Sara Carbonero en la selva del Darién: “las miradas se te clavan pidiendo ayuda”
La periodista y embajadora de UNICEF España ha viajado a Panamá para conocer las necesidades de las familias que transitan esta peligrosa ruta migratoria
Sara Carbonero escucha atentamente las historias de los migrantes, en un espacio seguro de UNICEF. © UNICEF / Rommel Rosales
12/08/2024
Sara Carbonero, periodista y embajadora UNICEF España, acaba de regresar de la selva del Darién, donde ha podido conocer el trabajo que nuestra organización lleva a cabo en este país. La agenda ha sido intensa y Sara ha podido conocer de primera mano la crítica situación de los niños, niñas y familias migrantes que atraviesan esta peligrosa ruta entre Colombia y Panamá. “Sus historias me han dejado el corazón helado. Las miradas se te clavan pidiendo ayuda”, ha comentado.
Son las miradas de algunos de los más de 30.000 niños y niñas que, solo en el primer cuatrimestre de 2024, se adentraron en esta ruta considerada una de las más peligrosas del mundo. “He hablado con muchos niños y niñas que han visto y sobrevivido en pocos días de travesía a más peligros de los que muchos de nosotros podemos llegar a imaginar. Ninguno de ellos debería exponerse a los peligros, incluido el de muerte, de esta ruta a través de la selva solo por huir del hambre o la violencia y querer un futuro mejor”, ha asegurado Sara.
El tapón del Darién no es lugar para niños
Sara viaja a través el río en una de las piraguas que llegan hasta Bajo Chiquito © UNICEF / Rommel Rosales
La ruta por el Darién transcurre en varios días de tortuoso camino por la selva tropical. Familias enteras se enfrentan a las inclemencias climáticas, trepando cimas, atravesando torrentes de agua, cruzándose con animales salvajes e insectos. Todo ello, sin suficiente agua potable ni alimento. “Después de haber comprobado in situ la magnitud del peligro de una de las travesías más peligrosas del mundo, me parece un milagro que tantos niños y niñas consigan sobrevivir”, decía Sara.
Una de las experiencias más impactantes del viaje para ella fue el desplazamiento en piragua de unas 8 horas, para llegar a Bajo Chiquito, la puerta de salida se la selva del Darien. A esta comunidad llegan cada día centenares de personas, muchos niños y niñas, que han pasado días en la selva. La embajadora de UNICEF España, pudo hablar con algunas de estas personas. “Estaban exhaustos, deshidratados, malheridos y con traumas que serán difíciles de superar. La ayuda que presta UNICEF a todos ellos y sus familias es básica para que puedan recuperarse y volver a sonreír”.
“UNICEF lo consigue, por esto tienen toda mi admiración”
Sara, documentando las actividades lúdicas para niños en uno de los Espacios Amigos para la Infancia de UNICEF. © UNICEF / Rommel Rosales
En la comunidad indígena de Bajo Chiquito, el tiempo se detiene. No se sabe cuándo llegarán las piraguas que recogen a los migrantes para cruzar el río. Estas embarcaciones van cargadas de historias desgarradoras a las que el equipo de UNICEF espera para recibirlas, en lo que se denominan espacios de “alivio”.
Aquí UNICEF despliega una serie de programas para atender las necesidades más básicas de las familias: agua potable, higiene, y, sobre todo, un lugar seguro, donde descansar, donde asimilar lo vivido, donde coger fuerzas. El apoyo psicosocial a niños y niñas es una de las prioridades de UNICEF, por eso se les ofrece los Espacios Amigos de la Infancia donde los niños pueden volver a ser niños. “Conocimos el cuarto de literas donde pasan la noche los niños que llegan solos, sin nadie. Que han perdido a su familia en la selva”, cuenta Sara.
UNICEF, presente en la zona desde 2018, estima que este año podrían cruzar la selva 800.000 personas, entre ellas 160.000 menores de 18 años, miles de ellos no acompañados o separados de sus familias durante la travesía, lo que supone un récord nunca antes visto.
“A modo personal, no es un viaje más . Resulta imposible entender que un lugar tan paradisíaco pueda albergar tanto sufrimiento”, concluye Sara.
El trabajo de emergencia de UNICEF en el Darién
UNICEF tiene desplegados una serie de programas para atender las necesidades más básicas de las familias, fundamentalmente en tres áreas:
Agua, saneamiento e higiene. Desde UNICEF construimos o mejoramos las infraestructuras de agua potable existentes en las comunidades de acogida. También entregamos kits de higiene, que incluyen varios artículos para bebés y personas adultas.
Salud Materno-Infantil. Prestamos atención a mujeres embarazadas y hacemos seguimiento nutricional de los más pequeños, después de pasar tantos días en la selva, muchos llegan con un nivel de desnutrición que hay que atajar cuanto antes.
Protección infantil. Los niños y las niñas que cruzan la selva terminan muy afectados y el apoyo psicosocial que le brindamos es clave. Para ello, desde UNICEF hemos creado los Espacios Amigos de la Infancia donde los niños pueden volver a ser niños.
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