#PorTodosMisCompañeros: vamos a cambiar las reglas del juego
Presentamos una campaña para cambiar las reglas del juego y conseguir que más niños y niñas tengan salud, educación y estén protegidos en todo el mundo.
No importa si cuando éramos niños lo llamábamos “escondite”, “pilla-pilla” o “rescate”. Pronunciar la frase “Por mí y por todos mis compañeros” era un acto de generosidad y solidaridad con el resto de los participantes en el juego. Algo que hacíamos sin pensar, simplemente porque en nuestra propia naturaleza está la necesidad de velar por los demás, de querer resolver los problemas de otros.
Por mí y por todos mis compañeros es una campaña con la que invitamos a ciudadanos, empresas, instituciones y medios de comunicación a sumar esfuerzos para cambiar las reglas de un “juego” que impide que todos los niños y niñas puedan tener los mismos derechos.
Por mí y por la salud de todos mis compañeros
Conseguir que todos los niños y niñas crezcan sanos y fuertes es uno de nuestros principales objetivos. Por eso trabajamos para proteger a la infancia de las enfermedades más mortales, como la neumonía, la diarrea y la malaria.
En 2018 proporcionamos vacunas para casi la mitad de los niños de todo el mundo. Compañeros como el bebé Omar, de 18 años, a quien vacunamos durante una campaña de vacunación masiva contra el cólera en los campamentos rohingya y en las comunidades de acogida en Bangladesh.
Por mí y por la educación de todos mis compañeros
Tener acceso a una educación gratuita y de calidad es un derecho para todos los niños y niñas. Por eso trabajamos para que todos los niños tengan la oportunidad de estudiar y optar a un futuro mejor.
En 2018, gracias a nuestros programas, casi 7 millones de niños que vivían en países en emergencia pudieron ir a la escuela. Compañeras como Sidra de 9 años, que ha podido volver a su colegio en Alepo (Siria), destruido por los bombardeos, gracias a la instalación de aulas temporales con letrinas.
Por mí y por la protección de todos mis compañeros
Proteger a los niños y niñas que están expuestos a la explotación, abuso, violencia o exclusión es uno de nuestros pilares. Por eso trabajamos junto a familias y educadores, comunidades y otros agentes e instituciones.
El año pasado contribuimos a liberar o reintegrar a 13.600 niños soldado. Compañeros como Matthew, de 17 años, que permaneció retenido durante dos años por un grupo armado en Sudán del Sur.
Somos la organización que hace que las cosas sucedan y trabajamos para cambiar las reglas del juego, pero necesitamos más compañeros y compañeras que nos ayuden a conseguirlo.
Si quieres participar, entra en portodosmiscompañeros.es o llama al 900 907 133. También te invitamos a difundir esta campaña usando el hashtag #PorTodosMisCompañeros en redes sociales. ¡Juntos podemos!