Siria: 11 años de conflicto
En 2021 entregamos ayuda humanitaria a más de 11 millones de personas, de los que 7,3 eran niños y niñas.
15/03/2022
La actualidad nos coloca rápidamente en Ucrania, donde el conflicto se intensifica cada día y vemos cómo millones de personas, con sus niños y niñas, abandonan el país buscando desesperadamente ayuda para salvar sus vidas. Podríamos decir que esta misma tragedia fue la que vivieron los sirios hace ya más de una década. En aquel momento, las familias se vieron forzados a huir de sus hogares en busca de un refugio seguro y protección.
Hoy, 15 de marzo de 2022, se cumplen 11 años desde que estalló la guerra en Siria y, aunque el foco mediático ya no esté allí, el país arrastra más de una década de violencia, destrucción, interrupción de los servicios esenciales y desplazamiento masivo de la población, una crisis compleja que continúa amenazando los derechos y el futuro de los niños y niñas.
"Cerca de 5 millones de niños y niñas han nacido en Siria desde 2011. No han conocido nada más que la guerra y el conflicto", explica el representante de UNICEF en Siria, Bo Viktor Nylund.
Cicatrices físicas y psicológicas para la infancia
El año pasado, un tercio de los menores de edad en Siria mostró signos de angustia psicológica, como ansiedad, tristeza, fatiga o dificultad para dormir. El apoyo psicosocial en estos casos es fundamental para que los niños y sus cuidadores se recuperen del grave trauma que están sufriendo.
Desde el inicio de la crisis fueron cerca de 13.000 los niños y niñas que perdieron la vida o resultaron heridos. Las minas terrestres, los restos explosivos de guerra y las municiones sin detonar son las principales causas de estas bajas infantiles que dejan a muchos niños con discapacidades de por vida.
En Alepo conocimos a Maram que, con solo 4 años, perdió una pierna por el conflicto. Era una niña muy pequeña para entender lo que había sucedido, su madre intentaba mantener la calma pero Maram hacía muchas preguntas: "Mamá, si como todas mis verduras, ¿volverá a crecer mi pie?".
Los ruidos muy fuertes también fueron una preocupación constante para la niña. La familia estaba en continuo movimiento, lo que trastocó su vida. Cuando cumplió siete años, comenzó la escuela, pero los niños se burlaron de ella por usar una muleta y empezó a faltar cada vez más a clase.
Afortunadamente, a Maram se le pudo colocar una prótesis, lo que le permitió sentirse más a gusto. Después participó en un centro apoyado por UNICEF cerca de su casa: "me gustó la forma en que los voluntarios del centro nos trataron. Fueron amables y serviciales", cuenta Maram. Allí recuperó su confianza en sí misma y está emocionada por reanudar su educación. A Maram también se le asignó un trabajador social para dar seguimiento a su progreso.
UNICEF está apoyando a 3.700 niños con discapacidad en 80 centros y escuelas de Alepo con educación inclusiva. El Programa Integrado de Protección Social para Niños con Discapacidad, que comenzó en 2016 en el país, llegó a 11.639 niños con discapacidad en 2021.
Es evidente que los niños con discapacidad soportan una doble carga cuando se trata de violencia, amenazas a su salud y seguridad, hambre, riesgo de abuso y pérdida de educación. La falta de movilidad y la dificultad para huir del daño agravan aún más los obstáculos que encuentran.
Para sus familias especialmente, las oportunidades de empleo limitadas, los precios disparados, los niveles de pobreza sin precedentes y la grave escasez de bienes y servicios básicos, dificulta que los niños con discapacidad reciban la atención que necesitan.
11 años salvando y protegiendo a los niños de Siria
Las heridas físicas y psicológicas que está dejando esta guerra centran nuestro trabajo, con el objetivo de proteger y brindar todo el apoyo y los servicios que necesitan estos niños, niñas y sus familias, para salvar e impulsar sus vidas.
Solo el año pasado, pudimos llegar a 11,3 millones de personas en Siria, de los cuales 7,3 millones eran niños y niñas con enormes necesidades de asistencia humanitaria.
La salud mental es un aspecto a veces olvidado, pero muy prioritario para estos niños que llevan años viviendo el horror de una guerra. En 2021 proporcionamos, con nuestros aliados en el país, atención a cerca de 221.000 niños en espacios amigos de la infancia y a través de nuestras unidades móviles.
Los programas de educación sobre el riesgo de las municiones explosivas llegaron a más de 874.400 niños y 176.300 cuidadores.
Otros ámbitos clave de la respuesta de UNICEF, en Siria y en los países de acogida de refugiados, son los siguientes:
- Distribución de suministros de invierno para hacer frente a las bajas temperaturas y fuertes lluvias: muchos están viviendo en tiendas de campaña improvisadas o construcciones dañadas.
- Acceso a agua potable a través de camiones cisterna para las comunidades de acogida y personas desplazadas en campamentos, mejora de las condiciones de las letrinas y puntos de agua y distribución de suministros de higiene.
- Entrega de medicamentos y otros suministros médicos para combatir enfermedades infecciosas y los efectos de la pandemia.
- Apoyo a los niños y niñas que no están yendo a la escuela, a la vez que la rehabilitación de los colegios dañados.
"Aún nos queda mucho camino por delante para ayudar a los niños y niñas afectados por el conflicto en Siria, para que todos puedan alcanzar su mayor potencial en la vida y crecer protegidos del daño, con salud y educación", concluye Nylund.
La vida de millones de niños sirios está en riesgo
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