Semana del Desarme: las consecuencias de los conflictos armados en los niños
Del 24 al 30 de octubre tiene lugar en todo el mundo la Semana del Desarme. Su principal objetivo es implicar a todos los Estados miembros de Naciones Unidas en la difusión del peligro que conlleva la carrera armamentista, así como subrayar la importancia de acabar con la proliferación y fomento de armas.
En los últimos años, el número de muertes civiles en conflictos armados ha aumentado considerablemente y asciende a más del 90%. Más de la mitad de las víctimas son niños. En los últimos diez años, dos millones de niños han perdido la vida como consecuencia directa de los conflictos armados, y al menosseis millones han sufrido graves daños. Además, se estima que 20 millones de niños han tenido que abandonar sus hogares por causa de conflictos armados y violaciones de derechos humanos.
La guerra viola los derechos del niño: el derecho a la supervivencia, el derecho a vivir en una familia unida, el derecho a la salud y a la educación, el derecho a recibir protección contra la violencia y el abuso, y el derecho a recibir asistencia humanitaria.
Los niños que viven en países en conflicto tienen menos posibilidades de ir a la escuela y suelen sufrir las consecuencias de la pobreza, la violencia, la desnutrición, los desplazamientos y la enfermedad.
Niños reclutados en conflictos armados
Se calcula que, en todo el mundo, 300.000 niños participan en conflictos armados. A muchos de ellos se les recluta a la fuerza o se les secuestra. Algunos tienen menos de 10 años y han sido testigos de terribles actos de violencia, o les han obligado a participar en ellos.
En 2002 entró en vigor el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de los niños en los conflictos armados. Este protocolo prohíbe la utilización de menores de 18 años en enfrentamientos armados, además de exigir a los estados que eleven a 18 años la edad de reclutamiento obligatorio y participación directa en los conflictos. Asimismo, en él se exige a las fuerzas combatientes que eleven la edad mínima para el reclutamiento voluntario por encima de la actual, de 15 años. En la actualidad, ya son 139 los países que se han adherido a este Protocolo.
Además, 95 países han suscrito los Compromisos y Principios de París sobre la protección de los niños contra el reclutamiento ilegal y su utilización por parte de las fuerzas o los grupos armados. Los Compromisos de París constituyen un acuerdo internacional para poner fin al uso de los niños en las situaciones de guerra.
El mundo ha logrado importantes avances con respecto a la eliminación del empleo de niños en los conflictos armados. Pero aún queda mucho por hacer. Durante los dos últimos años, UNICEF y sus aliados han rescatado de esa situación a más de 20.000 niños, entre ellos 5.000 niñas.