Supertifón Mangkhut en Filipinas: preparados para actuar
El supertifón Mangkhut se acerca a Filipinas. Casi 5 millones de personas, la mitad de ellas niños, están peligro. En UNICEF estamos preparados para ayudarlos.
Un grupo de madres espera con sus hijos para recibir comida en el centro de evacuación de la localidad de Pancian, Filipinas.
14/09/2018
El supertifón Mangkhut podría llegar a Filipinas con fuertes lluvias, vientos de más de 280 km por hora, olas de 7 metros, inundaciones y corrimientos de tierra. Más de 5 millones de personas están en peligro; la mitad de ellos son niños, los más vulnerables en las catástrofes naturales.
Aunque los mayores riesgos de Mangkhut son la pérdida de de vidas y la seguridad, el supertifón también podría destruir o dañar casas, escuelas, centros de salud, carreteras y puentes, así como cultivos y granjas justo ahora que comienza la época de la cosecha en una zona mayoritariamente agrícola.
Supertifón en Filipinas: podemos ayudar
En UNICEF estamos listos para actuar en cuanto sea necesario y ayudar al gobierno filipino a responder ante una posible emergencia. Contamos con suministros para cubrir las necesidades de unas 12.500 familias en aspectos como agua, saneamiento, higiene, nutrición, educación y protección infantil. Y podríamos distribuirlos en el más corto plazo posible.
"Estamos preparados para proporcionar apoyo y asistencia al gobierno de Filipinas y a las autoridades locales de las zonas afectadas para dar respuesta a esta tormenta. También hacemos un llamamiento a los padres y a las comunidades locales para que atiendan a los avisos del gobierno de evacuar a lugares seguros para garantizar que la población –sobre todo niños, mujeres embarazadas, madres y familias vulnerables– estén a salvo de posibles daños”, explica Lotta Sylwander, representante de UNICEF en Filipinas.
Una familia arregla el tejado de su casa ante la llegada del tifón Mangkhut en Caruan, Filipinas.
Tifón Haiyán: ayuda para 6 millones de niños
En UNICEF tenemos una larga experiencia en responder a emergencias y catástrofes naturales, también en Filipinas, donde el tifón Haiyán devastó la vida de millones de personas en 2013.
En esa ocasión, nos movilizamos para ayudar a 6 millones de niños que quedaron atrapados en la tormenta. Les proporcionamos agua potable, vacunas y atención médica de emergencia. Además, nuestro apoyo se mantuvo durante un largo periodo de tiempo. Queríamos asegurarnos de que volvían al colegio lo antes posible y de que recibían la atención psicológica necesaria después de la situación traumática que vivieron.