Sin recursos es inviable una protección adecuada de los niños y niñas tutelados en España
Desde UNICEF España consideramos que es urgente y prioritario aprobar la Ley de Protección de la Violencia frente a la Infancia.
27/02/2020
En UNICEF estamos muy preocupados por las noticias que están apareciendo estos días en los medios de comunicación sobre la situación de los niños y niñas que viven en los centros de acogida de nuestro país. Ya hace tres años trasladamos a las autoridades competentes los hallazgos de una investigación que puso de manifiesto que, si bien los profesionales están comprometidos con su trabajo y con los menores acogidos en los centros, el propio sistema de protección sufre una fuerte precarización y recortes que se traducen en una menor calidad de la atención a la infancia.
La reforma efectuada en 2015 de la Ley de Protección Jurídica del Menor fue muy positiva. Pero si las medidas no llegan acompañadas de la dotación de recursos necesaria para ponerlas en marcha, es muy difícil su aplicación. Especialmente si tenemos en cuenta el considerable aumento de los niños y niñas tutelados. En España, el sistema de protección atendió el año pasado a casi 50.000 niños, niñas y adolescentes (49.985), de los que 21.283 estuvieron acogidos en centros residenciales.
La investigación que realizamos en 2017 sobre los niños en acogimiento en 9 comunidades autónomas tenía como objetivo comprobar cómo se estaba llevando a cabo la implementación de la nueva normativa. A través de más de 300 entrevistas pudimos conocer a profesionales comprometidos con su trabajo, a niños y niñas que se sienten acogidos y queridos por sus educadores, y a entidades que con mucha profesionalidad y compromiso han sabido sortear dificultades y carencias.
Es inadmisible que exista desprotección
También puso de manifiesto que un cada vez más elevado 'ratio' de chicos atendidos por cada educador, y un alto nivel de rotación de los profesionales por falta de reconocimiento a su trabajo, hace muy difícil atender de manera óptima a los niños y niñas que conforman el sistema. Niños y niñas que han vivido situaciones de desprotección, adolescentes que presentan problemas de salud mental, alto fracaso escolar y, sobre todo, niños y niñas quebrados emocionalmente que necesitan poder establecer un vínculo de confianza y duradero con los adultos que tienen la obligación de velar por ellos.
Es inadmisible que dentro de un sistema de protección exista desprotección. Y es más intolerable aún porque no se trata solo de niños y niñas, sino de los más vulnerables. El acogimiento debe entenderse no como una medida administrativa sino como una “oportunidad de vida”. Debe considerarse como una medida temporal mientras se trabaja con las familias para eliminar las causas de la desprotección. Sin embargo, en muchos casos, el acogimiento en residencias se cronifica, y la gran mayoría de estos chicos llegan a la mayoría de edad separados de sus familias biológicas.
El informe Un lugar donde quedarse, que recoge las fortalezas y debilidades del sistema de protección en España, y la Guía de buenas prácticas para contribuir a mejorar el sistema fue presentado a la Dirección General de Servicios para las Familias y la Infancia, al Defensor del Pueblo, y difundidos en el seno del Observatorio de la Infancia. Nos consta que desde entonces se han abierto procesos de mejora, mesas de coordinación y nuevos protocolos, y que la situación de los niños y niñas en acogimiento está siendo objeto de reflexión.
Ley de Protección de la Infancia frente a la Violencia
Desde UNICEF España solicitamos con urgencia la aplicación de medidas y recursos específicos, que garantizar el interés superior de cada menor, y se promueva especialmente el acogimiento familiar.
La dotación de más recursos económicos, medios humanos especializados, garantizar la coordinación entre las comunidades autónomas y la homogeneización de las condiciones y funcionamiento de los centros, la atención a las necesidades específicas de cada niño, y la consideración de la situación especial de las niñas, son medidas urgentes y cruciales en estos momentos.
Así mismo, es urgente y prioritario aprobar la Ley de Protección de Infancia frente a la Violencia. Sin duda, será una oportunidad para reforzar la protección en este contexto, dado que la Ley contempla las formas de violencia en el sistema de protección, igual que en otros ámbitos.
Nos ponemos a disposición de las autoridades competentes para seguir en la senda iniciada, con el objetivo compartido de que los derechos de todos los niños y niñas sean atendidos y respetados, no importan donde estén, ni quiénes sean sus principales cuidadores.
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