, por nuestro futuro común”, sentencian Fore y Kanem.